Pronto, el próximo 14 de enero, se cumplirá un año del trágico fallecimiento de Trish Keenan. Cara visible del dúo de Birmingham Broadcast, Keenan falleció después de que la neumonía que contrajo en Australia -diversas fuentes apuntaron a que enfermó de Gripe A, justo en el momento en el que dicha enfermedad se encontraba en primera línea mediática- sufriese diversas complicaciones que acabaron por costarle la vida.

En el momento de su muerte, Keenan lideraba una banda de culto que empezó como cuarteto en 1995, aunque hacía ya varios años que funcionaba como dúo. Enigmática y hermética, de Keenan no se sabía siquiera su edad exacta,  Trish supo mantener ese halo de misterio también en la banda, hasta el punto de que ninguno funcionó como superventas pese al notable reconocimiento alcanzado por la crítica especializada. Broadcast & The Focus Gruopu Investigatte Witch Cults of The Radio Age fue escogido de hecho como Mejor Álbum de 2009 por The Wire, mientras que en Barcelona su visita al Sonar levantó una gran expectación entre los medios especializados y entre el público asistente, que abarrotó el SonarHall para presenciar un espectáculo dividido en tres bloques, uno de ellos, como no, de corte experimental. Su confirmación para el Primavera Sound 2011 fue recibida con gran alegría en los foros, antes de que la trágica noticia saltase a la luz dejando un enorme poso de tristeza.

Imagen promocional de Broadcast, con Trish Keenan al frente // Broadcast

La lírica de Broadcast, de gran transfondo y constantes ensoñaciones etéreas, se apoyaba sobre una base pop y electrónica ensoñadora y nostálgica, de la que Echo’s answer actúa como magnífico ejemplo de su legado. Echo’s Answer formó parte en realidad de Noise Made By People, uno de los trabajos totémicos de Broadcast, del que también surgió Long was the year. Valerie, Colour me in o Long was the year -de Haha Sound los dos primeros y del citado Noise…- el tercero- son otros cortes emblemáticos de la banda responsable de Come on let’s go, un clásico a reivindicar de la pasada década.

[youtube id=»Zw5ztuhEat4″ width=»600″ height=»350″]

James Cargill, el compañero de Keenan en la banda en el momento de su desaparición, ha seguido trabajando desde entonces, quizá como forma de rendir tributo a su excompañera de fatigas. Inmiscuido en los últimos meses en la grabación de Berberian Sound Studio, banda sonora en la que ambos trabajaban en el momento de la pérdida de Keenan, Cargill confirmó el pasado mes de noviembre en una entrevista para Under The Radar que Keenan dejó como legado una gran cantidad de cintas caseras grabadas, con las que podría realizarse un nuevo disco en un futuro aún por determinar. Por más que en la entrevista tampoco revela mucho más, las declaraciones de Cargill apuntan a un todavía homenaje por su parte para Keenan, aprovechando el voluminoso material que ésta dejó grabado antes de morir.

Mientras el proyecto se cristaliza, lo que es seguro es que la banda sonora de Berberian Sound Studio sí que contará con la voz de Trish Keenan, ya que parte de la grabación se pudo realizar antes de que contrajera la enfermedad letal durante el transcurso de la gira. R. IZQUIERDO