Fin de trayecto para el Imperdibles Primavera Sound, pequeño ciclo de conciertos integrado por Mogwai, Explosions In The Sky y unos Elbow que pondrán el broche final con la presentación de Build a Rocket Boys!, primer trabajo de la banda desde su triunfo por sorpresa en los premios Mercury de 2008, cuando se impusieron a los grandes favoritos, Radiohead, con su Seldom Seen Kid.

La fuerte demanda de entradas ha llevado a la organización al cambio de sala en Barcelona, que pasa del intimista Casino L’Aliança a la Sala Apolo, lo que ha permitido un incremento de aforo para disfrutar de la última escala de un ciclo donde el post-rock tuvo un protagonismo muy marcado en sus dos primeras paradas y que culminará ahora con el ritmo reposado con el que Elbow ha retomado su actividad “tras lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas”, palabras con las que Guy Garvey y los suyos recogieron, emocionado, su Mercury hace ahora tres años.

Dar continuidad a un trabajo como aquel representaba de entrada un reto complicado. Quizá por ello Garvey han optado por la vena intimista, un trabajo pausado en el que la pausa y la nostalgia se dan la mano sin excesivo rubor, algo que en ocasiones afecta al ritmo de un trabajo rico en otros aspectos –la presencia vocal de Garvey vuelve a resultar conmovedora– y en el que sólo Neat Little Rows parece abandonar la autocontención para ofrecer una ruta distinta a la adoptada por el resto del disco para huir de la sombra de Seldom Seen Kid.

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La llegada a la cima no fue un camino sencillo para Elbow. Formados como banda a principios de los noventa –la formación se mantiene intacta, conservando a todos sus miembros casi veinte años después de empezar a tocar juntos-, Elbow no logró cierto reconocimiento hasta 1998, cuando Island Records los incorporó a su catálogo… con tan mala suerte que éste fue adquirido poco después por Universal, compañía que en un claro ejercicio de ceguera crítica prescindió de ellos.

De allí a EMI, nuevo paso con problemas que les lleva a Uglyman, pequeño sello independiente con el que reactivaron su carrera gracias a dos EP’s (Newborn y Any Day Now) que les permitió, al fin, alcanzar el reconocimiento crítico que andaban buscando.

Desde entonces la trayectoria del grupo ha dibujado una nada oculta línea ascendente. Nominados por primera vez a los Mercury con su LP de debut –Asleep In The Back– en 2001, la banda no ha dejado de trabajar desde entonces, hasta el monumental éxito de Seldom Seen Kid.

Build a Rocket Boys! representa, decíamos, un pequeño respiro respecto a su inmediato antecesor. Coros, arreglos orquestrales, llamadas constantes a la nostalgia y un nuevo despliegue de Garvey como maestro de ceremonias que servirá como punto y final de un ciclo de conciertos de alto voltaje sonoro. R. IZQUIERDO