Hoy estamos de estreno en Shook Down. A raíz de un pequeño reportaje para la web, conocimos a la fotógrafa Jesse Oaks, a la que le hemos pedido que colabore con nosotros para hablar de eso, de fotografía. A partir de esta semana contaremos con sus escritos cada quince días para acercarnos más a una vertiente artística sin cuya existencia todo sería más complicado. Pero más que nosotros, ¿qué mejor que ella misma explique su sección?. Sin más, una introducción a Jesse Soaps, por JESSE OAKS.

Cuando pensamos en la Fotografía, rara vez nos paramos a analizar por qué nos gusta. No pensamos en el significado de la composición, el encuadre, los pequeños detalles, escondidos o a la vista de cualquiera, capturados en la fotografía de marras. Rara vez nos paramos a analizar los motivos por los que una fotografía nos hace volar o nos hace pasar rápidamente la página sin prestarle casi atención.Tampoco oigo a menudo, al salir del cine, menciones sobre la fotografía del film en cuestión o su cartel de presentación, ni tampoco consideraciones sobre qué nos quiere transmitir nuestro grupo o cantante favorito con la portada de su último disco o en sus cuidados videoclips, por ejemplo.

Fotografía de Jesse Oaks para ilustrar su primera colaboración con Shook Down

A menudo, obviamos que la fotografía está más que presente en nuestra vida. Hemos olvidado que las películas actuales son fruto de la evolución de aquel extraño invento que nos mostraba dibujos primero y fotos después, que hacía que giraran tan rápido que parecía que esas imágenes estáticas habían cobrado vida. La hemos integrado en nuestra vida fácilmente y sin obviedad alguna. Tanto que a veces, casi sin querer, le restamos importancia.

¿Qué sería de un libro sin sus palabras? Una página en blanco ¿Qué sería una vida sin imágenes? Otra página en blanco.

Propongo desde aquí, que empecemos a analizar esas fotografías. Los fotogramas de aquella película o videoclip olvidados, los carteles de cine y cualquier imagen, en suma,  que por alguna razón nos llame la atención. Tal vez, si nos paramos a analizar esas imágenes, descubramos cosas de nosotros mismos que ni siquiera sabíamos. Puede que nos encontremos con sensaciones o sentimientos que habíamos perdido o ignorado, o que leamos en lo que estamos viendo un mensaje que nos haga pensar y caer en la cuenta de que, mientras lo miramos, sea el mismo que el nuestro.

Hemos descubierto mundos inimaginables a través de la fotografía, paraísos a lo que nos gustaría emigrar, guerras que lamentamos y movimientos sociales que nos han unido a todos. La fotografía no es sólo una captura de una imagen real o inventada, impresa o en movimiento. La fotografía también es cultura, universal y personal.

Al igual que utilizamos las redes sociales para conectar con personas que no conocemos, podemos utilizar la fotografía para conectar con el artista que nos muestra las fantasías de su mundo con personajes que han sido creados para provocar cualquier reacción, o bien con las personas o paisajes que vemos retratados. ¿Cuántas veces hemos deseado huir a esa playa o desierto increíble que hemos ido descubriendo en las revistas de viajes?. ¿Cuántas veces nos hemos solidarizado e incluso unido a los personas que hemos visto retratadas y/o a sus movimientos reaccionarios? ¿Quién no ha oído mil veces la expresión «vale más una imagen que mil palabras»? 

Desde aquí, iré todas aquellas imágenes fijas o en movimiento que vaya encontrando y que me provoquen una reacción digna de ser compartida, esperando por qué no, conectar con vosotros también. Así que unámonos a la reacción de la fotografía y descubramos un mundo diferente y maravilloso a través de los ojos de aquellos que hacen que sus imágenes se nos claven en la retina.