Ya está aquí. El esperado debut de David Lynch en el mundo de la música es ya una realidad después de la presentación ayer lunes de su álbum de debut, Crazy Clown Time, que el director de Carretera Perdida y Twin Peaks puso ayer a la venta en el mercado USA. El disco, definido por el propio Lynch como «un blues moderno» supone la primera incursión profesional del cineasta en el campo de la música, después de probar también suerte en otros campos de las artes como la pintura) y, como no, cualquiera de las relacionadas con la cinematografía.

Para su primera incursión en el mundo de la música, Lynch ha optado por trabajar con el ingeniero de sonido Dean Hurley, mientras que la producción y la totalidad de letras del disco provienen del propio Lynch. El cineasta se ocupa también de la guitarra y la voz, retocada y distorsionada en su mayor parte por ordenador, tal y como ilustra el siguiente corte, subido ayer por el propio Lynch a su página web.

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Si bien hasta la fecha Lynch no había publicado aún ningún disco, su gusto por la música le hizo colaborar con algunos de los compositores que dieron forma a las bandas sonoras de sus películas, tales como Angelo Badalamenti (Twin Peaks, en su colaboración más recordada) o Marek Zebwoksi, quien se encargó del score de Inland Empire, su último éxito (relativo) cinematográfico, además de escribir junto a Peter Ivers un tema en 1977.

Antes de su publicación en el día de ayer, Lynch había filtrado ya tres de los temas que integran el disco. Good Day Today, I Know y Pinky Dream, su muy comentada colaboración con Karen O, vocalista de Yeah, Yeah, Yeah y responsable de la excelente banda sonora de Donde Viven Los Monstruos.  Folk, dance y ese «blues moderno» al que aludió ayer el propio Lynch forman parte del esqueleto principal de un disco que apunta maneras y que comentaremos en los próximos días. De momento, puede escucharse en Spotify antes de su llegada al mercado español. R. IZQUIERDO