The young ones,
Darling we’re the young ones,
And young ones shouldn’t be afraid.

To live, love
While the flame is strong,
for we won’t be the young ones very long.

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Así empezaba la sintonía de The Young Ones, partiendo de un tema original de Cliff Richard, sobre quien de hecho iba el primer gag de la serie, una discusión imposible entre el desquiciado anarquista Rick y el hippy suicida Neil, seguramente los dos personajes más antagónicos de la trama, enzarzados aquí en un diálogo gloriosamente surrealista, resuelto con algunos platos rotos. Leídas con la distancia aquellas líneas, resulta imposible no quedar apresados por un halo de nostalgia infinita. El tiempo de la juventud, tal vez, quedó atrapada para siempre en el piso de estudiantes de los cuatro de Scumbag Colleg, centro ficticio en el que nunca les vimos… siempre preferimos el imposible caos de su destartalado piso compartido.

Nunca será aburrido como un plato

Nunca será aburrido como un plato

The Young Ones fue una sitcom británica desarrollada a lo largo de dos temporadas, emitida por primera vez a través de BBC2, convirtiéndose en 1985 en el primer producto no estrictamente musical emitido por la MTV. Los nombres de Vyvyan, Rick, Neil y Mike se han convertido por méritos propios en iconos de la cultura audiovisual británica de la década de los 80, alternando algunos de los códigos propios de la sitcom de cuna con una violencia descacharrada, próxima al slapstick, bien enlazada con un surrealismo marca de la casa de gran nivel. La serie contó con varios cameos musicales ya desde su primer capítulo, emitido originalmente el 9 de Noviembre de 1982.

Aquel fue el día del nacimiento oficial de la serie, que vio arrancar así su breve pero intenso periplo de 12 capítulos con la emisión de Demolition. Escrito por Ben Elton, Rik Mayall y Lise Mayer, y dirigido por Paul Jackson, el episodio hizo las veces de programa piloto, y sirvió para empezar a definir los roles de cada personaje, aunque al tratarse del primer episodio sí que se percibieron algunas diferencias, sobre todo en lo referente a los peinados de algunos de sus protagonistas, una de las marcas de la casa de The Young Ones en los siguientes capítulos.

El personaje de Vyvyan, con otro peinado

El personaje de Vyvyan, con otro peinado

Lo que sí empezó a establecerse fue la (caótica) rutina de la serie, con intervenciones musicales en directo y un humor muy slapstick, donde los elementos más cómicos tenían una notable carga física: las astracanadas de Vyvyan, las tendencias suicidas de Neil o la cotidianidad subversiva de Rick se desarrolló aquí ya con firmeza, por más que algunos elementos se fueron puliendo según avanzaba la temporada, en un capítulo que no omitía algunas de las preocupaciones de la juventud de la época, como el paro juvenil, introduciendo para ello un ficticio programa dedicado a la «juventud adulta», de nombre Nozin’ Around, desarrollado con cierta autocomplaciencia, lo que terminaba por desatar la furia de Rick -el programa, concebido como un contenedor musical, preguntaba a los jóvenes por algunas de sus mayores preocupaciones en un momento en el que el paro juvenil azotaba con fuerza a la Gran Bretaña, aunque la mayoría de ellos terminaban por exclama su desacuerdo con la política de prohibir a los mejores de 16 años su entrada en los pubs-.

Hablando de la sinopsis en sí del capítulo, digamos que el resumen es lo de menos. El episodio arrancaba con Rick escuchando de The Young Ones, tema de Cliff Richard que daría nombre a la serie, y que daría pie a la primera gran bronca de Rick a Neil, resuelta por éste con su primer intento (fallido) de suicidio, para el que realiza su personal “Sant Sopar”, aventurando que hará sonar Rock around the clock, de Bill Haley.

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Las referencias musicales, tanto en el episodio piloto como en el resto de la trama, fueron una constante a lo largo de toda la serie, contando aquí con su primera actuación en directo, un clásico en el funcionamiento interno de la serie que tuvo aquí su primera toma de contacto con el tema Eleven plus eleven de los Nine Below Zero, introducidos mediante un original guiño llevado a cabo por el siempre elegante Mike. Lo recordamos.

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El tema musical sonaba justo después de que Vyvyan comunique a sus compañeros de piso de que han recibido una notificación para ver derribada su casa, preparando un curioso plan para combatir la demolición: acabar él mismo con su estructura llevando a cabo una imposible demolición casera -la impagable foto de cabecera forma parte de su destartalado plan-, mientras Neil trata en vano de ejecutar su plan para suicidarse y Rick se crucificaba a modo de protesta.

Rick, en plena protesta

Rick, en plena protesta

Como todo piloto que se precie el episodio piloto de The Young Ones sirvió sobre todo para sentar las bases de lo que vendría después, algo nada fácil teniendo en cuenta los roles de cada uno de los personajes principales de la trama -un hippy suicida, un punk alterado, un anarquista histérico y paranoide y un conquistador de tamaño reducido-, apostando de entrada por el surrealismo más salvaje, reforzado por los personajes secundarios, desde el hamster de Vyvyan a su inolvidable casero-. La incorrección política, cierta escatologia -esas lentejas incomibles- y las alusiones constantes a la cultura pop de la época -el ejercicio de ver el capítulo en versión original con subtítulos en castellano o catalán sirve para comprobar algunas de las perlas que nos perdíamos en la traducción, por más que su doblaje al catalán sea uno de los más icónicos de TV3- empezó a desarrollarse aquí.

El suicidio fustrado de Neil

El suicidio fustrado de Neil