Salt Petal es un grupo californiano integrado por una estadounidense, un argentino y un japonés. De tan sugerente mezcla surge un grupo que hace de la fusión de estilos una de sus razones de ser, una condición indispensable para disfrutar de su música, cuyos pilares descansan en el sentido eminentemente artístico que sus protagonistas han sabido encontrar en California. La banda prepara ya su nuevo álbum, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo otoño. Por RUBÉN IZQUIERDO
La banda, nos cuenta Rodrigo, ha tenido un 2012 de lo más intenso. El grupo giró por primera vez en territorio europeo, actuó en el SXWS y visitó nuevas sedes, inéditas para sus integrantes. Hemos hablado con él para conocer un poco más de cerca como viven este proceso de cambio, qué intenciones de futuro guardan para la banda y cómo ve el día a día de la comunidad artística de California, muy intensa a ojos del propio Rodrigo.
Imagen de archivo de Salt Petal // SP
El músico, de origen argentino, nos revela a su vez algunas de las influencias de la banda, tanto latinas como más indies, al tiempo que nos rememora su experiencia en el prestigioso SXWS, una experiencia de lo más enriquecedora que compartieron con bandas amigas y que recomienda vivir en primera persona aunque no se forme parte de la sección oficial. Conozcamos, en fin, un poco más de cerca a Salt Petal y su saludable mezcla de rock, folk y tropicalia.
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Este año ha sido importante para Salt Petal, con varios conciertos en diferentes puntos de Norteamérica y Europa. ¿Cuáles son los orígenes del grupo?
Aunque tenemos nuestra sede en Los Angeles nuestros miembros son de diferentes puntos del mundo. Autumn, nuestra cantante, es de San Francisco, Hiroo de Japon y yo de Buenos Aires.
Vuestra música de define como una mezcla de folk, rock y tropicalia. ¿En qué género os sentís más cómodos?
En la zona donde vivimos hay muchos músicos, de varios géneros, y nos gusta ir a escuchar diferentes tipos de música… Creo que de esa variación salen las canciones que escribimos. Nos gusta mucho la energía que desprende el indie, pero tenemos muchas influencias fuertes también de América Latina. Nos llama mucho la riqueza de ritmos de allí, es algo que llevamos muy adentro de nosotros.
Vuestro último videoclip ha sido Songs I Used to Love. ¿Es el tema que mejor os define?
Es, de hecho, el single que lanzamos este verano. Lo escogimos entre las doce canciones del nuevo disco porque consideramos que capta muy bien la energía del álbum.
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El SXWS es impresionante, incluso la zona no oficial. Hay millas y millas de gente y caravanas y la gente de Austin se vuelca. En nuestro caso teníamos que tocar cuatro veces y lo acabamos haciendo nueve
La primera vez que hablamos con vosotros nos contásteis que participastéis en el South By South West de Texas. ¿Cómo recordáis la experiencia?
Muy gratamente. El South by Southwest es un festival único, que retiene un espíritu espontáneo muy claro. Por lo que entendemos, empezó como una celebración de músicos amateurs, una manera de promocionar talento local que no tenia muchas vías de recibir excesiva atención.
Nada que ver con lo que ha conseguido en la actualidad
Hoy en día representa uno de los eventos mas grandes dentro del panorama musical norteamericano, e incluso me atrevería a decir que lo representa a nivel internacional. Eso hace que haya un número importante de fiestas y eventos no oficiales. Son muchas millas de gente y clubes, con caravanas repletas de instrumentos. Si encuentras un sitio para tu caravana la dejas ahí desde las diez de la mañana hasta las 4 del día siguiente, y vas caminando hasta que pierdes a tus compañeros de banda. Tuvimos un muy buena acogida. La gente de Austin salía para celebrar las jornadas con los músicos y apoyar a los artistas independientes. Fue una experiencia dura -llegamos a California en coche, después de 25 horas conduciendo sin parar, con lluvia y nieve- aunque espectacular. Acabamos tocando nueve veces en vez de cuatro.
Es una oportunidad única para conocer grupos de todo tipo de estilos y procedencias. ¿Algún descubrimiento que antes no conocieráis?
Lo cierto es que fuimos con bandas que ya eran amigas nuestras, así que las conocíamos de entrada. Pero pasar tanto tiempo con ellas hizo que acabásemos apreciéndolas aún más. En concreto viajamos con Season, Torches y Manhattan Murder Mystery. También vimos tocar a Wild Belle, que fue algo muy emocionante. También destacaría a los diferentes músicos que tocaron en la calle y que tanto nos impresionaron.
Realizasteis un pequeño tour por la Costa Oeste, desde Los Angeles a San Francisco. Desde Barcelona, quizá nos equivocamos por la distancia, nos da la sensación que la escena de Los Angeles vive un gran momento. Cada vez nos llegan más grupos de allí y aparecen iniciativas como las del Viva Pomona que confirman que algo está pasando en California. ¿Cuál es vuestra experiencia en Los Angeles?
Lo cierto es que en ocasiones es complicado ver lo que sucede a tu alrededor. Quizá por ello viajar nos ha dado una perspectiva nueva del asunto. Cuando estás en Los Angeles puede pasar que lo veas todo demasiado grande, y las distancias hacen que algunas cosas parezcan innacesibles. Aunque entonces te encuentras luchando por sacar adelante algo creativo y vas buscando modos de compartirlo, lo que hace que acabes en el centro de una comunidad de artistas que ni sabías que existía.
Hay mucha variedad, entonces
Muchísima. Hay artistas de todo tipo… Tenemos amigos que son actores, escritores, pintores… A medida que viajas te das cuenta que no pasa en todas las ciudades, la vida artística de LA no la encuentras en todos sitios. Y por otro lado es cierto lo que señalas: hay muchos organizadores que intentan apoyar la música. Muchos bares y cafés, festivales como el Make Music Pasadena, el Echo Park Rising, Eagle Rock Festival, y muchos más.
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Disfrutamos mucho nuestra gira europea. Fue impresionante visitar ciudades como París o Barcelona. Sentir el pasado en la arquitectura de las ciudades es algo impresionante
Después de aquella gira pasasteis por Francia, Portugal y España, donde tocasteis en Barcelona. ¿Fue vuestro primer tour internacional?
Apareció la opción de ir a tocar a Europa, y no tuvimos prácticamente tiempo para pensarlo, así que decidimos intentar realizar nuestro primer tour internacional. Hicimos todos los planes en un mes, y a partir de allí trazamos una gira que pasaba por Cannes, París, Barcelona y Oporto. Fue hermoso poder ver países que nunca habíamos visitado… Creo que es algo común en todo el continente americano el impresionarse con las ciudades europeas. Sentir el pasado en la arquitectura es algo escalofriante…
¿Y cómo fue la experiencia en sí?
Muy buena. Barcelona es una ciudad hermosa, queremos volver para pasear y conocerla mejor… no llegamos a ver la playa! Pudimos ver un par de conciertos del Primavera Sound en la jornada del parque. Y el barrio gótico nos gustó mucho. ¡También las patatas bravas! (risas)
Otra influencia más o menos clara de vuestra música es la realizada en Latinoamérica, algo que se ve sobre todo en los temas en castellano. ¿Veis muchas diferencias entre vuestras dos vertientes?
Es cierto. A nosotros nos gusta donde se unen las influencias, la intersección.Siempre ha existido intercambio entre las músicas de las dos américas. El jazz , por ejemplo, se formó entre Nueva Orleans y La Habana, y en los años 50 la música pop de Estados Unidos tenía mucho de ritmos de bolero. En los 60 el folk bebía de Mercedes Sosa o Violeta Parra, y en los 80 el ska estaba de moda entre muchos sectores de población de Estados Unidos.
¿Qué planes de futuro más inmediato tiene la banda?
Estamos planeando lanzar nuestro nuevo disco en el otoño de este año, algo que va a ser emocionante para nosotros. Estamos planeando una fiesta grande. Antes, vamos a publicar un EP digital y tendremos muchos recitales para promocionar los dos, inclusive un segundo tour por la costa Oeste. Quisiéramos volver a Europa si pudiéramos!
Seguro que sucede pronto. Mucha suerte!