Para quien esto escribe, Tartana pudo ser uno de los mejores nuevos grupos de Barcelona. Apenas pude verles en un par de conciertos, aunque me quedó la satisfacción de que tocasen una vez en una movida nuestra, participando en la fiesta de presentación del primer número del Underzine junto a Opatov o Mourn, entre otros. Su breve recorrido, que dejó aquella cinta para Monotemas editada por Mama Vynila Records, ilustra lo que en palabras de Chema Martín, vocalista en Tartana y miembro de La Mala Fi, sucede a menudo en nuestro país. “Lo normal es que los grupos tengan un recorrido más bien corto, y es una parte reducida los que consiguen dar con la tecla justa y estar en el sitio adecuado en el momento adecuado para alcanzar, no ya el éxito, sino cierta relevancia mediática o de programación, que es a lo que todos aspiramos”.

Tartana, en la presentación del Underzine 1 // A. Martínez

Tartana, en la presentación del Underzine 1 // A. Martínez

Lo cierto es que Chema siempre ha exhibido un espíritu notablemente lúcido en lo relativo al circuito barcelonés, el mismo que entre otras cosas le ha llevado a dirigir su propio documental sobre el underground barcelonés junto a Marc Sarrats, batería en La Mala Fi. “Aquel proyecto lo iniciamos con el objetivo de pasarlo en el In-Edit, pero parece que los programadores no nos amaban tanto como nosotros a ellos y no nos seleccionaron. De todas formas no importa: quisimos hacer la película y la hemos hecho, y eso nos hace muy felices. Ahora lo que nos gustaría es compartir el resultado con toda la gente que participó y celebrar una gran fiesta, que al final es lo que nos gusta”, resume sobre un trabajo, aún inédito, en el que le dan vueltas a eso tan abstracto a lo que llamamos underground. “Es una etiqueta que engloba a un grupo muy grande de agentes, tan grande que es muy difícil que haya un sentimiento de comunidad entre ellos”, reflexiona acerca de su experiencia tras la cámara. “Podríamos incluir desde los grupos de punk que tocan en un CSO hasta grupos de pop indie o productores de tecno. En nuestro caso, no hemos abarcado todo ese espectro, nos hemos centrado solo en una pequeña parte de ese entorno. Lo que sí que hemos visto es que hay una forma de hacer común y una forma de entender la música compartida. Hablamos de gente que probablemente no se ganará la vida con la música el día de mañana, pero que hacen lo que hacen con pasión porque realmente creen en ello. Y en ese sentido nosotros como banda también nos sentimos muy identificados con esa ética de trabajo y compromiso con algo que se hace por amor y diversión”.

Mismos ingredientes que aplicaron a Tartana, formación extinta a la que aludíamos en la introducción del texto, prueba en parte de que en ocasiones con intentarlo no es suficiente. “Opatov tuvieron que insistir muchísimo durante años tocando en su local antes de ganar el Bala Perduda y el Proyecto Demo, y les admiro por ello. Pero con Toni y Carlos explorando la vía que les llevó a crear Pane, Toni en los Zephyr Bones, etc., decidimos dedicar nuestros esfuerzos a proyectos paralelos”, reflexiona sobre el giro que han dado los diferentes integrantes del proyecto. «Dani ha escrito una novela y yo estoy entregado a LA MALA FI. Ahora estamos hablando los cuatro para dar un último concierto de despedida en el que repartiremos los últimos temas que grabamos y quedaron inéditos y podamos vender alguno de esos Monotemas que Mama Vynila nos editó”, apunta en un guiño al capo de Mama Vynila Records. “Sería una buena forma de que Gustavo no nos odie eternamente, ¿no?”.

No creemos que hayan muchas similitudes. Es una banda diferente que cuenta con dos personas que no tienen nada que ver con Tartana y que vienen de otras historias distintas pero que se sienten muy afines a lo que hacemos como LA MALA FI. Los tres tenemos preferencias musicales en común que nos apasionan y otras que no tienen nada que ver. Para nosotros eso es todo lo necesario para hacer nuestras canciones y pasarlo bien cuando las tocamos

CONOCIENDO LA MALA FI. Cerrada en parte la etapa de Tartana, el nuevo proyecto personal de Chema es La Mala Fi, aventura en la que le acompaña Marc Sarrats y Mònica Simó. Chema y Marc decidieron crear el grupo y al poco encontraron a Mònica, con quien se cayeron “en gracia, sobre todo en cuanto a preferencias musicales y movidas en común”, un primer paso que les ha llevado a la grabación de la maqueta como carte de presentación.

Curiosamente, la banda se presentó en sociedad antes de grabar los primeros temas de la demo. “Abrimos para Abjects sin tener la maqueta grabada. Luego nos pusimos a hacer más canciones y en agosto tocamos en les Festes Llibertàries de Gràcia, y en septiembre grabamos algunos temas que teníamos pendientes, que son los que hemos publicado en DEMOSTRACIÓ, la maqueta que se puede encontrar en nuestro Bandcamp”.

Del debut quedan sensaciones positivas, sobre todo por ser una fecha complicada. “Era entre semana y llovía un montón. Hasta entonces solo nos habían escuchado un par de colegas y no teníamos ni idea de lo que le parecería a los demás, pero la gente se movió y les gustó. Todo fue mejor de lo esperado”, en lo que no deja de ser un buen punto de partida para la senda que ahora retoman.

LA GRABACIÓN. El proceso de grabación de la maqueta fue fluido, una naturalidad que en parte se disfruta en la grabación, una sesión “cómoda” grabada en el estudio de un amigo de Mònica. “Tuvo una gran paciencia con nosotros, sobre todo porque nos dejó hacer todo el proceso como nos dio la gana. Queríamos que la cosa sonara lo más parecido al directo, para tener material que presentar en Internet”. ¿El resultado? una tarjeta de presentación que se adapta muy bien a como suena La Mala Fi, y una primera piedra de toque para fijar su consolidación de cara a una futura edición física. “Nos gustan todos los formatos pero lo que más nos gusta es que la gente nos escuche, así que todo formato que nos difunda nos viene bien. El rollo del vinilo, por ejemplo, es un fetiche muy bonito y si algún día tuviéramos la oportunidad de editar así sería genial, pero tirar de digital ya está bastante bien: es accesible a todo el mundo y desde varios soportes. En cualquier caso, lo más importante es que la gente que compra música en físico sienta que se está llevando a casa un objeto especial y hecho con cariño, sea cual sea el formato”, reflexiona sobre el futuro físico de la grabación.

Escucha la primera maqueta de La Mala Fí: