Gerard Alegre (El Último Vecino) me espera sentado en un bar. Acaba de venir del centro de comprarse un anillo de ámbar que se había prometido a él mismo para cuando terminara VOCES (Canada & Club Social 2016), su último disco. Al parecer le encantan esos anillos desde que es un niño. Siento que estamos en una especie de día de la liberación, como en el final de algo muy importante. El disco —el cual no he escuchado en el momento de hacer esta entrevista— justo se encuentra en proceso de mezcla.

Joder, sí, ya está acabado, la verdad es que sí, me he quitado un peso de encima. ¿Nos pedimos otra caña?

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Gerard es la voz de El Último Vecino, un grupo de pop con reminiscencias mágicas a los ochenta, estribillos repetitivos y ecos que te llevan a The Smiths, La Mode, El Último de la Fila… De ahí el nombre. Y Gerard añade:Y Queen, Phil Collins, Enya… La música que se podía hacer en estudios de grabación no muy caros, pero prestigiosos, de principios de los noventa”.

Las guitarras, los timbres, las resonancias de los teclados tienen todo aquello que escuchaba su familia, y que le quedaron taladradas. Casetes de Enya y Queen en el coche de camino a la casa de veraneo. Los sonidos vienen de ahí, pero a nivel melódico es todo nuevo.

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TEXTO: ANNA PACHECO | FOTOGRAFÍAS DE AHÍDA AGUIRRE CEDIDAS POR CANADA EDITORIAL

El Último VecinoIgual es empezar por el final, pero es que tengo muchas ganas. Hablemos de VOCES. Me ha dado la sensación de que ha sido un proceso largo y duro, incluso doloroso.
Ha sido muy chungo. Te diría que los momentos buenos han valido la pena, pero probablemente no es así. No sigo porque valga la pena, sino porque no puedo hacer otra cosa. Tenía que darle fin a esto.

De ahí la famosa publicación en Facebook en la que anticipabas que el nuevo disco sería un desastre.
¡El famoso post! Todo el mundo me habla de él (risas). Es que noté que ya no me gustaba la música que hacía, creía que cualquier canción del mundo le daba mil patadas. Pero es que, además, llegué a un punto en el que no me gustaba la música, en general. Oía, yo qué sé, cualquier canción bien hecha y producida de Michael Jackson o cualquier temazo de Queen, y pensaba “ESTO ES UNA MIERDA”. No sentía nada y necesitaba verbalizarlo. Estaba avisando de que quizás no habría segundo disco, de que quizás me iba a la mierda. Pero la gente se volcó muchísimo.

¿Y ahora?
Pues como vino, se fue. Ahora estoy muy contento con el resultado y con los temas. Ahora lo único que me da pena es que tengo 30 años y no 25.

Pero no estarías haciendo esto con 25.
Entonces cambio un poco el enunciado: lo que no me gusta es no haber hecho esto con 25.

Explícame un poco el proceso de componer canciones.
No sé bien cuál es, pero en la mayoría de casos pasa del 100 al 0. En algunas canciones, no sé por qué, la inspiración va más rápida y no llegas a estar tan mal. Pero, por lo general, siempre dudo mucho y sufro. Pero luego hablo con mi novia y con mis amigos y me dicen que tengo que confiar más en mí mismo y me relajo un poco.

¿Te obsesionas mucho con el resultado de las canciones?
Hay momentos de brindar contigo mismo a nivel conceptual, no sé. A veces crees que eres el mejor músico del mundo, que es muy bonito lo que has hecho, y otros en los que simplemente crees que un asesino en serie es mejor que tú.

¿Y cómo lo gestionas con la banda? ¿Te encierras y luego lo ponéis en común, o cómo?
Aunque pueda parecerlo desde fuera, la banda no es la típica banda contratada. Los tres discos los he hecho yo solo, pero porque realmente no sé trabajar de otra forma. Pero cuando está hecho, entonces quedamos en mi casa, donde tengo un pequeño estudio, y escuchamos el disco y decidimos qué hará cada uno. Pero hay bastante libertad. Lo bueno es que coincidimos en el mismo tipo de camisa, como yo digo: que nos gusta el mismo tipo de música, vaya.

Realmente sonáis muy distinto en directo.
Sí, y me mola mucho potenciar eso. Es decir, me gusta que se reconozca que el disco lo he creado yo a partir de vivencias mías y demás, pero cuando vamos a tocar me gusta que se nos reconozca como un grupo, una banda. Creo que lo estamos logrando. En el disco solo soy yo grabando pista sobre pista, pero luego en directo es otra cosa.

¿Hay diferencia entre lo nuevo y lo viejo de El Último Vecino?
Me da la sensación de que el nuevo disco se parece más al maxi-single de Tu Casa Nueva. Pero son apreciaciones muy personales. Uno lo veo más marrón y el otro más verde. Pero, en general, creo que VOCES es un disco más pop. Me da la sensación de que podemos ganar público aunque no lo hice queriendo.

¿Te gustaría que El Último Vecino llegara a más gente?
Conseguir gancho en una canción de pop es como encontrar el santo grial: es lo que queremos todos los artistas que nos dedicamos a la música pop. La canción más tonta que no te puedes sacar de la cabeza es la más difícil de hacer. Si supiera cómo hacerlo, estaría forrado y me dedicaría a componer hits de la hostia para Miguel Bosé. Pero, joder, ¡ser un artista de culto de masas tiene que ser la polla! Yo qué sé. Creo que no es malo si te digo ahora mismo que me gustaría ser como Bowie, que se muere, y hay repercusión.

Háblame de la gira que habéis hecho por Latinoamérica. Vaya locura, ¿no?
Ha sido muy guay. México mola mucho porque es un poco como los años noventa de aquí, a la gente le gusta mucho la música y los conciertos y hay más esa sensación de ultrafanatismo por los grupos: la gente lleva pancartas, se compra camisetas. Fue la hostia llegar ahí y ver a gente con pancartas de EUV. A mí me encanta que me pidan fotos, y no te lo digo por el rollo “famoseo”, sino por el reconocimiento.

Y eso que desde fuera, en los conciertos, da la sensación de que eres un tipo muy serio.
Porque los conciertos me los tomo muy en serio.

¿Y en el momento de empezar con EUV te planteaste una “forma de estar” sobre el escenario, de bailar, de actuar? ¿O es totalmente espontáneo?
Pues es verdad que inevitablemente uno se pregunta “¿Gerard, qué vas a hacer?”, porque un concierto es un espectáculo y hay gente mirándote. Así que simplemente creí que lo adecuado era moverme o hacer exactamente lo mismo que hago en mi casa cuando estoy solo y canto.

Hablando de esto, ahora me he acordado que te vi en un vídeo en Youtube subiendo en directo a un escenario para abrazar a Samuel T. Herring, el cantante de Future Islands. Me flipa ese tío.
¡Yo me lo follaba! (risas). Lo conocí esa misma noche. Fue en México. No sabía ni que existía ese grupo, y Manel (el batería) me dijo que el cantante era muy buen frontman. Y a mí siempre me han gustado los héroes, los mártires. Lo descubrí esa misma noche y me flipó. Es guay ese tío. Suda mucho.

He visto en Carretera Sensacional (tu Blogspot) que antes de hacer música fabricabas maquetas minuciosas de edificios. E incluso te llegaste a dedicar profesionalmente. ¿De dónde viene eso?
Lo de las maquetas viene de mi abuelo y siempre lo he encontrado muy bonito, un mundo muy apasionante y freak. Pero tanto la música como las maquetas me quitan mucha fuerza y mucho tiempo. Yo si ahora me pongo a hacer una maqueta, me olvido de todo. ¡Aunque a veces, no te creas, me he planteado dejarlo todo e irme a Finlandia a hacer maquetas!

¿Qué música estás escuchando ahora?
Pues como me he comprado unos auriculares nuevos, muy pros, estoy escuchando los discos que siempre me han molado, pero ahora oigo más matices, ¡ahora los oigo como ellos hubiesen querido! Así que ya te imaginas, estoy escuchando El Último de la Fila, Héroes del Silencio, Queen…

¿Y de grupos nuevos?
No encaja mucho con la estética de EUV, pero los PXXR GXN tienen algo que me gusta, quiero decir, considero que es como el punk de los ochenta, el movimiento más popular. De la misma forma que me gusta el punk como fenómeno musical-social, esto es lo mismo. Dar la espalda a eso es como dar la espalda al mundo.

Vaya, que te mola el trap.
Me fascina. Porque es así. Porque es algo muy vivo que está haciendo la gente que no sabe tocar, lo están haciendo porque realmente necesitan tocar. Necesitan hacer eso. Entonces, ¿qué voy a hacer yo? ¿No mirarlos y seguir haciendo pop y acabar siendo como el típico popero madrileño con las patillas de los sesenta? Pues no.

El Último Vecino

Me gustan mucho las letras de tus canciones. ¿De dónde las sacas? Me imagino perfectamente las cuevas, los vecinos, las culebras, en mi cabeza. A veces tengo la sensación de que podrían ser cuentos.
Es curioso, yo creo que ni los cuentos ni la literatura me pueden influir mucho porque yo no leo. Creo que solo me he leído un libro en mi vida, La obra maestra desconocida, porque me lo recomendó mi profesor de arte en el instituto. Pero se me hizo muy pesado. No sé, leer me aburre. Creo que leer está un poco sobrevalorado. Pero luego veo mucho arte y ensayo. También es verdad que siempre he escrito un montón. Me acuerdo que una vez con 12 o 13 años fui con mis padres y mi hermana pequeña de vacaciones a Almería, y mientras ellos estaban en la playa me dio por escribir un guión de una película de cine que iba sobre un periodista en la guerra. En aquella época me molaba escribir libros, pero como muy tochos, ¿eh? Y seguro que todos llenos de faltas de ortografía. Hago muchas faltas (risas).

¡Ya me fijé en el post de Facebook!
Siempre me han suspendido en la literatura por las faltas, siempre, siempre. Antes me traumatizaba, como las uñas, pero ahora incluso me mola. No es una excusa de mal pagador ni quiero ir de poeta. Pero realmente pienso que cuervos con V no es lo mismo que cuerbos con B. Probablemente cuando quiera describir un cuervo que esté en el suelo usaré la V y cuando quiera describir un cuerbo que esté volando usaré la B. Es la sensación que me da, más visual. En fin, ¡menos mal que existen los correctores!

Es verdad, tus uñas, te las muerdes muchísimo.
Hoy las tengo especialmente feas. Pero ya he llegado a un punto que encuentro belleza en esto. Hablo en serio. No es precioso, pero es diferente. No me importa. Es como la gente que tiene los dientes separados. A mí me encantan estas cosas.

¿Y qué cosas no te gustan?
Me irritan cosas que hace la sociedad. No sé, preferiría a Francisco Franco de presidente y que no se pudiera comer carne. Hay cosas normales que no comprendo como pueden ser normales. ¿A que yo, por ejemplo, si voy por ahí con un cúter rebanando a la peña no es normal? Pues tampoco es normal lo que se hace con los animales.

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En el momento de entregar esta entrevista, ya se ha publicado “La Entera Mitad”, el primer single de VOCES. Y yo no puedo dejar de cantar.