Con apenas seis canciones, dos EP’s y un gran trabajo de base, Wonder Villains han conseguido llamar la atención de la BBC con su original propuesta vitalista, que va desde unas melodías fugaces a una estética igual de optimista que hace de este grupo de Irlanda del Norte una apuesta segura para combatir un mal día de ánimo. Por ART VANDELAY
- Los dos EP’s han llegado con muy poco tiempo de diferencia, aunque mantienen el tono con un fuerte compromiso en lo relativo a la continuidad
- Zola y Ferrari, los temas abanderados de sus dos trabajos, con los que han logrado llamar la atención de la prensa británica
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No nos han llegado muchos grupos de Irlanda del Norte en los últimos meses, y menos aún con el optimismo vital de Wonder Villains. Los de Derry han necesitado tan solo un puñado de EP’s para asomarse con un discurso propio, apoyado en la buena entente de la banda -se conocen prácticamente desde el instituto- que ha sabido escalar con acierto en el mercado local, hasta el punto de lograr una invitación de la BBC para participar en el Radio One Big Weekend Festival, donde aparecieron junto a grupos como New Young Pony Club, Casiotone For The Painfully o The Human League.
El resultado de su música es un seguido de canciones breves, destellos de luz enérgicos que sobrevuelan nuestros oidos en forma de temas fugaces, cercanos a los dos minutos de duración y repartidos en dos EP’s aparecidos entre los pasados meses de Noviembre (Zola) y Febrero (Ferrari) con los que llamaron la atención de su Irlanda del Norte natal gracias a la rotundidad de sus temas.
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Del Zola con algún deje a Los Campesinos! -en formato reducido, claro- a ese 33 que recoge, en parte, la esencia del grupo: protagonismo destacado de los teclados, la voz a veces rasgadas a veces sensual de Eimear Coyle a la relativa distorsión de Running in circles, presentada en versión demo.
Apenas unos meses después de Zola, Wonder Villains presentaba Ferrari, continuación de aquellos tres temas primerizos con otras tantas aportaciones, siempre con un esquema casi simétrico al anterior, con Calgary 88 como punta de lanza. Menos épica que el tema de Antònia Font bautizada con el mismo nombre, la canción nos sirve para imaginar hacia donde puede avanzar el grupo con tiempo y ampliando un repertorio aún breve -apenas cuatro temas y dos demos- pero ya sugerente. El tiempo dirá.
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