Explosión de adrenalina. Así podría definirse el primer EP de The Amputees, formación neoyorquina que apuesta claramente por la contundencia en su sonido y que se presentaba el pasado mes de Septiembre con la publicación de su primera referencia y el deseo de seguir acelerándonos el pulso a golpe de guitarra. Por ART VANDELAY. Fotografía de portada de THE AMPUTEES

  • Tras publicar su primera referencia en una compilación sobre garage y rock la banda editaba su primer EP a finales del pasado verano
  • El grupo ha tocado hasta la fecha sobre todo en Brooklyn, campo de operaciones de la formación neoyorquina, marcada por la contundencia de su sonido
  • Liderada por Louis Ramos, The Amputees firma aquí un debut más que remarcable, cuatro temas que viran del rock al punk, y de allí al garage

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Una de las cosas que más llama la atención de The Amputees es el deje (deliberadamente) retro de su puesta en escena, algo que podría aplicarse también a su art-work y su página web. Y eso le vale a la banda para que entremos en su sonido prácticamente desde las primeras pinceladas, generando una atmósfera muy suya con la que se apropian del momento prácticamente sin que te des cuenta.

La banda editaba el pasado mes de septiembre Commence The Slaughter, EP que nos llegaba apenas sin referencias y que sirve para definir el sonido contundente de esa banda neoyorquina que se mueve entre el punk y el rock con una destreza fuera de toda duda, confirmando así las buenas noticias que dejaron en su primera aparición discográfica, cuando colaboraron brevemente en la compilación We Love Trash para Garage Punk Hideout.

De esa primera publicación al EP de debut va el salto de una banda que va generando su propia idiosincrasia poco a poco, puliendo así el trabajo entre los distintos componentes de la banda. Ésta queda integrada por Louis Ramos (guitarra y vocalista), proveniente de Harlem y el también guitarrista Gary Young, de Harlem. Junto a ellos Kaleen Reeding (batería) se incorporaba de New Jersey y Carrie Ramos de Long Island, formando un curioso tapiz neoyorquino sólo roto por la ascendencia tejana de su bajista, Geena Spigarelli. Nova Luz (bajo) y Juliet Eldred (guitarra) completan la banda, marcada por la contundencia de su sonido -a la hora de citar influencias, el grupo publica en su web nombres como The Sex Pistols, Motorhead o Fleetwood, señalando no por casualidad entre sus bandas preferidas a Screaming Females, responsables de uno de los discos más enérgicos de la temporada-.

Collage promocional de la banda, con todos sus miembros

Collage promocional de la banda, con todos sus miembros

Sea como sea, respira el EP una acertada mezcla de garage, punk y rock en la que Ramos lleva a cabo todo un  tour de force vocal, derrochando energía en Beater, potentísima pieza, todo rudio y furia, seguramente la mejor del disco,  aquella en la que su solista más y mejor rezuma carisma. Más encorada hacia el rock queda Devil with the red dress, quedando Lunch como colofón a un trabajo que actúa como (notable) carta de presentación.

Producido por John Meredith y grabado en los estudios Mollusk de Nueva York, el disco culmina el trabajo en común de la banda, juntos desde Junio de 2011, cuando empezaron a tocar y a componer sus primeros temas, debutando aquel mismo mes con una batería de conciertos en Brooklyn, sede de hecho de la práctica totalidad de sus conciertos, hasta que tocaron el pasado 7 de Diciembre en Manhattan.