La segunda jornada del Faraday en el Molí de Mar estuvo protagonizada por el acento valenciano que Senior & El Cor Brutal primero y Juli Bustamante después insuflaron al Festival. El primero se hizo con el escenario partiendo de su conexión con el público en los conciertos -Senior se crece en los directos y esta vez no fue una excepción- y el segundo lo hizo protagonizando uno de los conciertos más entrañables de la temporada estival, con Fred i Son como banda de acompañamiento. Crónicas de HR PREZBO, NORMA SOLANO y RUBÉN IZQUIERDO. Fotografías de RUBÉN IZQUIERDO

  • La Estrella de David y Senior, entre los mejores de una noche que tuvo a Frida Hyvönen a su diva ideal
  • Juli Bustamante nos regaló el mejor concierto del festival, un derroche lumínico en el que demostró una gran sinergia con Fred i Son
  • El Faraday recuperó al mejor Josh Rouse, perfectamante ajustado al escenario mediterráneo del Faraday, después de dos discos en los que nos había desenganchado

Ocellot, esta banda de psicodelia catalana, fueron los encargados de abrir la tarde del sábado, la segunda jornada fuerte del Faraday. Dieron la bienvenida a todos los que llegaban al festival, recibiéndonos con su instrumentación psicodélica y experimental. Marc Fernández y Elaine Phelan, acompañados a la guitarra y a la batería, desplegaron su álbum debut, de título homónimo, influenciada por Syd Barred o Ia-Batiste, pero a la catalana, sonando muy bien en directo, en una combinación muy interesante de la voz de Marc, el sintetizador de Elaine y las melodías al más puro estilo años 70. (Por Norma Solano).

Senior & El Cor Brutal fueron los primeros pero no los últimos valencianos en saltar al escenario en la jornada del viernes. Tras el arranque de Ocellot era el turno de Miquel Àngel Landete, Senior, y su banda, que llenó de folk ácido y reivindicativo el escenario Estrella del Faraday. Senior demostró una vez más que hace música para poder expresar lo que piensa, y aprovechó el concierto para gritar en contra de las injusticias y también a favor del amor, del sexo y del Carpe Diem.

En un recital agradable y enérgico, el valenciano y su Cor Brutal sonaron potentes, ofreciendo versiones de sus temas más celebrados, como Gran o Tots els ianquis que vull mucho más eléctricas que el en álbum, alejándose un poco del tono más folk pero siempre en valenciano. Un concierto que parecía decir: Al mal tiempo, buena cara. (Por Norma Solano)

Senior, a su paso por el Faraday // R. Izquierdo

La presencia de Juli Bustamante en el Faraday se empezó a fraguar en el bellísimo homenaje que recibió hace unos meses en la Sala Apolo, y tuvo continuidad con el cameo que realizó en el último episodio de la temporada inaugural de Pop Ràpid.

Bustamante, con los Fred i Son // R. Izquierdo

El concierto empezó precisamente con Avions, el tema que interpretaron juntos en la serie de TVC y ya no bajó de las alturas, exhibiendo solista y banda una sintonía que ya querrían para sí bandas de largo recorrido, con Bustamante haciéndose con el escenario partiendo de un carisma innegociable, un pop vitalista y contagioso que inundó el Escenario Estrella, perfecta muestra de pop mediterráneo bien entendido que convirtió a Bustamante en uno de los triunfadores de la jornada, regalándonos un intimista bis con Renaldo i Clara. (Por Rubén Izquierdo)

Renaldo i Clara, aparición por sorpresa // R. Izquierdo

Cumplido el doble programa valenciano de la noche, al que habría que añadir, tal vez, el pop mediterráneo del afincado en Valencia Josh Rouse, fue el turno de Dalmau Boades, que presentó su proyecto personal de Esperit!, última propuesta musical del Aus Mau, que volvió a convencer partiendo de su enérgico set. Auspiciado por Bankrobber, Esperit! supo medir los tiempos, encajado con acierto su original propuesta en una jornada de marcados ribetes mediterráneos. (Por Rubén Izquierdo)

Tras el bueno de Mau fue el turno para Frida Hyvönen, una de las cabezas de cartel, la diva del pop sueco, aprovechó el único concierto en España en el marco del Faraday para ofrecer un recital en el que presentó nuevos temas, mucho más ochentenos que los de sus dos anteriores álbumes, como el single de su último trabajo, To the Soul (Universal, 2012) el tema Terrible Dark.

Con un atuendo entre 80’s y galáctico, que completaba con una capa decorada con conchas que ella misma dijo haber sacado del mar ante el escenario del Faraday, ofreció un concierto en el que su voz y su piano fueron los protagonistas, explicando en más de una ocasión el contexto de sus canciones, de letras costumbristas pero de melodías imponentes y elegantes, con un fuerte componente pop, posiblemente más manifiesto en sus directos, que la sitúa en el podium de las reinas del pop menos masivo y que, sin descuidar la imagen, nada más lejos, mantienen en un primer plano su expresión mediante la música. (Por Norma Solano)

Josh Rouse vino bien acompañado con miembros de los valencianos Maderita y supo sonar pausado, otoñal y con groove. Si alguien pensaba que estaba acabado (sus últimos discos son bastante flojos), en su directo demostró que todavía le queda cuerda. (Por HR Prezbo)

Josh Rouse recuperó el tono de discos pasados // R. Izquierdo

Posteriormente fue el turno para La Estrella de David. El propio David y los suyos lo dejaron bien claro en los dos primeros minutos de concierto: “Somos españoles y de los noventa” y acto seguido las guitarras empezaron a flotar con distorsión añeja made in 90’s. Para lo bueno y para lo malo, esa fue la tónica del concierto. Para unos, los peores clichés del indie español en juego. Para otros el esplendoroso sonido de la generación Beef/Los Planetas. (Por HR Prezbo)

Pegasvs
tocan en todos los festivales y en casi todos tienen el mismo problema: el volumen. Tienen que atronar, tienen que violentar con su mezcla de kraut y pop electrónico. Pero no hay manera y el sábado volvió a pasar: ejecución perfecta, pero volumen propio de un parvulario. (Por HR Prezbo)

Cerró la noche en lo que a directos se refiere La Casa Azul, dulce colofón que llenó de baile el escenario Estrella para rematar una equilibradísima edición que evidenció el notable estado de salud del Festival.