No era fácil levantar una nueva pica en el camino hacia la cumbre, pero Grizzly Bear lo han vuelto a lograr. Superar las (enormes) prestaciones de Veckatimest y estar a la altura de las (elevadas) expectativas con Shields era una tarea complicada, de la que han salido airosos de la mano de un trabajo que se mueve entre lo onírico de Adelma y la solidez de Speak In Round. Por encima de ellas, joyas como Yet again confirman lo esperado: la espera ha valido la pena. Por ART VANDELAY. Fotografía de portada de PATRICE BAK

  • Quinto disco de estudio para Grizzly Bear, el primero después del gran éxito de Veckatimest, resuelto con gran pericia por Troste y los suyos
  • El álbum ha experimentado un largo proceso creativo para acabar desembocando en uno de los trabajos más personales de los de Brooklyn, un LP con sello de autor, elevado por la magnificencia de sus temas principales
  • Yet Again y Sun in your eyes logran en ese sentido colarse entre las favoritas a figurar entre lo mejor del año, sobre todo una Yet again que cautiva de inicio a fin

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Un trabajo de la enjundia de Veckatimest, el boom que supuso aquel monumental éxito y la interminable, maratoniana gira que resultó de aquello, tuvo como contrapartida un agotamiento también en lo creativo que llevó al grupo a un parántesis de tres años en lo referente a nueva producción musical.

Un paréntesis que les ha servido para explorar nuevas vías, poner ideas en común y finalmente lanzar su ya quinto trabajo de estudio, cuyo resultado proviene de un parto doloroso -encuentro incluido de todos ellos en un pequeño pueblo de Texas, vuelta a los orígenes para retomar el pulso perdido en un nuevo encuentro en Cape Cod.

De todo ello ha trascendido un álbum sin las capas previas con las que vistieron a Veckatimest. Una desnudez nada barroca que da al apartado vocal un protagonismo mayúsculo, sin que ello implique un descenso en otros aspectos musicales, gracias a la gran pericia de todos los miembros de la banda, inmiscuidos además en proyectos paralelos con los que terminan de darle a Grizzly Bear ajustes, texturas y contrastes de los que se beneficia el resultado final.

Para su quinto trabajo de estudio, los de Brooklyn han apostado por temas largos, historias cerradas -ninguna dura menos de tres minutos y medio y la excelente Sun in your eyes se va a los siete minutos- y temas con el indudable empaque de A simple answer, otra de las aportaciones que más y mejor resumen la esencia del disco, con un Edward Troste grande en su nueva intimidad, una desnudez vocal que eleva el discurso y hace de Shields un firme canditado a la trascendencia.

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Y por encima de todo el conjunto, la citada Yet again -de la que dejamos una versión en directo para Soundcheck-, uno de esos temas que justifica la grandeza de un disco por sí sola.  Posee tal elegancia, emociona y seduce tanto desde su primera escucha, que con Yet again habrían logrado ya algo lo suficientemente grande como para no prestar atención a lo demás… de no ser que se logra lo imposible: mantener la excelencia, vestida de una elegancia cautivadora y envolvente, adictiva, con momentos de gran intensidad emocional –Sleeping ute es una descarga eléctrica, una convulsión inesperada en su discografía- y con Speak in rounds revisitan pasajes folks ya explorados en sus inicios, poniéndose la guinda con la intensidad emocional de Half gate.

Trabajo elegante -elegancia que alcanza a la portada del disco- situado en la cumbre de la madurez creativa de un grupo cuya propuesta queda reforzada más allá del monumental éxito de Veckatimest. Que grata sensación de alivio comprobar que tras el oropel de entonces había espacio aún para algo como Shields.

Escucha Shields, de Grizzly Bear, en Spotify.

Artwork de Shields, extraído de sus redes sociales // Grizzly Bear