Los jueves son día de cassette. Ergo son días de felicidad. Sobre todo si vienen en forma de sorpresa grata, casi marciana. Es el caso de Happy Doghouse, interesentasímo proyecto que nos llega directamente de Corea del Sur.

Su carta de presentación fue un EP de pronuncia imposible para nosotros, con el que ponemos a prueba la capacidad de nuestro wordpress (sí, somos un blog). El EP de marras fue 행복한 강아지 집 (Happy Dog en inglés, si Google Translator no nos engaña) y está integrado por seis temas adictivos, de los que apenas hay información en la red, más allá de alguna entrevista. Más magnetismo para un EP al que seguramente hay que llegar así, desprotegidos , prestos a dejarse llevar por la marea de su propuesta.

Happy Doghouse son Cody y Hyehyeon y de lo poco, de lo poquísimo que se sabe de ellos, es que son de Corea, que se inspiran en la música Shibuya-key (sic) y en lo vídeos juegos antiguos y que tienen una gran estima por los perros, de ahí el nombre de la banda.

Poco vistos en la red, su mejor retrato lo encontramos en la revista digital Korean Indie, que dio con ellos, ofreciendo una interesante entrevista donde quedaban claros sus filias y fobias, en un trabajo que tiene mucho de experimental (Hyehyon vive en Corea y Cody en Los Angeles, lo que hizo que el EP se trabajase sobre todo vía Internet, según explicaba Cody al citado medio, en una entrevista que, por su interés, dejamos disponible aquí) del que salen victoriosos pese a su brevedad.

Y es que su carta de presentación pasa en un suspiro: Boxcar dog no llega al minuto de duración, Go to school punk dog lo rebasa por poco y solo milk-bone supera, por poco, los dos minutos de duración. Rock’nRoll puppy, seguramente la más lograda de todas, se sitúa a medio camino entre todas ellas, en un trabajo al que le deseamos continuidad y prosperidad. Por RUBÉN IZQUIERDO