El Let’s Festival acoge este sábado uno de los conciertos más esperados de la presente edición con la visita de Hola a Todo El Mundo. La banda madrileña vuelve así a visitarnos después de su paso por el Music Hall de Barcelona el pasado mes de junEio, y lo hará para seguir defendiendo los temas de Estela Castiza, el notable segundo disco con el que se pasaron al castellano después del (muy) celebrado debut de título homónimo que editaron en 2010 en lengua inglesa. Por RUBÉN IZQUIERDO

Cuidado cartel promocional de la gira del pasado curso

La banda se formó en 2006 tomando como base un poema de Walt Whitman. Poco después graban una maqueta con un puñado de temas y de ahí a la consolidación de un sonido muy personal que ha hecho de ellos una de las bandas más reconocibles de la escena estatal. Su ascenso meteórico les llevó a pasar por el Wintercase en 2008 y por el Primavera Sound un año más tarde, además de por buena parte de los festivales veraniegos desde entonces. Para el recuerdo, su antológico paso el año pasado por el Sonorama en las calles de Aranda, con la plaza entregada al grito de Escenario principal y los temas fundiéndose con ellos bajo un sol abrasador.

Desde la publicación de Hola a Todo El Mundo (Hatem Prayer Team, 2010) todo ha ido muy rápido para la banda. Cambios de formación –dos de sus miembros, Clara y Antón, fueron sustituidos por Rocío y Joshua Díaz-, de idioma y ligeros cambios de estilo que no afectan la propuesta original, multiplicada a la máxima potencia en sus poderosos directos, rituales de lo lúdico amparados en un derroche instrumental trufado de violines, bajos, piano, guitarras y samplers. El resultado, un folk a ratos anglosajón, a ratos castellano con acotaciones casi mitológicas (el peso de la estela, ya saben) que da paso a su vez a extensas canciones  a través de las cuales dibujan una senda que entronca con tradiciones que son en realidad fabulaciones, cuentos casi perdidos.

HATEM ha sabido equilibrar su evolución y hacer natural la transición que le llevó al cambio de idioma y a un ligero giro estilístico, que no afecta en ningún caso su esencia misma como banda

Hola a Todo El Mundo, el disco de debut, fue un trabajo precioso y preciosista. Una declaración de intenciones en la que el grupo se arrancaba vitamínico con Cose your own adventure para acabar buceando en la onírica HATEM Prayer Team o alcanzar un nivel de notable con la excelente A movement between.

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Estela Castiza fue su entrada, decíamos, en el folk cantado en español. Dejaban atrás el inglés de HATEM prayer para abocarse en ciertos recovecos de tintes experimentales con el que abrían etapa nueva sin cerrar la anterior, marcada por su apuesta por la americana y el folk de raíz anglosajona, inicios con los que empezaron a tejer un trabajo luminoso, pequeños himnos que nos suspenden en sus directos a través de una fuerza arrebatadora hipnotizante.

El cambio fue algo más allá del simple factor idiomático. A los relevos en la formación la evolución estilística se entiende como natural en un grupo que ha hecho de la creatividad su principal razón de ser, algo que el EP recogió incluso en su estado anímico. De la nostálgica del HATEM inciático a la aceleración de Estela Castiza–el cambio afecta también en la duración de los temas, más breves y acelerados en el EP de continuidad- de los ocho temas repartidos en un segundo trabajo con el que no se traicionan a sí mismos. Y esa es su principal victoria. El éxito de la llama mantenida, por encima de todo.

Hola a Todo El Mundo actúa este domingo en el Let’s Festival con Litoral y Facunda.

Imagen promocional de la formación madrileña