Es más que probable que la obra de Jenny Hval exija de una revisión íntegra para entender y asumir en su totalidad todo cuanto allí se desprende. Sugerente y compleja, su obra multidisciplinar se centra en parte en el cuerpo femenino en su última obra, Innocence Is Kinky, obra a la que pone la guinda con uno de los mejores clips de lo que llevamos de año, presentado hace unos días en la siempre prestigiosa Pitchfork. Por RUBÉN IZQUIERDO

  • El nuevo videoclip de Jenny Hval está dirigido por Zia Anger y toma como referencia el cuerpo femenino
  • La obra musical de Hval no puede entenderse sin su prolífica trayectoria artística y creativa desarrollada más allá de la música

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Jenny Hval bien podría haber figurado en la sección paralela de Shook Down, y una de las más veteranas, Músicas Nórdicas. Y es que nuestra protagonista de hoy es natural de Noruega, y ha desarrollado buena parte de su carrera musical y artística en Oslo, por más que su último y excelente trabajo lo haya grabado en Bristol, junto al siempre excelente John Parish. Música experimental, además de poetisa y escritora, lanzó su primer LP en 2006, editando desde entonces cuatro LP’s -dos de ellos como Jenny Hval, los dos primeros los lanzó como rockettothesky, editando con dicho nombre sus dos primeras obras discográficas-, siendo el último de ello el que presentó el pasado mes de Mayo, cuando editó Innocence Is Kinky a través de Rune Grammofon, un trabajo extraordinario, no del todo ajeno al universo creativo de nombres como PJ Harvey o Julia Holter.

Innocence Is Kinky es, además, uno de los trabajos más conceptuales del curso y un nuevo paso adelante en la intensa carrera creativa de nuestra protagonista, que ha logrado tejer un camino propio donde la reflexión, el estudio sobre el cuerpo femenino y el arte han desempeñado roles recurrentes, junto a la poesía o la crítica musical, otras de las constantes habituales en su intensa carrera profesional.

De ese disco nos llega uno de sus videoclips más atrevidos, de título homónimo. Dirigido por Zia Anger, con Ashley Connor como director de fotografía y Lucy Monger como editora, la propia Hval confesaba ser uno de sus clips favoritos, introduciéndolo así en su página web:

I love this video. It’s generating some interesting comments so far, too… Today it’s raining, and I’m reading Caroline Bergvall (this time GOAN ATOM) again

El videoclip, presentado hace ahora unas semanas en Pitchfork -Youtube pide verlo con registro, posee una elevada carga simbólica y se convierte en una intensa reflexión «íntima y sensorial sobre el cuerpo femenino«, en palabras de la propia Hval, convirtiéndose en una de sus mejores obras y en la mejor carta de presentación del álbum, muy influenciado por su trabajo en las «instalaciones de sonido» llevadas a cabo en su doble faceta de músico y artista. La propia Hval explica en su web que ella trabajó en su momento una serie de creaciones tomando como punto de partida la idea «del rostro femenino» según los canones vistos en La Passion de Jeanne d’Arc de Carl Theodor Dreyer.

Fotograma del último clip de Jenny Hval

Fotograma del último clip de Jenny Hval

Aquella instalación siguió su curso, tomando otras referencias cuanto menos curiosas: del vídeo erótico de Paris Hilton a la Nancy de Nightmare on Elm Street, y de ahí a la Mia de la película de culto Fish Tank o Sasha Grey y ha servido como punto de partida para su segundo LP como Jenny Hval. Parte del contenido gráfico de aquella intensa obra puede de hecho consultarse en su página web, a través del siguiente enlace, obra realizada casi en paralelo a la edición de su disco anterior, del que dejamos la también conceptual Portrait of the young artist.

Collage visual de influencias, por Jenny Hval

Collage visual de influencias, por Jenny Hval

En paralelo a aquel trabajo, Hval estuvo girando «por varios festivales en Europa y Australia«, sentando las bases para un trabajo que terminaría por grabar en los Toyboxs Studios de Bristol, con producción nada menos que de John Parish, «de cuyo trabajo he sido fan durante mucho tiempo«, llevando a cabo su trabajo más personal, formando un intenso díptico creativo con su obra más artística, para acabar de definir un trabajo de culto, superior en lo conceptual al ya de por si intenso Viscera, presentado en 2011.

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Al igual que en el notable videoclip estrenado por Pitchfork hace unos días, Innocence Is Kinky es un disco que da una importancia mayúscula al cuerpo femenino, hasta el punto de tomar forma de intenso tratado personal. Lo hace partiendo de un lirismo notable, con las referencias ya planteadas, a las que viste de poesía -es el caso de Oslo Oedipus– de pura sugerencia, como en Give me that sound o de un sentido onírico abrumador, como la excelente Mephisto in the water:

La densidad del álbum, nada cargante, alcanza varios picos de intensidad, como los logrados en The seer, que dejamos a continuación, o en la citada y homónima Innocence is Kinsky. En ambas demuestra su capacidad para dotar a su repertorio de un marcado todo onírico y lírico, aprovechando su doble faceta como compositora y poetisa y beneficiándose de la aportación de Parish en la producción

Si lo explicado hasta aquí no fuese suficiente para resaltar su talante creativo, conviene resaltar a su vez la vertiente como teórica y escritora de Hval, que ha desarrollado una carrera en paralelo como escritora de relatos, escribiendo además poesía y crítica musical en su país, además de escribir ensayos en noruego o disfrutar de una columna de opinión en  Milenasong.

Dejamos por último una versión en directo del tema aquí comentado para Jazzsessions, donde la influencia de Dreyer queda fuera de toda duda a nivel visual:

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