Huyendo de sí mismo y de los demonios que bloqueaban su yo creativo, Josh Tillman se ha topado con Father John Misty, personaje que da forma a la recuperación de su carrera en solitario después del paréntesis con Fleet Foxes, un trabajo enorme y grandilocuente, nacido de un viaje en caravana con «las suficientes setas para ahogar un caballo». Fear Fun es en este sentido un trabajo excelente y enormemente personal, por más que Tillman se refugie en la careta autoimpuesta por el personaje de John Misty, de la que apenas se desembaraza hasta el final. Por RUBÉN IZQUIERDO

  • Asfixiado y sin margen para la creatividad en Fleet Foxes, Tillman abandonó el proyecto perfecto, la banda en la cúspide de su carrera, para retomar su hilo creativo en solitario bajo otro nombre, un personaje que le sirve para huir
  • Once temas que engarzan con la mejor música norteamericana de siempre, con guiños a Harry Nilsson y a un rock vitalista que abraza para romper los hilos que le unían mentalmente a Fleet Foxes
  • El sentido cinematográfico de los tres videoclips presentados hasta la fecha refuerzan el sentido del personaje literario (musical) que Tillman ha creado con John Misty

Por más que a Josh Tillman le vaya acompañar una larga temporada la coletilla de «exbatería de Fleet Foxes» lo cierto es que antes de enrolarse al consagradísimo proyecto de los de Seattle Tillman contaba ya con una interesante trayectoria individual repartida a lo largo de seis discos. Miembro de la banda liderado por Robin Pecknold entre 2008 y 2011, los discos Tillman destacaban por su enorme sentido acústico, trabajos eminentemente espirituales, marcados por una profunda emotividad. Antes de ser Tillman, Tillman ya era Tillman.

El ya exmiembro de Fleet Foxes ha explicado en varias ocasiones cómo nace el personaje de Father John Misty, nombre con el que actuará en un Auditorio Rockdeluck que, con él y Josh T. Pearson, garantiza un deliberado poso de autor que hará subir la media de las jornadas del mismo. Según lo dicho, Father John Misty -el disco y el personaje, todo en realidad- nace de un viaje a Los Ángeles, adonde se dirigió huyendo de todo con la única intención de desconectar del mundo. «Escribo una novela porque nunca antes se ha escrito«, canta al tiempo que da forma a un gran disco, concebido quizá como si fuese de otra época y otro lugar, un trabajo en suma emparentado con los grandes que deja corta la etiqueta de exbatería de.

Father John Misty debía ser un personaje interesado en las drogas y el sexo, algo así como el otro reverso de su ser, aunque lejos de los demonios que le atormentaban entonces. El resultado es un disco -algo que se repite en los videoclips- que reinciden en esa temática, aún ampliándola a otras, poniendo en la batidora algún destello del folk pastoral por el que le conocíamos y sumando el sentido más rockero de Harry NilssonSub Pop fija también en las referencias a Waylon Jennings y Arthur Russell para completar el mosaico-, un espectro pues bastante amplio que se deja sentir también en la temática del álbum.

Father John Misty vendría a ser el punto intermedio de los dos proyectos de Tillman hasta la fecha. El personal, con el que se dio a conocer, y el de batería de Fleet Foxes, hasta que le llegó el colapso creativo y se vio en la encrucijada de huir para seguir, una huida que derivó en el personaje

Con arreglos de Jonathan Wilson -conviene revisar con urgencia su Gentle Spirit– y mezclas de Phil Ek, a quien ya conocía de su etapa en Fleet Foxes, el disco comparte sello con su antigua banda, llega presentado por Sub Pop Records y muestra un sinfín de diferencias no ya con su etapa respecto a la banda de Pecknold, sino que también con sus propios discos en solitario, al que aún así seguimos reconociendo en algunos pasajes como Now I’m learging to love the war, uno de los mejores momentos del disco juntamente con el ya citado I’m writing a novel o el Nancy from now on, del que dejamos videoclip, muy acorde con la historia de su Father John, a la que da en su videoclip una segunda relectura, como también realiza en el que veremos más adelante, This is Sally Hatchet o el también muy cinematográfico Hollywood forever cementery sings, que dejamos un párrafo más allá y que reincide en los mismos parámetros que los demás clips.

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La composición del personaje liberó a Tillman, sujeto a los corsés creativos que él mismo se había impuesto en los últimos años, y le permitió llevar a cabo la composición de los nuevos temas desde su exilio (espiritual) en varios puntos de Los Angeles y California con un punto de ironía y mucho sentido de liberación personal -uno de los hits del nuevo álbum, de hecho, quedó bautizado como I’m writing a novel, lo que le confiere al asunto cierto sentido metaliterario que conviene destacar-.

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Fear Fun es en sentido un gran disco de liberación creativa y musical. Los nuevos aires le sientan bien a Tillman, y su huida hacia adelante se salda con notable éxito en un trabajo que termina de ser un guiño a autoreferencias propias y que entronca con el rock más vitalista de los 60 -hay en temas como Hollywood forever cementary sing una vitalidad casi inédita en su  música que nos hace aplaudir el cambio, como si la rotura de los corsés del pasado le hayan permitido realzar el vuelo en pos de ese nuevo yo que termina por explotar en This is Sally Hatchet, un tema que ya tenía brilla propio en las primeras escuchas y que Tillman eleva a algo más en su portensoso videoclip-.

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Socarrón por momentos, con referencias a su propia persona de manera más o menos constante que hacen de Fear Fun un disco revitalizante y necesario, un homenaje a la música de siempre que Tillman aprovecha para (re)generar el ambiente de su alrededor y tomar impulso a una carrera que él mismo veía estancada y al que le ha dado una asombrosa nueva vida John Misty mediante, un tipo -bohemio, perezoso, instalado en el carpe diem constante-al que resulta imposible no tomar afecto. Bendito bloqueo, y bendita liberación.