¿Qué hacer cuando un proyecto que funcionaba tan bien como Nadadora decide frenar en seco su actividad? Es probable que lo mejor sea lo planteado por Gonzalo Abalo: recuperar y potenciar lo más personal para desarrollar un trabajo de rotunda impronta creativa, seguramente en la mejor manera posible ideada para crear un clásico: jugárselo todo a la carta del talento, sin reservas ni cortapisas. Por RUBÉN IZQUIERDO

  • El pasado mes de Septiembre Antenas Hacia El Cielo publicaban en Bandcamp su primer trabajo, concebido con una libertad creativa y productiva absoluta
  • Ya en Octubre, Antenas Hacia El Cielo estrenaban el videoclip de El jardín, con el que le dan un nuevo impulso a la publicación

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Nuestra relativa juventud -el próximo 6 de Noviembre cumplimos dos añitos- hace que hayamos hablado muy poco hasta la fecha de Nadadora, banda muy apreciada en esta casa que nos sorprendía hace unos meses anunciando el final de su andadura. Seguramente sería incorrecto decir que de aquel adiós nacería Antenas Hacia El Cielo porqué el proyecto ya estaba anteriormente en fase embrionaria y para nada habría que referirse a él como un remedo postdisolución, pero resulta obvio que tras el final de Nadadora Gonzalo Abalo apostó definitivamente por dar forma a su proyecto más personal.

Asumido el fin de Nadadora, Gonzalo y su hermano Dani acabaron por darle el impulso final a Antenas Hacia El Cielo, cuyo disco de presentación acabó de desarrollarse este verano y subido hace unos días a Bandcamp y demás plataformas sociales, si bien, de entrada, parece estar concebido sin inquietudes comerciales, más por necesidad artística que por ganas de ganar espacio mediático. Y eso es algo de lo que el proyecto se beneficia, reforzado por el ya consabido talento de Abalo a la hora de dar enjundia a sus letras, dando como resultado un trabajo maduro y trabajado, disponible en la citada plataforma desde el pasado día 9 de septiembre, en modalidad Name your price.

Antenas Hacia El Cielo cuenta con el art-work diseñado por Luis Escalante y fue producido por Gonzalo Abalo y Pablo Pulido «Babe» en el Estudio 1 de Colmenar Viejo, Madrid

Estilíticamente podríamos aventurar que Abalo sigue pegado a ciertos sonidos ya desarrollados en Nadadora, redoblando la apuesta por la carga electrónica (una electrónica metálica, juguetona con el shoegaze) y acariciando la misma, y celebrada, melancolía de siempre, dando como resultado un trabajo de notable, merecedor de una cálida acogida. El disco, trabajado desde una absoluta libertad creativa que hace creyer al proyecto desde su vertiente más envolvente y melancólica, fue grabado con la premisa de que suene «bien alto», contando con la colaboración especial de Sara Atán en el tema Una fiesta cualquiera.

Con gran ojo, los dos hermanos escogieron uno de los mejores temas del álbum para grabar el primer videoclip. Hablamos de El jardín, situado en la primera recta del álbum, con dirección de Nacho Piedra, responsable de mezclar con acierto imágenes de archivo de películas antiguas con otras de un rodaje pasado para un videoclip de Nadadora, en el que aparecen los dos hermanos. Un guiño claro hacia un pasado aún cercano, revisitado con respeto -¡que bien le sienta la estética serie B perfilada desde los títulos insertados en el clip!- sin que ello suponga renunciar a vestir a su nuevo proyecto con alma propia. Hay en Antenas Hacia El Cielo mucho de proyecto personal, un trabajo que llega desnudo en lo que se refiere a trabajo promocional pero cargado de intenciones a la hora de trascender. Como buen proyecto tomado e imbuido por la libertad creativa más personal sería de justicia poética que esa capacida suya para transmitir emoción alcance en su cometido a cuanta más gente mejor.