Hace unos días los Gabriel y Vencerás estrenaban videoclip, una canción que lleva por nombre Marino y que le sirve a la banda para empezar a presentar su tercer trabajo de estudio. Hablamos de Juegos Mediterráneos (Hermanos Segundos, 2016), trabajo que llega anticipado por el single que hoy nos ocupa, cuyo videoclip está protagonizado por Dionisio Pérez, padre de Jorge P. Zaera, vocalista del grupo. Hemos hablado con ellos para conocer más detalles del clip y del disco, con salida prevista para el próximo mes de septiembre.

Texto: R. IZQUIERDO | Fotografía: GABRIEL Y VENCERÁS

Acabáis de presentar el videoclip de Marino, adelanto de vuestro tercer disco. Jorge, ¿qué puedes contarnos del single? ¿Marcará el tono del álbum?
‘Marino’ es una tema madurito e interesante, posiblemente uno de nuestros zénits compositivos. Estamos muy orgullosos de él. En general, lo que marcará la unidad del álbum es que ha sido una producción más cuidada, gracias a Carasueño, que también ha aportado arreglos finos; y que las canciones son mejores, creo. Es un disco que tiene un poco de todo: momentos de energía e inmediatez, pero también otros  sosegados para disfrutar con una luz tenue y una copa de vino.

Diriges el clip y lo protagoniza tu padre. ¿Cómo fue el casting?
Es una persona que conozco desde hace tiempo, sabía de sus dotes interpretativas y que encajaría perfectamente en el vídeo. Mis compañeros apoyaron la idea porque saben del carisma de Dionisio y presenciar cómo construye guitarras resulta la mar de romántico.

El clip es un elogio a lo artesanal, a lo cotinidiano. Al no tener ni idea de grabar ni montar ha quedado un auténtico documental de aficionado, muy doméstico

En el clip se “refleja el trabajo de Dioniso en su taller de construcción”. ¿Cómo surge la idea del clip? ¿Qué mensaje buscabas?
Es un elogio a lo artesanal, a lo cotidiano. Realmente no sé cómo surgió la idea. Fue de repente, me vino la imagen a la cabeza y lo llevé a cabo. No tengo ni idea de grabar ni de montar vídeos, así que pensé en aprovecharme de eso también, y conseguir un auténtico documental de aficionado, doméstico. Por otro lado, si lo haces tú todo, pese a las limitaciones, al final es muy práctico porque no tienes que depender de nadie, ni pedir favores. Está en tu mano. Lo grabé en una tarde, lo monté en otra y a nuestros amigos les gustó, así que fue maravilloso.

El disco se grabó a finales del año pasado y ha sido producido por ti mismo y Carasueño. ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Difiere mucho respecto a los anteriores?
Conocemos a Carasueño desde hace mucho, casi tanto como a Dionisio. Cuando empezó a grabar a grupos, sabía que acabaríamos haciendo un disco con él porque, además de ser nuestro amigo, tiene mucho talento y un gusto exquisito para los arreglos -de hecho, ya participó en varias canciones del anterior-. Es un álbum con un sonido más cuidado, la voz suena más redonda, la batería en general también, hay varias canciones con cajas de ritmos y loops… Lo hemos hecho como mejor hemos podido.

El tema supone el primer adelanto del disco. ¿En qué crees que ha cambiado más el grupo desde Ácido Niña EP?
En mucho y en nada. Ahora intentamos preocuparnos por que suene (algo) bien, pero seguimos siendo unos bolingas. Así que, tal vez, en nada.

En vuestro disco anterior, San Felices, estrenábais en parte la movida de Hermanos Segundos. ¿Qué es lo que más destacáis y valoráis de la autoedición¿ ¿Cómo es la gestión interna del grupo?
Lo mejor de la autoedición es que todo depende de ti y que lo haces a tu manera. Pero la limitación es esa, que muchas veces no tienes todas las ganas o el tiempo que deberías para dedicarte a la fabricación de los discos, a la promoción, a intentar cerrar algún concierto. A mí, por ejemplo, hay veces que se me hace un poco pesado, porque lo que me gusta es hacer canciones, grabar y tocar. Pero, por otro lado, también soy el más interesado en que Gabriel siga adelante y de la mejor forma posible, y sin una cosa no hay otra, así que a pesar de los fallos y de las limitaciones, creo que autoeditarnos es la mejor opción ahora mismo.

Juegos Mediterráneos verá la luz en septiembre, justo después de la temporada de festivales. ¿Cómo encaráis las presentaciones del disco?
De momento ya tenemos cerradas las fechas de Barcelona y Zaragoza para octubre. Luego querríamos ir a Madrid y Valencia y, después, lo que se ajuste a nuestro ritmo mediterráneo.

No sé si tenéis pensado repetir lo de Japón alguna vez. ¿Con qué recuerdos os quedáis de aquel viaje? ¿Mantenéis el contacto con Kaz?
Los recuerdos son infinitos y muchos están recogidos en el blog de Hermanos Segundos. Seguimos el contacto con Kaz, sí, es un compositor prolífico donde los haya, un genio. ¡Ojalá podamos volver con este disco!

Supongo que aquella gira es de las que marcan a un grupo, al menos su manera interna de trabajar. ¿Qué es lo que más disfrutasteis de aquella aventura? ¿Os ayudó a consolidaros como banda?
Nos unió mucho, sí, aunque ya veníamos arrejuntándonos de antes, esas borracheras en las antípodas lo fueron todo para nosotros, serán imposibles de olvidar ni de igualar. Hay una canción del nuevo disco, precisamente, que habla de esos momentos.

En vuestro anterior trabajo lanzasteis un crowdfunding propio que, supongo, os permitió tener un contacto muy estrecho con aquellas personas interesadas en formar parte de la campaña. ¿Qué balance hacéis de aquello? ¿Repetiréis el modelo?
Fue fundamental, claro, porque sin su apoyo no habríamos podido editarlo. Este disco lo hemos pagado a toca teja porque no queríamos hacerles pasar por lo mismo, ni a nosotros.

Ya acabo. El año pasado Las Ruinas os incluyó de manera directa en su homenaje a Hi Jauh, colectivo al que estáis muy apegados. ¿Qué recordáis de la grabación del clip? ¿Le devolveréis el guiño a Las Ruinas?
Lo pasamos genial, claro, cómo no. El guiño se lo devolveremos en el nuevo nuevo disco, el que grabaremos el año que viene, así que habrá que esperar un poco.