PRIMAL SCREAM – Screamadelica
(1991, Creation Records)

Si hay un disco que cambió en buena parte la forma de entender el rock a inicios de los años 90 es sin duda Screamadelica, la obra mayor de Primal Scream. El tercer álbum discográfico de la formación británica es un homenaje al hedonismo del baile ácido y la sampledelia. El rock de tintes madchesterianos lograba la fusión perfecta de la mano del gran Andrew Weatherall en lo que supuso uno de sus trabajos de referencia a nivel de producción. Fue el punto de inflexión necesario en la trayectoria del grupo, catapultándoles al éxito hasta el punto de acariciar el mainstream. El disco obtuvo el reconocimiento unánime de la crítica, siendo escogido por las más prestigiosas publicaciones especializadas como uno de los mejores álbumes de la década de los 90.

El grupo liderado por Bobby Gillespie, ex-integrante de The Jesus and Mary Chain, contaba con dos discos en su haber de moderado éxito y tibia acogida. Para este nuevo disco el grupo dejó atrás la fórmula explotada en sus dos anteriores trabajos, básicamente rock y pop, dejándose llevar en esta tercera entrega por la influencia de la escena house emergente. Para ello, se lanzaron a la experimentación y se empaparon de sustancias psicotrópicas que contribuyeron a su transformación sonora, con mención especial para Andrew Weatherall en tareas de producción y co-artífice de la obra. Y es que el resultado del conjunto fue posible tras aliarse con productores de la talla de Weatherall y de Terry Farley (The Orb), que elevaron la propuesta a niveles aún no transitados por aquel entonces, logrando fusionar el rock -principal seña de identidad de la banda- con los sonidos característicos de la música de baile.

La propuesta trascendió todo tipo de límites en el plano creativo logrando un resultado único, lo que hizo que se escuchara tanto en danceclubs como en las radios alternativas y comerciales. El disco incluye temas que rozan lo místico (Come Together o Movin’ On Up). La épica Higher Than The Sun (A Dub Symphony in Two Parts), sintetiza la amalgama de géneros de los que se nutre Screamadelica, un disco en buena parte inspirado por la cultura house, asociada al consumo de algunas drogas, lo que de hecho se refleja también en algunas letras del álbum (Higher Than the Sun, I’m Comin Down).

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Screamadelica mezcla elementos del rock y el acid house, beats electrónicos, guitarras y música psicodélica, voces gospel y elementos del género dub (como en la célebre Loaded, que incorpora de base un tema de su segundo disco e incluye samplers de la película The Wild Angels. También se pueden encontrar sampleos y fragmentos de grabaciones que forman un collage de influencias y sonoridades. En su miscelánico conjunto, rompió los moldes establecidos para convertirse en la obra cumbre de un movimiento germinal que, esta vez sí, reunía todos los ingredientes para su caldo de cultivo. El lanzamiento de este sorprendente trabajo fue el detonante definitivo para romper con aquella concepción purista del rock independiente que imperaba hasta la fecha y abrir decididamente una ventana con vistas a nuevos horizontes musicales aún por explorar.

Más de 20 años después de su lanzamiento, el disco sigue siendo considerado una referencia fundamental, un disco avanzado e hipnótico, habiendo llegado a convertirse en un clásico de la música moderna, y es reconocido como uno de los discos más influyentes de la década de los 90, que aglutina estilos y no admite de una sola etiqueta. TONI RUBIES