Debo reconocer que la primera vez que vi en directo a los Fatus no era especialmente fan de la banda, por puro desconocimiento. Bicaberut! me quedó siempre como un disco pendiente de escucha, y aunque Paquete de Tabaco me había gustado lo suyo faltaría a la verdad si dijese que fui a su concierto acústico en Ultra-Local Records como un fan declarado de la banda. Pasó lo que pasa a veces: que un grupo te toma por sorpresa en un concierto cualquiera y te enganchas a sus canciones. Con ellos, me temo, no me pasó en su mejor concierto: los estragos de la resaca (la suya y la mía) y el obligado formato reducido de la propuesta lo condicionaron en parte, aunque las canciones me engancharon, y lo que tenía por un concierto sin historia se convirtió en uno entrañable, en el que grupo y público se unieron en una comunión de compadreo que agrandó las canciones del EP.

Huelga decir que los Fatus son, con permiso de Terrier, una de las bandas más carismáticas que hay hoy en día en directo, y aquel día estuvieron muy graciosos, algo que enriquece la escucha de sus canciones, todas ellas ya con nervio y chispa propia. Al acabar el concierto hicieron lo que estaría bien que hiciesen todos los grupos: quedarse a hablar con la gente que se acercó a escucharlos y allí ya me ganaron del todo. Su discurso, ya de por sí lúcido en las canciones, se refuerza en las distancias cortas, dándole si acaso una segunda lectura a sus temas, estupendamente trabajados en Arriba de Bien (Autoeditado, 2015), el disco que presentaron a finales del año pasado y que han presentado en algunas fechas por España estos últimos meses junto a Somos La Herencia. El álbum muestra ligeros cambios de estilo —se permiten hasta una lenta: la rotunda “Vas a volver”— y aristas de madurez en sus mejores momentos, sin que ello traicione su espíritu original. Hemos querido recuperarlo para hacerle justicia: ¡qué pocas listas lo destacaron!, ¡qué mal repartido está todo!

TEXTO: RUBÉN IZQUIERDO | FOTOGRAFÍAS: WILL SPECTOR & LOS FATUS

En 2015 sacasteis un discazo y me da la sensación de que me enteré tarde. No sé si tiene que ver con la importancia que os dais a vosotros mismos: en los directos siempre me habéis dado la impresión de que preferís pasarlo bien antes que cualquier otra cosa. ¿Es la naturalidad la mejor carta de presentación de Will Spector y Los Fatus?
Pues la verdad es que pretendíamos que se enterase todo quisqui, pero hemos fracasado estrepitosamente, una vez más. Al estar en plan DIY llegamos hasta donde podemos, si bien tal y como está la cosa ya nos podemos dar un cantazo en los piños. Lo de la naturalidad siempre es algo bueno: hay demasiado paleto creyéndose que está en Nueva York.

El disco llegaba después de aquel EP sobre el tabaco y, bajo mi modesta opinión, se convierte en el mejor trabajo que habéis publicado hasta el momento. ¿Lo consideráis vuestro trabajo más redondo?
¡Gracias! Sí, finalmente estamos muy contentos con el disco. Al principio estábamos muy moscas con el sonido, porque las primeras mezclas y el trabajo a distancia eran para pegarse un tiro, pero tras semanas y semanas de interminables cadenas de mail y amenazas varias pudimos reconducirlo a donde queríamos. Eso sí, a la discográfica en la que estábamos no les moló el resultado, ya que no quisieron sacarlo.

Ellos se lo pierden… Leí una crítica muy buena al disco en Vanishing Point en la que se comentaba que, ante todo, este era un disco pensado desde la ironía, algo por otra parte marca de la casa en vosotros. ¿Qué peso juega lo irónico en vuestras letras?
La ironía nos sirve para introducir temas o situaciones delicadas y que solo nos partan la cara por la calle los decididamente tontos. Nos gusta aproximarnos a los actos reprobables de los demás porque no dejan de ser monstruetes como nosotros y cualquier día podemos estar en su lugar. Es como un recurso con el que nos sentimos cómodos escribiendo, ya que tampoco es que queramos hacer apología de nada: tan solo intentar llegar al entendimiento como buenos hijos de dios.

Siguiendo con lo irónico, y espero que se entienda la pregunta, ¿hace falta un equilibrio entre lo irónico y gamberro para que se os tome en serio? ¿Cómo creéis que os ve la prensa?
¡Difícil pregunta! Por un lado si haces unos jajás te meten en el saco de los graciosetes, y si vas con un palo metido por el culo no te puedes ni agachar, así que creo que no tenemos opción. En todo caso creo que es la prensa la que debería preocuparse más de la visión que los lectores podemos tener de ella, porque hay muchos ejemplos de medios grandes que dan bastante vergüenza. Por suerte o por desgracia de nosotros estos casi no hablan, y cuando lo hacen parecen contagiados de “fatusitis”, que es cuando el periodista se pone gamberro por primera vez en su vida y te entran ganas de llorar.

Una de las grandes bazas es la calidad de las letras. Hay humor negro y mala leche. ¿Qué me podéis explicar del proceso creativo?
Con las letras muchas veces hay un punto de partida que es dar con una idea que pueda ser interesante ya en su mínima expresión, y luego ir tirando del hilo. Así pues, el apocalipsis como escenario para un amor prohibido, o el secuestro como terapia de pareja serían las semillas de las que acaban germinando “El mirador” o “Que vas a volver”. En otras ocasiones la letra sale vomitada del tirón en una noche loca como en “Fumar M”, y otras como “No es puta” ni guarra idea de cómo salió.

Pienso en letristas punzantes y me vienen a la cabeza Carlos Yndurain, la Olivia de Vas a Morir EP en Tirana o la Elisa de Caliza en “Madrid”. ¿De qué grupos os interesan sobre todo las letras? Lo digo porque haciendo esta minilista acabo de darme cuenta de que en los discos pop se da un trato mayor a las letras.
Pues Caliza nos gusta mucho, la verdad es que el disco es una pasada, y Los Lagos y Tirana también muy bien, especialmente el último de estos, otro pasote. Para nosotros, en los grupos españoles, las letras suelen ser de lo más importante pues son las que dan el verdadero tono a la canción (por eso si cantan en inglés ya matarile a la mayoría). Últimamente flipando también mucho con los Hidrogenesse, que están a un nivel máximo, y también con gente como los Biznaga, Punsetes o los no sabemos si extintos Juanita y Los Feos, por decir solo algunos.

Estos días he estado reescuchando el disco y me ha dado por reengancharme a Bill Murray. ¿Qué os pareció el especial de Netflix? ¿De dónde viene el homenaje?
Joer, pues se nos pasó, ¡pero ya lo tenemos echando humo en el Torrent! El homenaje viene por una gracia que hicimos en una entrevista. Nos preguntaban sobre el estado de los festivales, y aparte de cargar contra pueblerinos poperos y programadores sin escrúpulos, contestábamos eso de que con su alienante repetición de line-ups, la escena festivalera parece el jodído “día de la marmota” pero sin ni siquiera sacar al bueno de Bill Groundhog-Day, Ghostbustin’-ass Murray. Cuando estábamos escribiendo el segundo disco nos pareció buena idea sacarle un poco de punta al asunto, porque tiene delito el tema.

En el disco había una colaboración con Lorena Álvarez, lo que me pareció bastante sublime. Más allá de la conexión “jota”, ¿qué os atrajo de Lorena a la hora de pedirle la colaboración? ¿Cómo fue el trabajo con ella?
Pues la colaboración fue un tanto espontánea y traicionera, ya que nuestro guitarra Carlos toca con ella en La Banda Municipal y la invitó a pasarse por el estudio. Una vez allí le propusimos cantarse unas estrofas y se animó. En una sola toma lo tenía y lo hizo de putifa, y además trajo cerveza. Top.

Es curioso porque de entrada es una colaboración que nunca hubiese imaginado y sin embargo el resultado se me antoja muy bueno. ¿Con qué otros grupos o autores os veis realizando colaboraciones
Uy, pues mismamente con todos los que se han nombrado más arriba (pero que traigan cerveza).

Ha llegado el momento de sincerarse. Mi canción favorita del álbum, y una de las que más me ha gustado de todo 2015 es “Vas a volver”. Tiene un sonido muy diferente al que soléis regalarnos en vuestros directos. ¿De dónde sale la letra?
Podríamos decir que es una advertencia a nuestro panderetista Chungo Balmes, que está de excedencia Fatu levantando un emporio librero en Alcañiz, pero en realidad es una balada para todas aquellas parejas que están pasando por un momento difícil, en especial si una de las partes es un psicópata romanticón. Unas buenas vacaciones junto al mar pueden arreglarlo todo, como se puede ver en el videoclip que colgamos en Youtube para la ocasión (con el propio Chungo Balmes de protagonista).

Hablando del directo, antes lo comentaba: siempre me ha dado la sensación de que disfrutáis como cosacos en el directo. Ha llegado la hora de saber un poco vuestra rutina cuando salís de gira, y los rituales que tengáis, en caso de que los tengáis.
Como ahora estamos un poco lejos unos de otros cada vez que nos juntamos a tocar es un encuentro feliz (normalmente), y eso supongo que se nota desde fuera. Muchos rituales no es que tengamos, aparte de probar el shawarma más guarro en cada sitio, llegar tarde a las pruebas de sonido y dejarnos auténticos dinerales en parkings privados.

En Barcelona os hemos podido ver en formato completo e intimista y me cuesta saber con cuál disfrutáis más. ¿Cómo véis el estado del directo en España? ¿Le cuesta girar a un grupo como el vuestro?
Creemos que nuestro fuerte es el formato completo, pero cuando hay ocasión de hacer algo más reducido también nos gusta mucho. Al llevarlo siempre menos preparado hay más espacio para la espontaneidad, y te permite hacer cosas que en el otro formato no harías. A la vez, sabiendo que es una versión “no oficial” del grupo, pues no hay tanta preocupación de que salga como una puta mierda (ha pasado). Luego lo de girar está jodido de por sí para cualquier grupo que no mueva una gran masa de gente: si a eso le añades que a muchos programadores les falta personalidad, que a la gente cada vez le cuesta más soltar la viruta y que nosotros nos movemos cada uno desde un punto de España con los problemas de logística que ello implica pues…. ¡éxito asegurado!

Siguiendo por ahí, y dado que sois un grupo que os lo habéis currado desde la base gestionándoos vuestra propia gira y peleando por cada asistente a vuestros bolos, no quería dejar de hablar de la falta de riesgo que hay en muchos festivales de este país.
En nuestra opinión en muchos de los festivales alternativos (si esto significa algo) falta obviamente riesgo así como talento y personalidad. No en vano cantamos lo de “El día de la marmota”, porque al final los que parece que se llevan el gato (o la subvención) al agua no van más allá de hacer un corta-pega infernal con la basurilla del momento. Afortunadamente, siempre se pueden encontrar opciones que se salvan tanto en festis pequeños, que suelen organizar pequeñas asociaciones que apuestan por escenas más underground o emergentes, como en festivales ya grandes o medianos, donde sí parece existir un respeto e interés por la música más allá del negoci. Eso sí, a nosotros no nos llama casi ni cristo (Él sí), y muchas veces ni nos responden los mails los muy jueputas

Dicho queda. Creo que es un disco de contrastes, todos los que puedan haber entre canciones tan diferentes como “Fumar M” o “El mirador”. ¿Qué referentes tuvisteis a la hora de encarar los preparativos del disco? ¿Se aleja mucho de lo que imaginabais al empezar?
Lo de los contrastes siempre nos ha ido bastante, no somos de trabajar un solo estilo y nos gusta que haya variedad en los discos: canciones marchosas, medios tiempos, baladotas romanticonas… mezclando pop, punk o new wave entre ellas. Nuestros discos favoritos suelen ser así. En cuanto a los referentes, pues muy variados, porque cada uno tenemos gustos bastante eclécticos y no sabría decirte en concreto, pero vaya, todo muy bueno y muy marchoso.

Estuvimos mirando de hacer un bolo con vosotros y Somos La Herencia, a los que también entrevistamos en este número, pero al final no pudo ser, por más que tocasteis en Barcelona. Ya para acabar, ¿con qué otros grupos os iríais de gira?
¡Lo del bolo por nuestra parte sigue abierto! Siempre tenemos ganas de tocar en Barcelona, que ha sido la ciudad que nos ha visto nacer (y perder el pelo) como grupo. Nos iríamos de gira con todos los grupos con ganas de pasarlo bien y hacer manitas con nosotros que se te puedan ocurrir, desde Gabriel y Vencerás a Cañita Brava, pasando por los nombrados más arriba y los de más abajo. Cualquier excusa es buena para una orgía sin retorno.

Escucha el último disco de Will Spector y Los Fatus aquí: