Se dieron a conocer hace ya dos años, con su Found Love In a Graveyard, pero no ha sido hasta 2011 cuando se ha publicado su primer largo, (Veronica Falls, 2011) en el sello Slumberland records, que comparten con The Pains of Beig Pure at Heart o Crystal Stils. Durante este tiempo, el cuarteto de Londres han despertado un interés que ellos mismos han alimentado editando apetitosos singles por fascículos: Beachy Head, Bad Feeling, y Come on Over siguieron a la carta de presentación, y los cuatro temas aparecen en su disco debut, junto con 8 canciones más. También publicaron una fantástica versión de Starry Eyes de Roky Erickson que quedó fuera del álbum debut, pero se inclirá en un disco de versiones.

Cuenta la leyenda que Veronica Falls se gestó en un concierto de Comet Gain. Esto, sumado a los estilos las bandas a las que pertenecían antes de formar esta última varios de los miembros, ya apuntaba varias pistas sobre cuál sería el resultado: Roxanne Clifford (voz y guitarra) y Patrick Doyle (batería y voces) formaban parte de Sexy Kids, una banda de  twee pop, y James Hoare era miembro de los Your Twenties. Tras el encuentro en el show de los Comet Gain, se les unió Marion Herbain (bajo) dando lugar a la banda que conocemos ahora.

Se les relaciona directamente con la última ola de grupos lo-fi americanos como Vivian Girls o Dum Dum Girls. Se les encuentran reminiscencias a lo Beach Boys, por sus harmonías vocales y por su estilo pop-surf –Wedding Day es quizás el ejemplo más claro’- Se les sitúa dentro de los sonidos shoegaze y C-86,  y Pitchfork los compara con una especie de The Mamas and The Papas fantasmagóricos. Y lo cierto es que arrastran influencias de todos estos años, desde los 50 hasta ahora, sin olvidar los 80. Pero a todo esto, le añaden su estilo: Buscan la calidad, la belleza y también un halo de oscuridad.

Sus letras, a menudo mencionan la muerte o personajes que nos hablan de sus vidas o de lo que podrían haber sido desde el más allá. Posiblemente la más oscura de sus canciones sea la que abre su disco debut, Found Love In a Graveyard sin menospreciar la imprescindible Misery o la que ya avisa antes de ser escuchada, Bad Feeling y que nos traslada directamente a los años 60:

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En cambio, el disco se cierra con una de las más optimistas, la bellísima Come On Over. Podemos entenderlo como una evolución hacia la felicidad a lo largo del disco, o simplemente como un destello de luz al final del túnel.

Sea como sea, Veronica Falls gustan. Gustó ya su single de presentación en 2009, y el disco, muy esperado, también ha tenido una gran acogida por parte de la crítica y del público. La fórmula mágica? Recuperar elementos ya conocidos –y posiblemente muertos?- pero que gustaron, gustan y gustarán siempre y añadirle su toque personal, eso que hace que queramos volver a escucharles. Lo podremos hacer en directo en unos días, ya que Verónica Falls pasarán por el Primavera Club. Será el 23/11 en Barcelona y en Madrid un día después. N. SOLANO