Seguimos con nuestro Dossier BAM, en el que vamos a ir desgranando de aquí al domingo algunas de las propuestas más atractivas de la presente edición. Si ayer repasábamos lo nuevo de Los Punsetes hoy vamos con otros que estrenan disco, unos Black Dice que se plantarán el próximo sábado en la Plaça dels Àngels con su (recomendable) Mr. Imposible a cuestas. Por ART VANDELAY

  • Black Dice presentarán en la próxima edición del BAM su sexto trabajo de estudio, el primero con Domino y Ribbon Records tras su paso por Paw Tracks
  • El trío de Brooklyn mantiene las constantes vitales de sus trabajos anteriores intactas, manteniendo un sello autoral en el que funden loops, distorsión y psicodelia con un marcado acento personal
  • Su concierto en el BAM, al que llegan como uno de los cabezas de cartel internacionales, será el sábado en la Plaça dels Àngels

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Saludados por la organización como hermanos espirituales de Animal Collective -algo de eso hay, por supuesto-, Black Dicen llevan ya unos cuantos años generando un sonido propio y reconocible que desemboca ahora en Mr. Imposible, un álbum art-rock que gana en ritmo y psidodelia, «como Aphex Twin con banda«, siguiendo la hoja de ruta trazada por la organización en cuanto a su definición, una definición que sirve para hacernos una aproximación aunque no para captar una esencia que gana a cada escucha. En ese sentido, Mr. Impossible se sabe ganador.

La banda, en ese sentido, ha mostrado desde siempre un carácter muy libre, libertad que les ha permitido ir cambiando de sello con relativa frecuencia -han pasado por DFA o Astral, y Mr. Impossible llega con Ribbon Music y Domino-, sin que ello limite su estilo o altere las constantes vitales del trío neoyorquino, algo que a la larga ha reforzado su personalidad a costa de sacrificar, en parte, una mayor cuota de popularidad justo cuando la escena brooklynita parece estar viviendo su particular boom. Esa esencia es la que les ha permitido trazar un itinerario propio ajena a modas y corrientes, desde sus primeros trabajos más frenéticos a los nuevos, donde apenas se dan concesiones a todo aquello que rehuya de su propia concepción estilística.

Hablamos de una libertad psicodélica, que alimenta LP’s (casi) alucinógenos, una distorsión a la que renuncian en Mr. Impossible si bien se imponga ahora un relativo nuevo sentido melódico -coqueteos con la electrónica mediante-, que en ningún caso ahoga la propuesta original, trufada de loops y sucedáneos.

Quizá uno de los grandes méritos del grupo haya sido el de saber salvaguardar su propuesta incluso de los (varios) cambios en la formación que se han producido desde 1998, cuando publicaron su primer siete pulgadas, un Gravity con el que empezaron a tejer su propio discurso, alimentando desde entonces a lo largo de estos 15 años siempre bajo el liderazgo de Bjorn Copeland, fundador de la formación junto a Hisham Bharoocha. El hermano de Bjorn, Eric, se uniría al proyecto poco después, mientras que el tercer vértice del triángulo lo ocupa en la actualidad Aaron Warren, después de que entrara en sustitución de Sebastian Blanck.

Quizá su trabajo más representativo, o al menos el más coherente a la hora de analizar el sello que editó su trabajo, fue el Load Blown editado en 2007 por Paw Tracks (Animal Collective en el horizonte), uno de sus trabajos más generosos en cuanto a experimentación  (aunque Repo, también con Paw Tracks, mantiene la constante). Mr. Impossible es en ese sentido algo más accesible aunque, por fortuna, se mantienen fieles a sí mismos, sobreviviendo a cambios en la formación y tendencias, lo que no es poco.

Hay que agradecerle al BAM el esfuerzo de traer propuestas como Black Dice, sobre todo porqué el trío de NY tiene en el directo una de sus mejores bazas, algo que, seguro, hará tronar en el buen sentido la Plaça dels Àngels, en uno de esos conciertos que nacen con la etiqueta de imperdible.

Portada del último disco de Black Dice, Mr. Impossible