Las recientes nominaciones a los premios Emmy confirmaron las excelentes sensaciones que Lena Dunham y su Girls lograron al poco de su estreno en la cadena HBO. Repasamos la evolución de la carrera de su principal impulsora, nominada a cuatro categorías, desde sus primerizos vídeos en Youtube a Girls, pasando por la excelente Tiny Furniture con la que empezó a labrarse un nombre. Por RUBÉN IZQUIERDO

Antes de Girls, Lena Dunham ya era Lena Dunham, lo cual tiene mucho de obvio si caemos en la cuenta de que la serie, su personaje, tiene bastantes elementos autobiográficos. Como Larry David en Curb Your Enthusiasm, como Jerry Seinfeld en Seinfeld, como Woody Allen en… bueno, no importa

Lena Dunham es hija del pintor Carrol Dunham y la fotógrafa y diseñadora Laurie Simmons, y estudió Escritura Creativa en el Oberling College de Ohio, lo que en cierto modo podía haber hecho de ella alguien inaguantable. Pronto empezaría a escribir guiones para cortos propios autoproducidos, llegando a crear una serie online para la página web Desilusional Downtown Divas, cimentándose en ambos elementos los primeros pasos de una carrera que acabaría por explotar con Tiny Furniture. De aquella primera época de vídeos en YouTube dejamos An Early Short, filmado cuando contaba con 19 años.

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Pero realizadas las presentaciones, volvamos a Lena. Perfil de seis páginas en The New York Times antes de llegar a los 24 años, la actriz/directora/guionista cumple los cánones de los grandes cómicos norteamericanos… con la ventaja de haber alcanzado el panteón a muy temprana edad. ¿Se puede ser un genio televisivo a los 25 años?. Pues si, se puede. Sobre todo si un par de años antes, y estamos hablando de esa terrible edad en la que la Universidad se termina y empieza eso, lo que espero al otro lado del título académico, aquello a los que unos llaman vida después de,un cúmulo de frustraciones vitales y personales en realidad, realizas una de las mejores comedias indie de los últimos años.

De eso iba su segunda película como cineasta. De la perra vida que empieza justo cuando, en teoría, has salido preparado para comerte el mundo. Bendito plato indigesto.

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Y es que las líneas maestras de aquel explosivo debut, la excelente Tiny Furniture, no se alejaban mucho en realidad de lo visto en el piloto de Girls… o de su propia vida. En el film, Dunham interpretaba a una joven que, recién licenciada en Ohio, volvía a casa de su madre en Nueva York, con la depresión de no saber exactamente qué hacer con su vida, la sensación de que el título universitario recién conseguido tendría una utilidad más bien escasa y algunas dudas vitales más por solucionar. ¿Repite la sinopsis la pequeña biografía apuntada en la entrada?. En parte sí, claro.

En Tiny Forniture, Dunham era Aura y arrastraba ya con 22 años algunos de los miedos después explorados en Girls. Su licenciatura en Cine le daba para tener un perfil en Youtube con escasísimas visitas -357, para ser exactos-, su novio le abandonaba para «encontrarse a sí mismo» y las perspectivas laborales se limitaban al restaurante de debajo de su edificio. Vista con el tiempo, podría decirse que en aquella película Dunham sentaba las bases de lo que ha venido siendo su carrera hasta el momento, una carrera, conviene insistir, precoz y meteórica, que le ha permitido construirse un universo audiovisual propio a unas edades en los que lo normal es comenzar a destacar. Queda por delante el reto de crecer y de seguir tejiendo ese discurso mordaz, presentado ya como una poderosa carta de presentación.

Uno de los carteles promocionales de Tiny Furniture

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Considerada por parte de la crítica norteamericana como la nueva Tina Fey -servidor la sigue viendo más como el reverso femenino de Larry David, aunque para gustos colores-, Dunham logró con el Piloto de Girls una frase para la eternidad. «Soy la voz de mi generación, o por lo menos una voz de una generación«. La frase, pronunciada en uno de los momentos más hilarantes del capítulo, resume bien su posición en el establishment actual, por más que en múltiples ocasiones ella misma haya tratado de restarle importancia a la misma, asegurando que esperaba encontrar en ella un momento más cómico que académico.

No importa, pues, que Dunham sea la voz de una generación a través de sus dos personajes más conocidos hasta la fecha, o que sea una voz de una generación, algo que sin duda ha logrado ya gracias al monumental éxito de su serie para HBO, éxito que logró después de que Judd Apatow cayese rendido a su explosiva comedia cinematográfica, lo suficiente como para el que el rey de la nueva comedia norteamericana se decididiese a volver a televisión después de su celebrada Freaks and Geeks, a la que recordamos con su trailer promocional.

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Tanto la Aura que regresa a Nueva York tras estudiar en Ohio como la Hannah protagonista de Girls rompen los tópicos de la Nueva York de celofan vista en Sexo en Nueva York -de algú modo, aquella nos mostraba la Nueva York de los opulentos finales de los 90 y Girls… bueno ,Girls nos habla del aquí y ahora, de ahí que pasemos del lujo a los jóvenes casi sin sueños: el precio de soñar, toparse ante las expectativas no cumplidas, es un peaje demasiado alto que pagar- para sumir a sus personajes en la duda constante, la inestabilidad laboral y todos los dramas de sobras conocidos a los que hemos quedado abocados de manera irremediable, bañándolo todo ello con una potente y ácida capa de ironía que realza el mensaje, consolidado con esa pátina indie que nos remite a un Sundance permanente del que no queremos salir.

Hija  como decíamos de artistas y rodeada siempre de un universo cercano a lo bohemio -estudió con el hijo de Julian Schnabel- Tiny Furniture le sirvió para romper simbólicamnte el cascarón, tomando algunos elementos autobiográficos -otra constante en su incipiente carrera- como el de la afición compartida por los vídeos de YouTube, elementos autobiográficos que de hecho eran mayores allí, al hacer que su personaje principal volviese a casa de su madre, una prestigiosa artista.

Como Larry David -no nos cansaremos de citar la referencia- el humor de Dunham vive de esa autoparodia constante, algo que en algunos sectores podría verse como una sobreexposición de lo propio que sólo los grandes cómicos logran revestir como lo que en realidad es su obra, una ácida y poco complaciente crítica a los dramas mundanos de su protagonista, algo que el co-creador de Seinfeld ya hacía en su propio show, trasladándolo claro a sus propios demonios interiores: David vive sus pequeños grandes dramas en el barrio más exclusivo de Los Angeles, mientras que Hannah/Dunham trata de (sobre)vivir en su bohemio modo de vida neoyorquino, con un trabajo sin renumerar y una vida amorosa trufada de fracasos. Como muestra de lo dicho sobre David, valga esta hilarante escena con Christian Slater.

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Nominada en su debut a todos los Emmy a los que podía optar -directora, guionista, actriz y productora- queda el reto de saber hasta donde podra hilvanar este discurso una Dunham que hasta la fecha ha logrado dos éxitos notables haciendo de la autoreferencia una poderosa y mordaz arma de humor corrosivo contra lo que nos rodea. Y haber conseguido todo eso con apenas 25 años es algo, directamente, inclasificable.

Girls ha sido emitida en España recientemente por Canal + Cine Comedia en v.o.s.e.