Ya han pasado un año y cuatro meses del último concierto que Isobel Campbell y Mark Lanegan ofrecieron juntos en Barcelona. La cita del 30 de noviembre de 2010 supuso un alto en el camino dentro de la carreja conjunta llevada por los autores de Hawk, el álbum de despedida de una colaboración que se fue a los seis años de trabajo en común. Ahora, Mark Lanegan vuelve en solitario para presentar Blues Funeral. Por ART VANDELAY.

Mark Lanegan, en una imagen de archivo

  • Tras seis años colaborando con Isobel Campbell, Mark Lanegan vuelve a publicar en solitario
  • Su trilogía con la exmiembro de Belle & Sebastian se cerró con Hawk en 2010
  • Harboriew Hospital sorprendre por su honestidad. Ode to sad disco por su cambio de registro

Blues Funeral retoma el camino musical de Lanegan allí donde lo dejó antes de empezar a colaborar con Isobel Campbell en la particular trilogía que ambos trazaron juntos entre 2006 y 2010, un cuatrienio especialmente productivo en el que Lanegan supo situarse en segundo plano en favor de Campbell, auténtica protagonista del proyecto por más que en los directos fuese Lanegan el que suscitase más aplausos.

La innegociabe personalidad del exmiembro de Soulsalvers se mantiene intacta, dejando que su voz vuelva a inundar un disco que mantiene las constantes vitales de su obra pre-Campbell y volviendo a tocar en solitario después de hacerlo, además de con Isobel, en proyectos como el citado Soulsalvers o Queens of the Stone Age. La colaboración por dichos proyectos ha introducido novedades en el envoltorio -hay loops y electrónica junto a su derroche vocal, de nuevo marca de la casa- y que se constata de manera evidente en Ode to sad disco, el tema más rompedor de un disco que nos confirma el regreso a lo grande del compañero de aventuras de Campbell en los últimos años.

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Blues Funeral se revela como un excelente disco ecléctico, en el que el cambio de estilos nos vale para recuperar una voz a la que nos habíamos acostumbrado escuchar acompañando a la de su parteneire y que regresa con fuerza bajo distintos estilos. Desde la citada -y muy bailable Ode to sad disco, a la crespuscular Bleeding muddy water o las mucho más rockeras Riot in my house o Quiver Syndrome, piezas en las que recuperamos al Lanegan más felino quee deja a Harboriew Hospital su momento de auténtica grandeza, la pieza que consagra un disco que aparece ya como una de las primeras joyas del nuevo año y que le reserva un hueco en las listas que nos tocará escribir dentro de unos meses sobre lo mejor del año que entonces acabará, tema por otra parte de infinitas lecturas personales dado el tormentoso pasado del propio Lanegan con las adicciones.

Isobel & Mark

Antes de asociarse con Lanegan, Isobel Campbell era conocida sobre todo por ser una de las componentes iniciales de Belle & Sebastian. Integrada en la formación escocesa desde sus inicios en 1996, Campbell tocó durante su paso por el grupo el violonchelo, dejando la coautoría de Legal man como gran legado a la formación antes de su salida de la misma en 2002, abandonó el proyecto alegando motivos personales.

Entre su salida de Belle & Sebastian y su asociación con Lanegan, Campbell participó en varios proyectos como The Gentle Waves, con los que lanzó dos discos o sus trabajos con el músico de jazz Bill Wells, versionando canciones de Billie Holliday. El propio Wells colaboraría con ella en su primer disco en solitario en 2003, editado bajo el nombre Amorino y que supuso un punto y a parte en su carrera musical.

Es entonces cuando se lanza a colaborar con Lanegan, publicando Ballad of the Broken Seas con el excantante de Screaming Trees y Queens of The Stone Age en el mismo 2006. Aquel primer proyecto colaborativo dejó un extraordinario poso artístico, culminado con una intensa gira que les llevó por el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

En 2008 llegaría su segunda colaboración con Lanegan, Sunday at Devil Dirt, compuesto ya únicamente en su totalidad por la propia Campbell, mientras que en el mismo 2010 sería el turno del Hawk que presentaron juntos en su última visita como dueto artístico a Barcelona.

Coincidiendo con su visita a Barcelona para presentar Hawk, Campbell comentó a Time Out que era más que probable que aquella fuese su última colaboración conjunta con el bueno de Lanegan, una decisión que tenía que ver más con su deseo de retomar su carrera en solitario que con el agotamiento de una propuesta de alto voltaje artístico, en el que quizá el enorme peso de la obra de Lanegan tuvo algo que ver a la hora de la apuesta de Campbell de volver a volar en solitario.

Sala Apolo, última parada
La noche del 30 de noviembre de 2010 fue la de la despedida oficial en Barcelona del dúo, en un concierto enmarcado dentro de la presentación de Hawk. Ambos decidieron separar sus caminos para retomar sus carreras en solitario -Campbell ya dijo entonces que aquel sería su último disco colaborativo entre ambos, y que en su nuevo EP contaría con otro solistas además de propio Campbell para acabar de cocinar el disco- y ofrecieron un concierto a la altura, muy por encima de su algo más desangelado paso por el Primavera Club de 2008 (sí, últimamente estamos algo nostálgicos con aquel año, valga la recuperación de Mika Miko como ejemplo).

Lo cierto es que los tres discos de este extraño y adictivo dúo comportaron paso por Barcelona. En el primero (Ballad of Broken Seas) Campbell llegó en compañía de Eugene Kelly, de The Vaselines, mientras Lanegan se encontraba en proceso de rehabilitación, mientras que en el segundo -el citado y algo caótico concierto que ofrecieron en el Primavera Club 2008 sirvió para presentar la que seguramente es su mejor obra, el notable -aunque algo inferior a sus dos compañeros excelentes de trilogía- Sunday at the Devil Dirt.

Uno de los aspectos que más llamaban la atención en los directos entre Campbell y Lanegan era el de comprobar como dos mundos en apariencia tan diferentes el uno del otro daban como resultado aquellos trabajos hipnóticos en los que las composiciones de la escocesa se beneficiaban de la profundidad de Lanegan en un sentido homenaje a la música popular norteamericana -sus canciones podrían ser la banda sonora de cualquier film de Wim Wenders, otro enamorado de la cultura made in USA- que hacían de aquella sentida asociación un rara avis a seguir.

Y aunque en los discos la mayoría de textos venían firmados por Campbell, el directo reservaba pequeños momentos exclusivos para Lanegan, como el Wedding dress que sonó a modo de despedida entonces, rescatada de su disco de 2004 Bubblegum y cantada en su versión original junto con Wendy Rae Fowler.

Mark Lanegan tocará el próximo 27 en Bilbao (Café Antzokia), el 1 de abril en Madrid (Sala Kapital) y el día 2 en la sala Apolo de Barcelona.

Mark Lanegan e Isobel Campbell, en una imagen promocional