A estas alturas resulta innegable que Joan Colomo se ha convertido en uno de los mejores letristas del país. Temas como Màgic, L’ocell o El xiprer hablan por sí mismos y evidencian lo ya sabido: que el autor del recién presentado La Filia i La Fòbia ha logrado erigirse en una de las voces más personales del panorama actual, algo con lo que, de hecho, había que calibrar su nueva propuesta. A La Filia i La Fòbia, pues, hay que acercarse en relación a la carrera previa de su autor, que firma aquí un nuevo paso adelante en su carrera, convertido ya en uno de los nombres más reputados de su generación.

Colomo mantiene intacta su capacidad de generar emociones a través de la letra en su primer trabajo desde el díptico de Productor Interior Bruto, presentado esta semana por BCore

Las 12 nuevas canciones del disco, que se estrenó el pasado 4 de Marzo con edición de BCore, mantiene la ironía e inteligencia habitual de su autor, de nuevo muy hábil a la hora de mezclar sentimientos y estados de ánimo en su repertorio, desbocando una emocionante nostalgia en Cançó d’amor nº2 o Els amigos -no hay disco sin cuota emocional, y en este pasaje la emoción brota sin remedio- o el humor y sentido irónico de otros pasajes (Tus pies), una suerte de marca de la casa que vuelve a funcionar en este trabajo de 12 canciones, donde temas como Reses sociales nos recuperan al Colomo más enérgico en su nueva aventura en solitario, apenas unas semanas después de la presentación previa de uno de los trabajos esenciales del año, aquel espléndido Després de la Generació Feliç que sones presentaba hace apenas unas semanas.

Hacedor de canciones más que cualquier otra cosa, Colomo se nutre de lo que en las notas promocionales se explica como mezcla de «slide guitars, sintetizadores, gritos y murmullos, distorsión cortante y sonante, bases electrónicas, coros alucinados y miles de teclados marca de la casa«, todo ello edificado con el objetivo de apuntalar lo que nuestro protagonista sabe hacer mejor: emocionarnos a golpe de canción, un discurso vibrante que contiene en algunos pasajes -la sentida Els amigos– al Colomo más emocional, actualmente en su mejor momento a nivel mediático, sin renunciar por ello a sus genes más reconocibles.

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