Hasta hace relativamente poco, la asignatura pendiente de The Drums era el directo. Con Portamento anunciaron un paso adelante en su ruta de maduración y, cumplida la promesa de crecimiento en lo estilístico, la mayor profundidad de unas letras que confirman que sí, que Pierce y los suyos han crecido y que la marcha de Adam Kessler aceleró aquello de hacerse mayores, quedaba comprobar si el proceso arrancado en el estudio se completaba en el escenario.

La última visita de The Drums en Barcelona fue en la sala 2 de Razzmatazz, hace prácticamente un año. Aquel día llenaron, a pesar de la presencia de Vampire Weekend en la sala 1 en una de aquellas drásticas solapaciones que de tanto en tanto se dan y de las que tampoco se libraron en esta ocasión, coincidiendo en día, pero no en lugar, con los ascendentes Fanfarlo. Y aunque en la Sala 1 no colgaron el siempre apetecible el sold out y el grupo ha perdido una pequeña parte del enorme tirón que el Let’s go surfing les trajo con su anterior disco, el aspecto de la sala era espléndido, con mucha gente dispuesta a retomar su relación con la banda pese a la automutilación del repertorio y con una sonada presencia Erasmus en la audiencia.

Jonathan Pierce, en Razzmatazz // Fotografía de Jordi Teixidó

Las dos últimas visitas de The Drums a Barcelona nos mostraron una banda anárquica, con una relación algo difusa respecto al trato que se le debe dar al ritual del directo y cierta sensación de caos y descontrol en el escenario. Los tiempos de diversión parecen haber quedado atrás y la banda -elevada a quinteto- ofreció un espectáculo mucho más sobrio, confirmando la ligera evolución que presentaron en Razz 2 el año pasado -más comedidos que en el Primavera Sound 2010, aunque con el histrionismo de Pierce aún por pulir, ahora que parece haber logrado ya del todo- y despojando a su directo el citado (y alocado) sentido anárquico de sus inicios en favor de un trato mucho más profesional, en el que se pierde frescura en favor de un empaque más contundente que les confirma como realidad.

La noche arrancó con una de nuestras canciones preferidas del segundo álbum. What you were es quizá uno de los temas que conectan Portamento con la obra anterior de The Drums, y que la banda la escogiera como obertura su función de enganche entre dos discos a los que cuesta separar con tan sólo un año. Después llegaron Best friend y Me & the moon y Pierce recuperó su dominio escénico, algo exagerado como marca de la casa pero no tanto como el año pasado, y un protagonismo asumido sin traumas por sus compañeros, cómodos en su rol secundario.

Llegó entonces el mejor bloque de la noche, aquel en la que el grupo pasó con nota la asignatura pendiente del directo y confirmó que esa es ya otra etapa superada en su proceso de trascender. A If he likes it let him do it le siguió Book of stories, puede que la pieza más madura del grupo, y a ésta Money, single y hit referencial de Portamento, todas ellas con la peculiar carta de presentación que la banda escogió para oficializar la puesta de largo del nuevo disco -los nuevos temas contaban con una iluminación diferente, separada del resto del repertorio- con la que se cerró un primer acto de nivel mayúsculo. Y aunque costó mantener el nivel de intensidad en el segundo acto, Forever and ever fue la canción más aplaudida en la recta final donde también hubo espacio para I need a doctor, Book of revelations y Days, una de las sorpresas de la noche, la noche se cerró bien con How it ended y Down by the water.

Llegó entonces el espinoso momento de los bises. La banda había avisado por activa y por pasiva que no sonaría Let’s go surfing, hit del que parecen haber renegado definitivamente, y cumplieron su palabra con Baby, that’s not the point primero y It will al and in tears y The future después, decisión que despertó alguna queja en aquellos que llegaron a Razz pensando en que la amenaza de dejar fuera el repertorio no iba con ellos, a pesar de que, antes de empezar la gira, Pierce ya había advertido que no sentía especialmente cómodo con el hit.

Buen concierto en suma para unos The Drums que, en una acertada decisión, parecen haber dejado atrás ciertos tics que confirman que la evolución de la banda va más allá del estudio. L. RUIZ

Ficha Técnica:
Concierto: The Drums.
Fecha: 16/11/2011. Escenario: Sala Razzmatazz
Espectadores: Rozando el lleno.

Fotografías de Jordi Teixidó (Doctor Music Concerts)