No aprendí mucho en la Facultad de Periodismo, la verdad. Lo que si que recuerdo es que tuve un profesor algo severo, Castro, que te marcaba en amarillo todos los errores que cometías. Cuando te devolvía tus textos y abrías el word era el momento más emocionante de la semana: que el color amarillo imperase en aquella vieja hoja de word tenía mucho que ver en como iría tu autoestima en lo que quedaba de día, así que el ritual nos caló bastante a todos. De todas formas, mi paso como becario por algunos medios me hizo ver que, en realidad, un estudiante de nivel medio no está muy lejos del que exhiben algunos redactores, pero esa es otra historia. Como en todo, no conviene generalizar, aunque la línea que separa el sensacionalismo de la información se difumina cada vez más. Twitter y otras redes sociales son, tal vez, el mejor ejemplo de ello. Por RUBÉN IZQUIERDO
Ahí está el caso de Foxygen, puede que la banda sobre la que más hipótesis se han vertido desde que comenzó el curso -su actitud no ha ayudado, es cierto, sin que prácticamente ninguno de los rumores haya aportado nada significativo a su futuro como grupo. El dúo, ampliado a banda en sus directos, vivió un boom colosal con el lanzamiento de su primer LP, y aunque el primer EP tuvo una incidencia mucho menor, el disco de título interminable les consagró de manera definitva… por más que su resultado quedase, y aquí entramos en el marco de la subjetividad, algunos pasos por detrás de su EP anterior.
Foxygen: el EP era mejor
Pero no importa. Foxygen fueron alzados a los altares y ahí empezaron los problemas (o no). Algún concierto de calidad deficiente -la palma se la llevó su paso por el SXSW-, gira aplazada por Europa «por cansancio extremo«, rumores de separación, la aparición del disco en solitario de Jonathan Rado… y Elizabeth Fey, la tercera en discordia de esta historia (¡hola, sensacionalismo!), alimentado aún un poquito más la cascada de medio-noticias y pseudo-rumores que sigue hinchando la pelota Foxygen. Fey contaba hace ahora unos días en su Tumblr que las cosas no están muy allá en la banda, aludiendo además a la incomodidad que le generaba a Rado el hecho de que mantuviese una relación con Sam France en paralelo a su trabajo con el grupo. Leemos a Fey, en un extracto destacado por Stereogum:
(Rado) came out with a solo album out of nowhere and didn’t even tell Sam about it. He made such a big deal about Sam releasing his album “Star Power” online a year ago and made him take it down but then he goes and releases a solo album behind his back. He was threatened by Sam and I, saying it was, “The Sam and Lizzie show”. Well we are going to start our own band (not saying it is replacing Foxygen). It sickens to me to see how Sam has been walked all over. He isn’t the type of person to plot out things or think about business, he is just a real musician who is an amazing songwriter. I don’t think he was ready for all the craziness that being a popular band gives you.
Sam France y Elizabeth Fey
Fey, seguramente sin calibrar el impacto de sus palabras, o sí, ahí no entramos, explicó entre muchas otras cosas que, desde su llegada al grupo, no notó excesiva química entre ellos, criticando además el comportamiento de Rado con ella, en una información de escaso interés musical, más allá de las posibles consecuencias que este mal rollo interno pueda dejar en el funcionamiento interno de la banda, cuya solidez no ha quedado muy bien parada de un tiempo a esta parte (Fey y France podrían estar preparando algo de manera conjunta, añadiendo una página más al culebrón Foxygen).
Si a ello le sumamos el hecho de que Rado se ha marcado un debut de aúpa en solitario la cosa se complica, aunque Pitchfork ha puesto algo de sentido común al asunto recordando que Foxygen tiene previsto un nuevo disco, cuyos primeros pasos se estarían dando en ya Indiana.
Y ahí volvemos al periodismo, el tratamiento de información y todas esas cosas que, en teoría, deberían explicarse en las facultades de Periodismo de aquí y de allí. Fey -cuyo tumblr es más que recomendable, por cierto- tiene todo el derecho del mundo a explicar que Rado exhibe un compartiendo cuanto menos discutible con ella, pero que esta mala relación implique la separación de una banda en pleno auge es cuanto menos poco probable, aunque el caso nos sirva para evidenciar esa carrera frenética que parece imperar hoy día en algunos medios. ¿Se separan realmente Foxygen? Algún medio contactó con Rado?. ¿Debemos tomar como fuente única la primera que nos llega? ¿Es un blog personal una fuente oficial de primera mano?. Preguntas, preguntas de facultad ajenas al contenido de esta web. Pero preguntas.
Ser el primero en publicar una canción, estrenar un vídeo en exclusiva, hacer de un tweet una noticia (vale, Arcade Fire lo bordó anunciando el disco vía Twitter, pero no-en-cada-tuit-hay-una-noticia) y, sobre todo, acortar la vida de los discos más allá de lo necesario son pautas cuyo beneficio no alcanzamos (o alcanzo) a entender. Hacer un disco cuesta un huevo (con perdón) y uno no puede sentir la sensación que, en ocasiones, se le acaba dando más importancia al factor mediático que el artístico o al sensacionalista, como el caso que aquí nos ocupa con Foxygen y su improbable ruptura.
Internet nos ha abierto un mundo de posibilidades a los que hemos tomado la decisión de escribir sobre música sin el paraguas de un gran medio, nos ha permitido entrar en contacto más o menos directo con aquellos músicos y bandas de las que queremos hablar y servidor (y creo que hablo en nombre de todos los que formamos parte de esta página) prefiere utilizar esas herramientas para eso, acercarse a aquellas bandas que articulan nuestro mensaje, que en teorizar a partir de un texto, muy bien escrito, sobre un hecho que no es. Always, definitely, believe the Internet, contestaron desde Foxygen con cierta sorna en sus redes sociales. Sigamos creyendo, pero sin salirnos de la línea. O vendrá Castro a marcarnos en amarillo y verás.
*sirvase el lector de marcar en amarillo todo cuanto no guste del artículo