Un Día Extraordinario como símbolo de resistencia. Marlango apostaba hace unos meses por el optimismo de algunos temas como manera de resistir ante el contexto de desánimo causado por la situación de crisis económica que nos rodea. Los directos de Leonor, Alejandro y Óscar siempre han funcionado como un bálsamo contra las preocupaciones gracias al clímax de complicidad que suelen tejer con su público. Hablamos con Alejandro Pelayo para conocer un poco mejor como se ha cocinado el último trabajo de la banda, justo en la semana en la que se ha presentado el último proyecto del grupo, el cortometraje dirigido  por Leonor Watling Los Sueños de Ulma. Una entrevista de RUBÉN IZQUIERDO

Marlango es noticia estos días por partida doble. De un lado, su gira sigue adelante con nuevas fechas en A Coruña, Madrid y Mataró, entre otras fechas -los conciertos de aquí al próximo 26 de Octubre pueden consultarse aquí-. Del otro, la banda presentaba a finales de la semana pasada de Los Sueños de Ulma, proyecto que supone además el debut como directora de Leonor Watling, presentado en el Festival de San Sebastián. Auspiciado por Coca Cola Ligth, Los Sueños de Ulma cuenta con la presencia de los tres integrantes de la banda, además de aportar al mismo el segundo single de Un Día Extraordinario, Lo que sueñas vuela.

Cuando Eva recibe las cenizas de su amiga Ulma, decide que antes de esparcirlas por un acantilado, tiene que cumplir los sueños que a ésta le quedaron por realizar, esas «pequeñas cosas» que todos vamos dejando sin hacer por estar demasiado ocupados con las cosas importantes. Con esta excusa, Eva iniciará un viaje que terminará siendo un viaje interior en el que se enfrentará a sus propias carencias y sus propios sueños

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Hablamos con Alejandro Pelayo antes de la presentación de Los Sueños de Ulma, coincidiendo con el paso de Marlango a Barcelona para tocar en los actos de la Mercè, una nueva vista del trío responsable de noches trufadas de magia en escenarios tan icónicos como el Palau de la Música o el Liceu. Reflexionamos con él sobre la evolución de su música, los cambios que se han producido desde su lejano debut  y el modo con el que Marlango trata de combatir la angustia que nos rodea a golpe de optimismo.

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El músico vive por definición en la oposición: nuestro modo de protestar es festejar

En las primeras entrevistas que distéis después de la aparición de vuestro último álbum había una pregunta obligada, la del cambio de idioma. Más allá de esa novedad, ¿en qué ha cambiado Marlango desde que os dieron la primera copia de vuestro primer CD?
Alejandro: Creo que, más que nosotros, lo que ha cambiado es el mundo que nos rodea.  Se ha ido todo a la mierda, con perdón. Todo se ha hundido en unos pocos años… Cuando nosotros empezamos a juntarnos y a planear hacer músicos juntos se vivía el boom económico, aquello del España va bien. La gente compraba casas, tenía dos coches… Es evidente que todo a ido a peor, y todo es más difícil ahora, más pesimista.

¿De ahí el tinte optimista de algunas letras?
No nos queda otra que ser optimistas. Éste lo hemos titulado así, y si hay otro será La Fiesta, o algo similar. El músico vive por definición en la oposición, y nuestro modo de protestar es festejar

Por lo que cuentas es un modo de resistir…
Es un flotador, un modo de construir el día a día. Los que tenemos niños tenemos el deber de  mirar a través de sus ojos, y tenemos que hacer el esfuerzo de pensar que, aunque la economía está mal, lo demás no tiene porqué estarlo necesariamente. No podemos dejar que se nos mida la vida por el saldo que nos queda en el banco, hay que fijarse en otras cosas, y nosotros tenemos la suerte de tener un micro y una cámara. Es una oportunidad que no hay que dejar pasar.

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Ese optimismo, que puede verse en temas como Lo que sueñas, vuela, queda también escenificado en el escenario. De vuestro último concierto en el Palau recuerdo una frase que dijiste que me hizo pensar. Recordabas vuestro primer viaje a Barcelona en furgoneta para tocar en un concierto en la FNAC y lo comparabas a la gira actual, con paso por el Palau. ¿Qué expectativas tenía por entonces Marlango?
Creo que nuestra gran suerte fue precisamente la falta de expectativas. El hecho de poder publicar el primer disco saciaba las que podíamos tener, así que todo lo que vino después fue inesperado, en el sentido que no podíamos pedir más

¿Recuerdas como fue el momento en el que visteis que la cosa iba a más?
Una vez hicimos el disco lo normal era que cada uno hubiese ido a lo suyo después, pero de repente nos vimos en que el disco gustaba, y que nos llamaban para tocar aquí o allá. Tuvimos que volver a llamar a los músicos con los que habíamos grabado el disco, e íbamos a donde nos llamaban. Lo bonito de aquella época es que íbamos de la mano del presente, y en cierto modo la música es eso: las canciones te llevan donde quieren ir.

Fue algo inesperado, entonces
Normalmente lo que sucede es eso. Pasas cosas con las que no cuentas, aunque intentes prepararte lo mejor posible.

Para llegar a unas canciones a veces hay que pasar por otras antes: no puedes llegar a ellas si antes no has compuesto las otras

Durante todo este tiempo habéis compuesto cerca de 70 canciones. Recuerdo leer una entrevista vuestra hace tiempo en la que Leonor comentaba que lo complicado era al principio: plantear los conciertos con pocas canciones en el repertorio. Con tantas donde elegir, ¿duele dejar fuera las que nunca salen?
De las setenta y algo canciones que tenemos, normalmente por concierto salen entre 20 y 24. Por alguna razón hay temas que ya no tocabas cuando correspondía que siguen sin salir ahora. Seguramente es porqué hay temas con los que no acabas de sentirse cómodo.

¿Y qué relación se tiene con esas canciones?
Son canciones necesarias, en el sentido que para llegar a una buena canción a veces tienes que pasar por otra antes.  Seguramente algunos temas deberían haberse trabajado más, pero todas son importantes por lo que te decía: para llegar a unas canciones a veces hay que pasar por otras antes. Volviendo a tu pregunta anterior, creo que al final acabas tocando las verdaderamente buenas.

Hablábamos antes del Palau. En esta gira estáis tocando en escenarios importantes, como las citas inminentes que tenéis en A  Coruña o Madrid. ¿Qué sensaciones os transmite escenarios como el Palau o el Liceu?
Hemos tenido la suerte de tocar en escenarios muy importantes. El Palau impone mucho, y nos gusta mucho tocar allí cuando vamos a Barcelona. El otro día tocamos en la Mercè al aire libre y fue bonito también, con muchísima gente. Guardamos también un gran recuerdo de La Paloma

Escenario mítico…
Quizá sea porqué ya no existe, pero fue un concierto muy especial. La cosa del salón de baile, la luz… Barcelona siempre nos ha acogido bien. El Palau y el Liceu son dos hits, pero La Paloma nos marcó

Imagino que en cada gira habrán escenarios que causan una especial ilusión
Hay paradas que acoges con muchas ganas. Madrid, Gijón, Barcelona… Santander en mi caso, claro. También es cierto que más que el escenario el ritmo del concierto lo marca cuando lo celebras: el día de la semana en que tocas, si es al aire libre o a cubierto, el tiempo que hace… Eso te pasa en Madrid, Barcelona o Tokio.

Volvamos al idioma. Más allá del modo de trabajo, ¿habéis notado otra percepción del público?
Hay matices, por ejemplo en el mercado latinoamericano. Antes en países como Argentina nos ponían en las emisoras que ponen más música en ingles, y ahora con el cambio nos han pasado a las otras. Cuando fuimos de promo vimos que el circuito era diferente.

Aunque hasta ahora se os había asociado siempre al inglés en el pasado ya apareció algún tema en castellano, como Malas temporadas ¿Creéis que cambiará el tipo de público por el idioma?
No lo sé, aunque al idioma lo considero la guinda del pastel. Sería más importante que abandonásemos la trompeta o el piano, que siempre nos ha definido a nivel musical, más que el idioma en el que cantemos. Eso sería más revolucionario que cambiar el idioma…

Otra guinda de vuestros conciertos es el buen criterio que marcáis a la hora de decidir quien abre cada noche. En Barcelona Maia Vidal dejó un recuerdo muy grato.
En el caso concreto de Maia nos propusieron varias alternativas, pero lo suyo fue espectacular. Fue una de esas veces en que ves que todo encaja. Musicalmente tenemos cosas en común, y a parte de todo su actuación fue brillante. Nos sentimos muy honrados de la gente con la que tocamos, y sería maravilloso volver a tocar con ella, abriendo ella o nosotros.

Marlango actúan el próximo 6 de Octubre en el Centro Ágora de A Coruña y el 25 en el Teatro Lara de Madrid dentro del ciclo «Pequeños Grandes Momentos 1906»

Cartel promocional de los conciertos de Madrid y A Coruña