El éxito alcanzado con el single California Dreamin’ convirtió a The Mamas & The Papas en uno de los grupos más representativos del movimiento hippie, cuyos valores revolucionarían para siempre la forma de entender y sentir la música. Hoy recordamos el que probablemente sea el más exitoso de sus trabajos.  Por ALBERTO J. PUYALTO

No cabe duda que la música de este grupo americano conforma una parte importantísima de la banda sonora de los años 60’s; temas como Monday, Monday, I Got A Feeling o Do You Wanna Dance son ejemplos de esa mezcla de folk-pop, dotada de pequeñas pinceladas psicodélicas, que alcanzó gran éxito durante la segunda mitad de la década. Revisadas hoy, la mayoría de sus canciones son auténticos clásicos que nos hablan de una época convulsa pero ciertamente inspiradora.

The Mamas & The Papas, integrada por John Phillips, Cass Elliot, Denny Doherty y Michelle Phillips, era una formación de aspecto bastante heterogéneo. El contraste entre las dos cantantes femeninas y los intérpretes masculinos parecía representar la propia pluralidad de su público. Sin embargo, todos los miembros del grupo destacaban por su gran capacidad vocal y su acierto a la hora de crear hermosos coros como trasfondo a melodías pegadizas. Este estilo contribuyó definitivamente a la creación de un género genuinamente americano denominado sunshine pop, representado también por grupos como The Turtles o The Beach Boys, entre otros.

Imagen promocional de la banda, durante una grabación

Pese a ser originarios de Nueva York, The Mamas & The Papas se convirtieron rápidamente en un referente para los hippies de la Costa Oeste tras la publicación en 1965 de su segundo sencillo. Anteriormente habían grabado Go Where You Wanna Go sin demasiado éxito, pero con el lanzamiento de California Dreamin’ alcanzaron cotas de popularidad inimaginables. La canción, que hablaba sobre la añoranza de Michel Phillips por vivir en la fría Nueva York -lejos de su natal California-, no llegó al nº 1 de las listas de éxitos, pero se mantuvo en posiciones privilegiadas durante 17 semanas. Junto con San Francisco de Scott McKenzie, la canción está considerada la principal responsable de haber a inmortalizado California como la eterna meca de los hippies.

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Tras este repentino éxito, The Mamas & The Papas grabaron su primer álbum con el sello Dunhill e iniciaron una breve pero meteórica carrera discográfica que concluiría en 1971. Con su debut If You Can Believe Your Eyes And Ears presentaron un estilo fresco, novedoso, capaz de oscilar entre la balada romántica y el rock and roll sin perder en ningún momento su seña de identidad pop. La acogida de este trabajo entre público y prensa no pudo ser más entusiasta, y aunque los posteriores trabajos del grupo también serían destacables, ninguno de ellos volvería a alcanzar este grado de consistencia e inspiración.

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Un repaso al vinilo original nos permite comprobar que la mayoría de los temas están presentes en posteriores compilaciones de grandes éxitos de la banda. La cara A se inicia con la célebre Monday, Monday, continúa con la bailable Straight Shooter y prosigue con otra tierna y mítica balada, I Got a Feelin’. La siguiente pista, I Call Your Name, es una magnífica cover de los Beatles que, a mi juicio, supera el tema original. Antes de finalizar esta cara, encontramos el primer sencillo publicado por el grupo y la pieza Go Where You Wanna Go, un claro ejemplo de las conmovedoras harmonías vocales que conseguían recrear los cuatro intérpretes. El otro lado del vinilo abre con California Dreamin’ y presenta después una versión del clásico Spanish Harlem, seguido de otro de los mejores temas rock n’ roll del grupo, Somebody Groovy. Concluyen el disco Hey Girl, You Baby y otro clásico, esta vez del soul, que muestra la potencia vocal de “Mama” Cass Elliott: The In-Crowd.

La popularidad lograda entre determinados colectivos llevó a The Mamas & The Papas a dejar de lado su imagen políticamente correcta e implicarse en el movimiento flower power, vistiendo más acorde a la nueva moda de la Costa Oeste. Diversas giras por EE.UU y su aparición en el legendario Monterey Pop Festival en 1967 –en cuya promoción participaron activamente– terminaron por cerrar el círculo y consagraron a la formación como uno de las bandas hippies por excelencia.

Tras este arrollador éxito que culminaría en el célebre Summer of Love del ’67, la banda anunció que necesitaba tomarse un descanso antes de realizar un breve tour por Europa. Pese a la plácida imagen que ofrecían ante sus fans, las tensiones entre los integrantes empezaban ya a aparecer. El grupo estaba contractualmente obligado a grabar varios discos más, pero la semilla del conflicto había echado raíces.

El grupo, en la época de grabación del disco

En realidad, la trama que acabó por disolver The Mamas & The Papas es digna de una telenovela: John y Michelle se habían casado antes de formar el la banda, pero en 1965 la cantante inició una relación en secreto con Doherty de quien cuentan que estaba enamorada Cass. Al descubrirse el affaire, Michelle fue expulsada temporalmente del grupo, pero las demandas de los fans obligaron a readmitirla. Por esa época, John Phillips también empezó a tener severos problemas con las drogas, cosa que le impedía arreglar su matrimonio con Michelle y ocasionaba constantes tensiones en el seno del grupo; se cuenta que en un encuentro con Mick Yagger, John humilló públicamente a Cass Elliott ante el que era su ídolo, hecho que llevó a la cantante a decidirse a abandonar The Mamas & The Papas tras haber madurado la posibilidad de iniciar una carrera en solitario.

Tras la disolución del grupo, la suerte de sus miembros fue diversa. John Phillips empezó a codearse con celebridades de Hollywood y publicó varios LPs. Sus problemas con las drogas continuaron agravándose y durante los 80 fue arrestado por posesión de estupefacientes. Durante esa década también participó en una nueva versión de The Mamas & The Papas junto a Dennis Doherty, un proyecto en el que también participaría la hija de su primer matrimonio, MacKenzie Phillips, con quien John mantuvo una relación marcada por el incesto durante 10 años. Cass Elliott publicó algunos álbumes en solitario y apareció en diversos programas de TV, pero falleció en 1974 tras un concierto debido a un ataque cardíaco. Por su parte, la bella Michelle Phillips, única integrante viva en la actualidad, se casó con el actor Dennis Hopper, aunque su matrimonio duró apenas 8 días. Posteriormente, emprendió una exitosa carrera como actriz que le ha llevado a aparecer como invitada en series como Beverly Hills 90210, Spin City o Desperate Housewives.

El curioso final de The Mamas & The Papas no puede empañar su valioso legado. Sus canciones, que hablaban sobre amor y libertad, fueron un verdadero sustento para esa corriente que agitó el mundo en busca de nuevas respuestas. Y aunque echando la vista atrás el movimiento hippie pueda parecernos hoy un tanto utópico, nadie puede negar que fue una hermosa manera de luchar contra las convenciones y crear nuevas formas de contracultura.

Paz y buena música para todos.

Portada del álbum aquí comentado