Sostenidos por el peso de la etiqueta y las comparaciones -no siempre justas, no siempre necesarias- Howler ha logrado en Estados Unidos cierto prestigio, haciendo de la línea continuista de sonidos ya conocidos su principal carta de presentación. Por ART VANDELAY

  • Howler editó a principios de año el disco que ha acabado de asentar su propuesta, captada por Rough Trade después de la recomendación del escritor Jon Garret a los responsables del sello
  • Naturales de Minnesotta, publicaron su primer largo tras un primer EP de notable éxito en el mercado local, el loable Mud Up
  • El grupo no descarta un ligero giro estilístico para su segundo álbum, con apuntes más sixties que los exhibidos en el primero

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La biografía del grupo disponible en Spotify nos avisa de entrada: Howler bebe de las fuentes de Ramones y de The Strokes, y no parecen querer ocultarlo en demasía, hasta el punto de que buena parte del repertorio presente en su LP de debut, el pulido America Give Up, presentado esta misma temporada, podría formar parte del imaginario individual del bueno de Casablancas, algo especialmente evidente en la iniciática Beach sluts con la que arranca el disco, de la que dejamos una jugosa representación en directo, grabada en el Soda Bar de San Diego .

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Más allá de las influencias, el proyecto pivota y se explica a través de Jordan Gatesmith, guitarrista y vocalista del grupo y principal responsable del éxito de la banda en el mercado USA, asociado con el batería Brent Mayes, el guitarra Ian Nygaard y el bajo Max Petrek, actuales integrales de la banda, que logró varios reconocimientos en 2011 como nueva banda en ciernes.

Howler no era de hecho la primera banda en la que Gatesmith lo intentaba, como si supiese que, mera cuestión de tiempo, su momento acabaría por llegar. Así, antes de Howler lo intentó con una banda metal, otra llamada Gay Animals y A-Cups, proyectos breves que aparcó definitivamente tras conocer a Max Petrek.

El siguiente en llegar sería Nygaard, mientras que Mayes, compañero de instituto de Gatesmith aún yendo a cursos diferentes, completaría la cuadratura del círculo tiempo después.

Cuentan las líneas maestras de la biografía de la banda que Howler tuvo su particular hada madrina, en forma de escritor freelance, Jon Garret, que contactó con Rough Trade Records -el mismo sello responsable de captar a Alabama Shakes– avisando del potencial del grupo en un tiempo en el que la banda andaba ocupada presentando This One’s Different, su EP de debut.

Rough Trade acabaría contratando a la banda en verano de 2011, girando poco después con The Vaccines en su gira británica, lo que llevó al EP a contar con edición propia en el mercado british, haciendo de Back of your neck uno de sus trabajos más celebrados.

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Meses después llegaría el estreno de America Give Up, primera aproximación al mundo del LP, a la que pronto darán continuidad en forma de segundo álbum, donde no descartan un giro estilístico que les aleje (algo) de The Strokes en busca de nuevas sonoridades más sixties, tal y como explicó en una entrevista concedida a la revista Paste Magazine.

Aún es pronto para saber el alcance de una banda que ha sabido empezar bien, logrando un resultado notorio en su álbum de debut, al que quizá sólo pueda achacársele una ligera falta de valentía estilística. Cómodos en los corsés autoimpuestos, seguros bajo el carisma de su solista, a Howler le falta forzar el plus de la consagración, el que mantiene altas nuestras expectativas. De momento nos quedamos con This ones different, su último videoclip.

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