Heyward Howkins ha firmado con The Hale & Hearty un debut en solitario de lo más prometedor, gracias a un sonido envolvente y muy personal que le entronca con grandes nombres del género. En los 11 temas que integran su primera entrega en solitario firma un trabajo evocativo y cercano, cuya pista conviene seguir. por RUBÉN IZQUIERDO

  • Primer álbum en solitario para el de Philadelphia después de colaborar en varios grupos, un debut de aire evocativo que tiene en temas como Sugar sand stitched lip  o Plume and Orange motivos suficientes para disfrutar su propuesta
  • De los citados temas, el primero ha hecho las veces de single de lanzamiento, ofreciendo a través de sus redes sociales el estreno de su videoclip

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El nombre de Heyward Howkins no nos decía nada cuando nos llegó su correo electrónico ofreciéndonos la escucha de su álbum de debut. «Espero que os guste«, vino a decir al tiempo que acompañaba el mail con el bandcamp del álbum y un streaming privado, firmando personalmente el envío.

Culminada la primera escucha éramos un poco más felices por el mero hecho de que el bueno de Howkins nos incluyera en el mailing. Y es que The Hale & Hearty se revela como un notable debut, que llega con producción de Chet Del Campo y que funde sonidos británicos y estadounidenses con una elegancia innata trufada de arreglos sugerentes, una presteza lírica notable y un sentido evocativo que eleva el tono del disco, algo que se percibe desde la inaugural Thunderin’ stop y que se mantiene a lo largo del disco en temas como la homónima Hale & hearty o la conclusiva Hudson piers.

Howkins empezó a llamar la atención a inicios de la década pasada, formando parte de The Trouble With Sweeney, proyecto con el que llegó a abrir para bandas como My Morning Jacket u OK Go. Con The Trouble With Sweeney llegó  a editar tres EP’s y dos EP’s, formando parte a su vez de The Silver Ages, un grupo coral vinculado a la escena de Philadelphia, que llegó a incluir a nombres como Charlie Hall (The War On Drugs, Buried Beds), Gianmarco Cilli (National Eye) o Dave Wayne (The Capitol Years), así como Zach Miller (Dr. Dog) y Josh Newman.

Portada del álbum de debut del de Philadelphia

Volviendo al disco, éste se grabó en Junio de este mismo, cuenta con 11 temas de calma evocadora, uno de esos trabajos que sirve para tomarnos una (necesaria) desconexión del mundo exterior, conectados a la propuesta de Howkins a través de un discurso muy personal, en el que los arreglos de cuerda brillan con luz propia logrando una suerte de intimidad muy bien resumida en el videoclip de Sugar sand stitched lip, uno de sus temas más celebrados, cuyo vídeo dejábamos unas líneas más arriba.

El disco destila aroma y autenticidad, y está tocado por esa áurea clasicista que puede disfrutarse, de hecho, en su mismo bandcamp, una invitación a la desconexión  que conviene celebrar.