Siempre he querido hacer canciones propias pero nunca he sabido tocar un instrumento que me sirviera para ello. Un día empecé a trastear con garageband y fui encajando melodías y ritmos a base de prueba, error y loops, grabando pista a pista con las teclas del ordenador, colocando las notas hasta que tuvieran sentido, y añadiendo unos cuantos filtros y algún que otro sonido de biblioteca. De esta manera he juntado mis primeras cuatro canciones bajo el título de Mediodía (midi en francés). Me puse el nombre de Caliza porque me sonaba bien y porque mi abuelo tenía un horno de cal

El texto de arriba es el que Caliza, nombre bajo el que publica «una chica de Madrid que hace canciones de vez en cuando» -asi se nos describe en la amplia entrevista que nos ha concedido para el número 2 de nuestro Shook Down Underzine que publicaremos el próximo otoño- se presentó a la edición de este año del concurso de maquetas Autoplacer. El resultado de esa experimentación con el garageband fue Mediodía, EP digital con el que logró una mención destacada en el concurso, dándose a conocer con una delicada colección de canciones disponibles en Bandcamp.

Presentado hasta el momento como un lanzamiento modesto -«no creo que lo hayan escuchado más de 20 personas todavía«, nos apunta desde Madrid-, otoño se presenta como una estación clave para Caliza, con la intención firme de ampliar la ratio de difusión del álbum. Un álbum, por cierto, concebido en la intimidad de su casa, aprovechando ratos muertos o arrebatos de inspiración. «Cuando tengo una letra o simplemente un rato muerto, me pongo al ordenador, pongo la claqueta a un tempo que me parece que cuadra y voy grabando los distintos instrumentos, hasta que me canso y lo dejo para otro día«. Eso hace que el proceso le lleve «una eternidad en realidad, aunque de vez en cuando vuelvo a las canciones para ver como mejorarlas, así que aún no las doy por acabadas«, apunta sobre este proceso creativo casi orgánico, del que nos da más detalles.

Las canciones, vistas por Caliza:
«Las canciones están basadas un patrón de teclado en loop, al que se le van sumando más capas para que la canción vaya creciendo, y arreglos puntuales para adornar o destacar algo. Todo está tocado con las teclas del portátil directamente, luego lo recoloco un poco, lo cuadro hasta que me suena bien«, añade antes de revelarnos el significado de Mediodía, título con el que ha bautizado su debut. «La traducción francesa de Mediodía es Midi, que a su vez son las siglas de Musical Instrumental Digital Interface«, lo que termina por ser «un juego de palabras… y eso es que odio hacerlos, pero en este caso me gustaba darle al título un aire un poco más poético» antes que finiquitarlo con algo «meramente descriptivo».

Ojalá: La letra y la melodía me salieron cantando encima de Jennifer de Faust. Luego intenté sacar una música que pegase y me salió esta canción. Al final añadí el último verso como negación de lo anterior, que es un recurso que me gusta mucho y que también uso en los otros temas. Es una canción muy repetitiva que va creciendo lentamente y me recuerda como a una sintonía de telediario.

Otra vida: Es una canción en apariencia triste y de sonido oscuro y un tanto dramático, pero en realidad sirve para ver una situación complicada de manera positiva e idealizada. Creo que lo primero que salió fue el ritmo de la base, es la única canción que no está basada en un loop de teclado. Tiene un par de parones dramáticos como buena balada que es.

Tope Industrial: Otra canción que invita a centrarse en el momento sin preocupaciones, ya que la rutina lo volverá absorber todo. Es la más animada de las cuatro y tiene un poco de trampa ya que lleva una segunda base hecha con el DM1 para iPad.

Ya veremos:  La más antigua de estas cuatro canciones, y una de las primeras que hice nunca yo sola. Lo primero que me salió fue la letra con una melodía aproximada y averigüé en que tonalidad estaba para poder tocarla. Al parecer era Sol. Cuando miré en Wikipedia las notas que podía usar en ese tono vi que “en la música barroca, sol menor era considerada la tonalidad de la «trágica consumación»”, lo cual me gustó mucho. La letra habla de incertidumbre ante las perspectivas de un nuevo comienzo, abordado a la vez con esperanza y escepticismo.