Como venimos comentando estos días, mañana jueves arrancan las Shook Sessions, dentro de las jornadas de inauguración de PLACA TURCA. La presencia de Esponja en el cartel del viernes nos sirve para recuperar su fantástico HyperVigil, del que ya hablamos el pasado verano, esta vez con una reseña de Sergio Verdiell, quien ya colaboró con nosotros en fechas pasadas. El texto nos sirve además para recuperar uno de nuestros discos favoritos del pasado año. Por SERGIO VERDIELL

Esponja son inquietantes e imprevisibles. En este álbum, muestran su marca de composición y ciertamente aunque no sea un álbum muy conocido a nivel internacional, los que tengamos el placer de escucharlo y conocerlo apreciaremos su valor de sentirnos atraídos por el noise rock innovador que cuenta el álbum.

Cada vez que escucho a Esponja, hay una pregunta que siempre me viene a la mente: ¿por qué no venden miles de discos estos chicos?. Esta banda barcelonesa de noise rock\shoegaze tienen un sonido innovador en su estilo a pesar de sus influencias, e  HyperVigil nos da la oportunidad de navegar con música de lo mas variopinta. Desde canciones que recuerdan a Sonic Youth o  My Bloody Valentine a temas más punks como Parálisis permanente. Canciones suaves, duras y ensoñadoras que,sin embargo, también rezuman creatividad y originalidad.

No se puede decir que este álbum sea fácil de escuchar y más si no estás metido dentro del mundo de la música de estilos alternativo. pero la producción y su sencillez de arreglos hacen que el álbum cobre una personalidad difícil de conseguir, atrayendo cualquiera que quiera iniciarse en la música indie o este inmerso en ella. Sin embargo, Esponja se esfuerzan por elaborar un sonido caótico, en el que siempre hay algo intencionado, no hay nada suelto al azar, todas las voces están vinculadas perfectamente a la melodía de su música, y la progresión de sus canciones es excelente.

Jenni, en la FiM Vila-seca // F. Navarro

Jenni, en la FiM Vila-seca // F. Navarro

Los riffs de guitarras son unánimes, la batería huele a perfección y las canciones siguen un patrón lógico. No hay una gran cantidad de voces distorsionadas o gritos ensordecedores (Portugal es la excepción), pero Esponja dan rienda suelta a su actitud rebelde con No cuentes nada, usando voces penetrantes sin desmoronar ningún tipo de orden. La canción hace una entrada estelar con un sonido de guitarra que prefigura el clamor inminente de unos sonidos contundentes de batería. HyperVigil avanza a través del álbum con audacia absoluta, bombardeándome con sonidos inquietantes que componen un registro de caos sin parar. Aprovechando su imprevisibilidad cuando escuché por primera vez Voom, me pareció un sonido muy grunge en su entrada inicial con esos riffs de guitarra, estableciendo un asalto frontal con una voz retorcida y un ritmo acelerado -¿quién me discutiría lo contrario si la canción fuera cantada en ingles?-. La batería y la guitarra se inflaman hasta que finalmente dejan escapar un grito de dolor.

Ronnie, a su paso por Trilogy Rock // E. Mató

Ronnie, a su paso por Trilogy Rock // E. Mató

A medida que la banda empuja a través del álbum, su visión sigue idéntica sin cambiar su identidad. Si tuviera que escoger los temas más destacados a título personal, serian Fucking pony la canción que da inicio al álbum y que suena más shoegaze de todo el disco, o la ya comentada Voom y 2-3 am, que de buenas a primeras Jenny se transforma en Kim Gordon por unos instantes y suenan a Sonic Youth, confirmando su adoración por la banda neoyorquina. The name of ages, la canción que finaliza el álbum y que se aleja de lo que podría haber sido una melodía sencilla,  transformando la canción en una balada implacable. Los cambios de la canción con diferentes ritmos aumentan la resistencia de la batería de Jenny, tomando la dirección de la canción en sus propias manos hacia el destino final. ¡Simplemente adoro esta canción!

Dejamos por último el tema Apetito, grabado para Waaau TV

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