Emocional es un concepto recurrente en el sonido de Combray. Como Paqui Timoneda nos explicaba en la entrevista que publicamos hace unos días. «Cuando haces música instrumental. al no transmitir nada con palabra, lo que tienes que hacer es dibujar emociones, jugar con los sonidos para crear diferentes sentimientos«, algo que derivaba, según su propio criterio, en que Combray fuese ante todo «emoción«, un ejercicio para nada impostado que brota de los mismos propósitos de la banda a la hora fijar un directo que «emocione» y que logre conectar con el público a través de atmósferas envolventes. «No nos sale intencionalmente, es el tipo de música que no sale«, replicaba su compañero Raúl Burrueco en aquel encuentro. De esa declaración de intenciones emana este Ullapool

  • Texto: RUBÉN IZQUIERDO
  • Fotografía de portada: COMBRAY

Había que estar allí. A principios de octubre de 2013 Combray daban uno de sus primeros conciertos como dúo en Ultra Local Records. El concierto ponía la guinda a una serie de conciertos organizados en la zona y el suyo era, creo recordar, el último de la jornada. No fue el concierto con más afluencia de la jornada, pero recuerdo que aquello no pareció importar en exceso a nadie de los que aguantamos hasta el cierre de aquella particular maratón.  Yo por entonces no sabía nada de Combray y debo confesar que me sentí atrapado de inicio a fin. La delicadeza instrumental de Catedral EP, el trabajo que por entonces presentaban, trabajo que daba continuación a su seminal La noche entera- se desplegó con delicadeza sobre la tienda a medida que el sol de otoño se iba despidiendo del local.

Recuerdo que Raül decidió no poner las luces de la tienda pese a que la noche llamaba a las puertas, dejando como única iluminación las luces de Navidad que, parece, siempre han formado parte de Ultra-Local, y el resultado fue casi catárquico, con un silencio contenido roto tan solo entre tímidos aplausos de los diez o quince espectadores que disfrutamos de todo aquello.

No diré que desde entonces Combray han crecido mucho porque ya allí sonaron delicadamente espléndidos, aunque el reconocimiento de su obra sí que lo ha hecho de manera exponencial, sobre todo desde que se hizo público su fichaje por Foehn, previo paso a la publicación del disco que presentan hoy. En el último concierto que vi de ellos hace tan solo unos meses, de nuevo ante la exigente parroquia de Ultra-Local el aforo aumento de manera exponencial y fueron muchos los que se acercaron a hacerse con la cinta de cassette editada por la tienda, y agotada a los pocos días, con la que se recuperaba su EP de presentación.

Su llegada a Foehn Records se nos revela como un ejercicio de justicia que ponía al grupo en una exposición mediática mayor de la brindada por autoedición de sus primeros trabajos. Da la sensación, así las cosas, que Ullapool llega en el momento justo, en el preciso instante en el que tenía que producirse.

El resultado es un disco de seis temas, un delicado tratado ambient de seis temas y estructura circular –Pilea y Glacera, los dos primeros tracks del disco fueron el primero y el último en ser compuestos respectivamente– en el que Raúl Burrueco abandona a ratos la guitarra para entregarse al piano. Así sucede en temas como Pilea o Boira, dos de los pasajes donde más luce el disco, siempre con el permiso de Ullapool.

¿Será Ullapool el tema que termine definiendo qué es Combray? Tampoco haría falta ponerse espléndidos aquí, aunque sí que es cierto que el tema lo tiene todo para convertirse en una de sus canciones más reconocibles. Definida por Burrueco como la canción pop del álbum, es aquí donde el disco nos lleva con más precisión a los páramos gélidos que uno de imagina en el precioso collage de portada compuesto por Paqui Timoneda para la ocasión.

El disco rescata además a Eunice, canción con la que Combray suele cerrar sus directors, un tema que se va a los nueve mintos –“podrían ser veinte”, anotaba Raúl en la presentación del disco que realizó para la web Blisstopic– e incluye en su edición para disco varios sonidos naturales grabados por el dúo en Ribes de Fresser.

Y es que en cierto modo eso es el disco: un pedacito de paraíso pongamos islandés que transmite belleza y cálidez. ¿Hay algo más grato que sentirse abrigado en pleno invierno?. Ullapool responde por nosotros.

Combray actúan hoy junto a Dotore en La [2] de Apolo.