El cuajo del dúo australiano KLLO ha sido evidente a lo largo de estos últimos meses. Atrás queda su visita de hace ya más de un año al Primavera Pro, cuando se presentaron como unos perfectos desconocidos por estos lares, dentro de la programación australiana de la cita profesional del Primavera. Su showcase matinal en el MACBA gustó mucho a los asistentes, y ya se vio entonces que, llevada con inteligencia, la suya podría ser una propuesta fácilmente exportable a diferentes mercados de corte internacional.
Texto: ART VANDELAY | Fotografías: GHOSTLY INTERNATIONAL | Traducción: CARLOS TORRES
Algo más de un año de aquel primer contacto con el público barcelonés, KLLO arranca su proyección internacional de la mano de Ghostly International, encargados de la distribución global de Well Worne (Ghostly International, 2016), su segundo EP de estudio, el primero en tener una salida más o menos globalizada, tras haber destacado ya en su país de origen.
El proyecto lo integran los australianos Simon Lam y Chloe Kaul y lo definen como una mezcla de “pop electrónico” con influencias del “UK garage y el R´n´B”, algo que mantienen en su debut para Ghostly, un salto adelante en su difusión internacional, alentada por su incorporación en dicho sello. “Al publicar nuestro primer EP empezamos a girar fuera del país por primera vez. Durante ese tiempo nos contactó mucha gente interesada en el material que empezábamos a trabajar entonces, y tuvimos la suerte de que los sellos con los que trabajamos ahora formasen parte de aquel interés. Fue una sorpresa y a la vez es un honor”, completando una primera fase vital que marca de forma clara la maduración de la banda. “Para nosotros ha sido un viaje confuso: hemos cogido las cosas según venían, y hemos hecho mucha música sin saber realmente qué dirección queríamos tocar”, lo que en cierto modo condiciona el tono final de su sonido. Para cerrarlo, Chloe reclama tiempo. “El tiempo y la práctica al final serán las únicas cosas que harán desarrollar nuestro sonido. Todavía tenemos algo de tiempo para saber hacia adónde iremos”, si bien el EP de ahora marca el tono.
En el momento de realizar esta entrevista KLLO habían estrenado ya dos temas, unos ‘Bolide’ y ‘Walls to build’ que lograron una cálida acogida en la prensa especializada. “Son dos canciones muy diferentes: Bolide es la más bailable del EP, es uan canción que trata sobre todo sobre el amor incondicional. Walls to build es más pop, y versa sobre el miedo a sentir vulnerabilidad”. De la primera, con más de 20.000 reproducciones en Youtube, Chloe considera que probablemente fue un riesgo su inclusión como single por sus matices respecto al material publicado, aunque el resultado ha sido “definitivamente bueno”, algo que les ha llevado a apostar por más temas de corte similar en el futuro.
A la hora de preparar nuevo material, el grupo opta por el trabajo intensivo. “Solemos escribir juntos en la misma habitación. Simon suele encargarse de la mayor parte de la producción, y yo me encargo de la melodía y de escribir las letras, aunque nos ayudamos mutuamente redefiniendo ideas para llevar nuestro trabajo a donde nos gustaría. La idea es tener una intención similar para cada tema, que no choque con la dirección a seguir”. Esas sinergias las pudimos disfrutar ya en su paso por Barcelona el año pasado dentro de Primavera Pro, una experiencia positiva, de la que rescatan consideraciones positivas. “Barcelona es realmente muy bella. Tocamos durante la puesta de sol durante la puesta de sol ante un público muy atento, lo que fue bonito para nosotros”. El concierto se enmarco dentro de su gira internacional, con escala también en The Great Escape. Que sus visitas a Europa se hayan enmarcado sobre todo en festivales no supone problemas para ellos, en tanto que valoran los dos formatos. “Valoramos los conciertos en sala porque la gente acude expresamente a verte, y la gente es más propensa a estar atenta, lo que nos permite expandir nuestras ideas. Los festivales de todas formas son muy divertidos, y también te inspiran por toda la música que te rodea».
Giras al margen, KLLO se siguen considerando sobre todo un grupo de Melbourne, ciudad en la que ven en marcha “una escena saludable, con un montón de cosas por hacer” y una razonable cantidad de espacios para tocar. “La oferta es probable que sea inferior a la europea al ser una ciudad relativamente pequeña, pero la calidad de los sitios donde poder tocar es buena”. Haber tenido reconocimiento en ese sentido es emocionante».