Eligiesen el nombre que eligiesen, sabían que terminarían llamándolos el grupo de Heather, por su magnánima frontwoman Heather Cameron, escocesa a la que adoptamos hace muchos años en Barcelona —las razones las sabréis cuando la conozcáis—. Aunque se la presenta como una banda debutante, todos los miembros de la formación han tenido vocación para la música y una larga trayectoria paralela, que les ha curtido previamente sobre y detrás del escenario. Se toman muy en serio, actúan en consecuencia, pero no pierden su estupendo sentido del humor; lo están gozando con total espontaneidad aunque la meta sea clara. Su conexión se hace patente en la conversación —incluso han desarrollado un lenguaje propio, rescatando vocablos como “sibella” y “francachela”—, hablan equitativamente, ninguno más que otro, y todos tienen clara su aportación individual a este pop con envoltura noise que les ha valido un inicio rutilante, que sigue tan en pie como sus ánimos. Estamos ante una de las bandas con más proyección internacional y después de estas palabras se hace patente que cualquier objetivo que se planteen ¡van a lograrlo! Conózcanles pues, de cerca, ríanse y disfruten con ellos.

Sobre cómo llegaron a HEATHER

ENTREVISTA: AÏDA CAMPRUBÍ | FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR FAMÈLIC RECORDS

Germán López

Mi primo tocaba la guitarra en bandas de anarco-punk como BB Bino, Kisst T y Doctor Maldades, y para mí era el tío más guay del mundo. Me ponía discos de The Doors, MC5, The Kinks, Stooges… todo eso me lo enseñó él. Fue una gran influencia para empezar con la guitarra; en casa aprendí a tocar los clásicos del rock con la española, hasta que a los 16 años mi padre me regaló una Epiphone Dot roja y descubrí el indie de The Strokes, Artic Monkeys o Interpol que luego me llevó al post-punk de Joy Division o Echo and the Bunnymen. De ahí me compré una Les Paul y empecé a tocar con la banda O Valiant Hearts, a la que se le sucedieron Vaughan, Pray y Brut, proyecto que me permitió conocer a los que serían los futuros miembros de Heather. Siempre he tocado la guitarra, pero este verano empecé a tocar el bajo en Univers”.

Aitor Mohedano

“Pedía una batería desde muy pequeño, di tan por el culo con la música que a los 6 años me apuntaron a clases para que me familiarizase con el instrumento. En el aula había un poster de Led Zeppelin y al preguntar quiénes eran mi profesor me puso “Black Dog” del IV (1971). Esa música me dio un puñetazo en la cara, en sentido positivo. Toqué en Lost Liberty e Insane 120, banda con la que Germán se subió por primera vez al escenario a cantar una versión de Arctic Monkeys, pero nunca me he centrado en un estilo. Ambos empezamos un grupo de psicodelia, a veces solos y a veces acompañados por otros amigos, tras ver a Tame Impala en el FIB de 2011. El proyecto nunca salió del local de ensayo, pero cuando Germán empezó a tocar con Alex Sardà en lo que sería el primer embrión de Heather, me llamaron para que los acompañase. Fue el 6 de octubre del año pasado y aquí estamos”.

Alex Sardà

“Entré en el mundo de la música mal y de rebote, porque de niño no conocí a adultos que pudiesen ser mi referente ni tenía un hermano mayor que me pasase música: iba a una escuela muy pequeña donde todo el cupo de frikismo musical lo ocupaba yo. He tenido muy pocos inputs y he llegado a todo tardísimo, pero me lo tomo como un punto positivo porque no tengo las mismas influencias que el resto. Tomé clases de guitarra desde que tengo uso de razón, pero era muy mal alumno; no fue hasta que mi padre me picó que me puse a ello en serio y empecé a componer mi propia música. Con un colega empecé un blog llamado Zumo en la Nevera… (Heather pregunta: “¿Eras tú? No lo sabía —aclara entre risas—. ¡Aún nos estamos conociendo!”) …y monté con Pau López y Sergi —al que conocía del instituto— lo que sería el germen de Piñata. Elsa de Alfonso nos invitó a tocar en la presentación de Villarroel, así que le pedí a Víctor Morcillo, compañero mío del ESCAC, que nos acompañara cantando. Cuando terminó Piñata, monté un grupo kamikaze que se llamaba Tidal Waves. Con esta banda tocamos en Freedonia junto a Brut, esa noche…”

Sergi Vilà

“… esa noche chocamos cabezas con Sid, bajista de Brut, y nos hicimos muy colegas. Allí formamos la banda Puta con la que conocí a Germán y dije ‘Uah! Es igual que Alex’: fue conocerse y empezaron a tocar en lo que sería el embrión de nuestra banda actual. Después llegó Aitor, luego yo, y finalmente… ¡Heather! Sobre cómo comencé a tocar, fue con la guitarra española a los 15 años, porque quería ligarme a una chica de mi casal. Nos dieron un cancionero y me lo aprendí todo: Sopa de Cabra, Lax’n’Busto, Sau, seguramente hasta Jarabe de Palo, y sí, ¡al final funcionó! Pero lo que realmente me gustaba era el hip hop: en esta época pintaba graffiti y hacía improvisaciones de rap. El único grupo de guitarras que había escuchado hasta entonces era Offspring y curiosamente Los Planetas, un compañero de clase era muy fan y tenía Unidad de Desplazamiento (2000) en el discman. Cuando Piñata terminó estuve un año sin tocar hasta que conocí a Sid en el Freedonia, era un chico de 17 años que solo quería tocar punk y destruir, ¡era un jefe! Con él y Uriel de Brut formamos Puta, así que me compré un bajo nuevo y estuve seis meses yendo a ensayar a Sabadell. Cuando me propusieron tocar en Heather estaba también en Banda Muerta y me hice un poquito el remolón. Pensé: “aquí nadie canta bien”, así que se lo propuse a Heather, a la que no conocía mucho pero me intuía que tenía criterio, porque teníamos muchas amistades en común y sabía que le flipaba la misma música. El grupo cobró potencial y dejé todo lo demás.”

Heather Cameron

“Ahora fliparéis, porque aquí viene una buena historia de una infancia del rock: Empecé con un casete de Gloria Estefan y de los 4 a los 15 era lo único que escuchaba. Mi primer instrumento fue una flauta travesera, en mi colegio encontraron dos y nos convocaron a todos para ver quién era más apto para tocarlas. Pasé las pruebas y una de esas dos flautas cayó en mis manos. Aquí comenzó mi carrera musical: tocaba en orquestas escolares y cuando llegaba la Navidad, los villancicos. Con 15 años pasé por muchas épocas, del r’n’b de los noventa al Happy Hardcore, después tuve un novio que escuchaba nu metal y descubrí Korn, Limp Bizkit y System of a Down. Suerte que a los 16 encontré trabajo en un hotel y un compañero muy simpático me hizo descubrir la música guitarrera y el indie con The Smiths y Libertines. Una vez en Barcelona, mi primera experiencia sobre el escenario fue con Univers, subí a hacerles los coros de una versión de “Just Like Honey” después de 12 horas bebiendo. También formé parte de la orquesta de Mates Mates, donde se reunieron músicos como Dofí Malalt, Lloret Salvatge i Mau de Esperit! Luego, en una fiesta de cumpleaños, Sergi y Alex me asaltaron para pedirme si quería cantar en su banda, ‘sin compromiso’. Después de nuestro primer ensayo todos juntos ya teníamos claro que queríamos continuar. Siempre me he preguntado, ¿cómo sabían que me gustaba cantar? Mi conclusión es que debieron oírme alguna noche de fiesta cantando por las calles borracha”.

Heather

Fotografía de Alex Sardà

¡Hola Heathers! Nos habéis contado una breve biografía musical por separado. Sergi presentó a Alex y a Germán, que empezaron a tocar juntos; Germán llamó a Aitor para que les acompañase a la batería y luego volvió a aparecer Sergi que se les unió al bajo y propuso a Heather como cantante, pero me gustaría saber qué pasó ese octubre de 2014 en el que por fin coincidisteis juntos en el local.
G: Cuando nos conocimos con Alex, fue empezar a hablar de música y descubrir que nos gustaban las mismas cosas, hasta el punto que una de las primeras canciones que compusimos para Heather era una copia inconsciente de “Open your heart” de The Men. (Es curioso porque justo el principio de esa canción suena igual que “Ever Fallen in Love” de Buzzcocks). La tuvimos que descartar porque incluso la cantábamos igual.
AS: Lo que a mí me sorprendió es que en el primer ensayo normalmente el cantante se queda parado, pero Heather empezó a cantar desde el primer momento.
H: Recuerdo que dijimos que era una prueba sin compromiso, pero salimos tan contentos que ese mismo día ya empezamos con los planes.

¿Cómo ha ido evolucionando el sonido desde entonces?
G: Veníamos de bandas muy frenéticas y con la entrada de Heather vimos que debíamos dejar respirar las canciones.
S: Componiendo nos hemos dado cuenta de que somos un tridente de fuerzas: unos tiran hacia el post-punk, otros al shoegaze o pop ruidoso y el resto hacia el pop más clásico.
AS: Empezamos muy contundentes, pero luego bajamos el ritmo para encontrar un equilibrio entre estas fuerzas.

Recuerdo que cuando empezasteis con la banda barajasteis muchos nombres hasta encontrar Heather. Algunos eran Graffiti, Love House,…
S: ¡Mi apuesta del principio era Grafitti!
AS: Y para convencernos utilizaba una estrategia de acoso y derribo.
H: Era entrar a Facebook y ver que había cambiado el nombre del grupo secreto, la foto de cabecera, el chat de Whatsapp…
G: ¡Gracias a Dios que no nos llamamos Graffiti!

De hecho, terminaste teniendo un proyecto de grupo fugaz que se llamó Graffiti, con Guillem de l’Hereu Escampa i Eduard Bujalance de Aliment i Univers.
S: Estuve tocando con ellos también, tuve 50 grupos pero decidí quedarme solo con Heather.

¿Tenéis contrato de exclusividad?
G: ¡Hasta que empecé a tocar el bajo en Univers! Al principio me resistí, pero soy fan desde que sacaron su primer adelanto “Paral·lel”, en 2012. Me pasé todo el verano dándole vueltas hasta que decidí que sí, que quería tocar con estos tíos porque es la hostia todo lo que hacen y me lo puedo compaginar.

¿Y tú, Sergi, volverás a tocar con IES Nostra Senyora del Rock?
S: No, fue bonito que fuese solo una vez. Tenía sentido en ese momento y en ese contexto, pero fue muy divertido tocar versiones de tus colegas con tus colegas.

H: Antes no lo he dicho pero… hace dos días me llamó Gloria Estefan (risas) ¡y hemos empezado un proyecto juntas!

Pero no perdamos el hilo de Univers, porque Heather empezó siendo una canción de su disco L’Estat Natural (2014).
H: ¡Y hay una anécdota divertida al respecto! En el último concierto de Brut en Roquetes se me acercó un tipo que me había visto en el videoclip de “Vivir sin ti” de Mujeres y cuando le dije mi nombre contestó: “¡Ah! Como la canción de Univers”. El tipo estaba al loro de todo, pero no sabía que la canción se llamaba así por mí. Aitor (batería de Univers) me contó que le pusieron mi nombre al tema porque aún no sabían como llamarle y pensaban que la melodía me iba a gustar. Creo que incluso intentó dedicarme la letra, pero quedó algo muy cursi y lo descartaron, aunque la canción se continúe llamando así. Hablando de ellos, canto en la canción “Barcelona Jocs Olímpics” del disco que está por venir. Están intentando incorporar nuevos matices y en esta habían tenido la idea de ponerle una voz femenina.

Al final fuisteis vosotros los que os acabasteis agenciando el nombre, ¡porque todo el mundo decía que erais el grupo de Heather!
AS: Después de darle mil vueltas, siempre volvíamos aquí. Los cuatro estábamos de acuerdo pero a ella nos costó mucho convencerla.
H: ¡Hubo tres meses de negociación!
AS: Pasó lo de siempre, teníamos que dar el nombre ya porque tocábamos en La Casa Gran que se celebró en la [2] del Apolo, y el cartel tenía que ir a imprenta. Creo que en la primera versión del cartel ni salíamos, porque no decidimos el nombre a tiempo, pero al final Heather accedió.

¡De hecho el de La Casa Gran fue vuestro primer concierto! Empezasteis por todo lo alto, ¿qué tal lo vivisteis?
S: Joder, ¡fue la mejor experiencia de mi vida! Los de Famèlic nos insistieron mucho para que tocásemos y me siento muy orgulloso de debutar en un festival en una sala tan guapa y con un nivel de grupos tan guay. Todas las bandas que tocaron son para mí las mejores que hay ahora mismo en Catalunya. Y luego, el segurata, el mismo que me había echado varias veces del Apolo, vino a felicitarnos por el concierto: no se creía que fuese el primero.
G: Vinieron todos los padres a vernos, excepto los de Heather que no podían coger el metro desde Glasgow, y al terminar el mío vino y me dijo: “Esta chica canta muy bien, déjate de gritos e historias, ¡por fin haces algo que parece música!”

Otro concierto especial para vosotros fue el de este pasado septiembre en el Festival Hoteler de Vic, es un sitio muy mítico.
AS: El primer Hoteler siempre es una prueba de fuego.
S: ¡Teníamos que dar una lección de rock!
AM: Estaba más nervioso en el Hoteler que en Apolo, porque había mucha gente de la que valoro la opinión. Recuerdo estar con Germán fumando pitis y bebiendo coca-colas, no queríamos emborracharnos, para tocar perfecto.
S: ¡Pues yo estaba borracho como una rata! Pero Alex tampoco bebió. Él es abstemio, ve con las gafas de la realidad permanentemente.
G: Recuerdo que no vi ningún concierto antes que el nuestro y no quería hablar con nadie. Es curioso, porque ya habíamos tocado otras veces y normalmente estamos muy tranquilos. De hecho, al día siguiente debutaba tocando el bajo —un instrumento que no es el mío—, con Univers, pero no estaba tan nervioso. ¡Heather es nuestra banda!

Heather, ¿fue la primera vez que te levantaban en brazos mientras tocabas?
H: Sí, y recuerdo que en vez de cantar, gritaba ¡sois unos hijos de puta! Hasta que me bajaron y volví a cantar como si nada hubiera pasado.
AM: Se la llevaron tan lejos que no la veíamos.
H: ¡Me tomé un cubata en la barra y volví!
AS: Heather se pone muy nerviosa cuando la levantan. Durante las fotos de promo la subimos a unas rocas y le cogió un ataque de pánico.
AM: ¡Menudo panorama! Cinco tíos cogiéndola y ella gritando.

¿Y cómo surgió fichar por Famèlic Records? Estoy segura que fue oír el nombre de la banda y quereros.
G: Fue 100% así. Había oído alguna demo y nos invitaron a una barbacoa en Vic con todos los amigos. Recuerdo que nos metimos todos en la furgoneta de Sergi Egea, estábamos muy nerviosos, y les pusimos las dos canciones que teníamos grabadas. Aquel día supimos que firmaríamos con ellos.
S: No fue solo por inercia, también por amistad y afinidad. Nadie nos cuidará mejor que ellos y confiaron en nosotros habiendo escuchado un par de demos.
G: Les llegamos a decir que no y Aleix Vila nos deja de hablar. (Risas)

Con Sergi Egea, de Famèlic Records

Con Sergi Egea, de Famèlic Records

Hablando de las demos, que finalmente han mutado en vuestro primer single, que contiene “Inside” y “Run”, ¿cómo y dónde las grabasteis?
S: Alex tuvo la genial idea de invitarnos un fin de semana a su masía en Rupià para grabar las demos, y trabajar los temas en un ambiente diferente. Les pedimos a Uriel y Ricky de Brut —estudiantes de sonido— que nos acompañasen. Pasamos unos días de puta madre, tocando y bebiendo.
AS: La idea era perfilar las demos y que fuese una primera toma de contacto para que Heather se sintiese más cómoda. Salió tan bien que el último día grabamos las dos canciones del single por línea.
G: Una de las cosas más bonitas de subir a Rupià, aparte de cambiar de ambiente e irnos al medio del campo, fue la sorpresa que nos llevamos el domingo a última hora de la noche, cuando grabamos las voces y descubrimos la voz de Heather con todo su potencial. ¡Nos dejó alucinados el cambio que hace en “Inside”!
S: Como ensayamos con el volumen a 3000 nunca oímos a Heather.

¿Qué tal ha sido tu primera experiencia como letrista?
H: No te sabría decir, aún estoy aprendiendo.
G: Quizás porque conozco Heather, veo su personalidad reflejada en las letras. “Run” va de una persona espabilada, que lleva sus decisiones hasta el final, si decide irse de un sitio se va, como ella se fue de Escocia. En “Inside” veo su sentimiento patriótico.
H: De hecho el Festival Hoteler de 2014 coincidió con las votaciones para la independencia de Escocia. Los resultados me dejaron muy decepcionada. Me hubiera gustado estar en mi país los días previos a las votaciones, porque estaban ocurriendo muchas cosas, había mucha hermandad y cariño entre los dos bandos.
AM: Recuerdo que te conocí ese día e ibas con la bandera escocesa colgada de la espalda.
H: Empezamos a ensayar ese noviembre, así que el sentimiento aún estaba muy presente. Se puede aplicar a todo, incluso a los conflictos de Siria.
S: Sea como sea, creo que escribir las letras es lo más difícil que existe, porque la música la componemos entre cinco, pero las letras las hace uno solo. Es complicado enfrentarte a una hoja en blanco y escribir lo que estás sintiendo para que acompañe a una música concreta.

¿Hay algún grupo que sea vuestro referente a nivel lírico o musical?
G: Nowhere (1990) de Ride es el disco que hemos escuchado más veces juntos, pero también me gusta la movida danesa de Iceage o Communions y bandas de los ochenta como Joy Division, que es mi grupo favorito.
AM: A nivel rítmico, me fijo en Univers, en los Toy de Londres y en Albert Guardia de Nueva Vulcano, ¡me encantan sus recursos!
H: Yo me fijo en Morrissey, su forma de decir las cosas y su humor inglés, negro e irónico. También me interesa la visión quimérica que tiene de Inglaterra Pete Doherty. Albion es una utopía, pero pasa como en Escocia, que la gente está muy deprimida y siempre se quejan, pero en el fondo sabemos que es un país maravilloso.
AS: Diría que ahora mismo somos una mezcla entre Women y el Isn’t Anything (1988) de My Bloody Valentine.
S: Para mí Los Planetas son una referencia incontestable, intento ir hacia el pop con las líneas que hago con el bajo. También me fijo en Yo La Tengo que saben hacerte una canción intimista y luego otra con una chicha que flipas.
AS: Siempre decimos que esta será la banda con la que podremos llegar a componer un disco tranquilo, algún día.

Y ya para terminar, debutasteis en Apolo y a los pocos meses os estrenáis en el Primavera Club, ¿os da respeto empezar desde tan arriba?
AM: No, porque si no apuntas alto, no llegas ni a la mitad.
S: Jugamos con una ventaja muy importante y es que estamos muy bien situados. La mayoría venimos de otras formaciones, no partimos de cero y sabemos cómo se hacen las cosas, con quien hablar, cómo mover las canciones, sabes qué quieres hacer y qué no. Desde el principio nos planteamos buscar una persona que nos ayude a buscar conciertos, e intentamos que las cosas salgan lo mejor posible. Lo que está pasando es una consecuencia de estar trabajando y apostar muy fuerte.
AS: Tardamos mucho en componer, porque hasta que no estamos seguros de que una canción no sale adelante, vamos sobre seguro. Llevábamos muchos años tocando hasta que con Piñata nos funcionó por casualidades de la vida: allí fue donde aprendimos de verdad y nos metimos hostias. Ahora por fin tenemos un grupo serio, la gente lo ve y por eso sale adelante.
S: Yo vi que la banda funcionaba cuando vino Artur Estrada al concierto, empezó apoyado en la barra y terminó en tercera fila. Luego se puso nuestra camiseta cuando estuvo de gira por México. Me anima que personas que tengo como referente les guste lo que hacemos.
G: Más que un tema de fama es un triunfo personal, ya que son personas que hemos seguido a lo largo de muchos años.
AS: A mi lo único que me preocupa es que desde los medios se valora la novedad, del primer disco se te da mucha difusión y del segundo ni te enteras, porque están ya con otra banda.

Se nota que vais a pasos pequeños pero sobre seguro, porque primero presentáis el single, luego me consta que prepararéis un EP y finalmente el disco.
AS: De hecho, de las canciones con las que hemos empezado no ha caído ninguna, sino que han evolucionado. Ensayamos dos veces por semana, 2 o 3 horas cada vez.
H: ¡Ahora nos estás jodiendo el ensayo!
G: Últimamente nos hemos tenido que plantear ir de conciertos juntos o emborracharnos, porque joder, somos una banda y se supone que tenemos que hacer también estas cosas, no solo tocar, ensayar y ensayar. ¡Es muy serio!