Estos son nuestros discos favoritos de 2015:
01- Wind Atlas – Lingua Ignota (Burka For Everybody)
Cuando Wind Atlas tocaron en el escenario Pitchfork del Primavera Sound de hace un par de años –justo un año después de Anímic, otra formación que aprovechó su paso por dicho escenario para presentar formalmente los nuevos matices en su sonido, una coincidencia que tal vez trascienda la anécdota- uno podía dar hecho que asistía a uno de los momentos culminantes de la intrahistoria del grupo bandera de Boston Pizza. Craso error: Wind Atlas no hacían aquel día otra cosa que dar sus primeros pasos en la expansión musical y creativa que les ha llevado a Lingua Ignota, disco concebido ya como quinteto, puzzle completado que les ha permitido con tan solo discos abrigarse con una liturgia propia que exprimen en varios pasajes de este disco redondo y rodado como ‘The goddess is where it is venerated’, uno de esos raros instantes de magia especialmente redentor en directo. A esa joya suman otras como ‘Ecdisis’ o ‘Demona’, seis minutazos que ilustran las picas alcanzadas en Lingua Ignota, obra con la que parecen haber iniciado el vuelo hacia nuevos horizontes que el tiempo se encargará de calibrar.
La libertad creativa y artística de Wind Atlas se ajusta a la gestionada a su propio sello, por más que aquí editen con sus camaradas de Burka For Everybody. Su reciente doble visita a Sidecar sigue dando pistas de la senda explorada estos últimos meses de ensayos intensivos, además de confirmarles como una de las formaciones que mejor jugo saben sacar a su puesta en escena. La honestidad con la que trabajan refuerza si acaso el discurso, una apuesta por la investigación musical introspectiva con la que abrazar el período experimental que parece asomar su trazado vital.
Lo mejor: Solo por destacar algo sobre el resto: el cierre a capela del álbum, una imaginaria pareja de baile para la Rebirth que presentaron en Mar y Montaña
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02- Ferran Palau – Santa Ferida (Halley Records)
La pena, la culpa, la religión… todo cabe en Santa Ferida, trabajo concebido durante el parón creativo de Anímic per un Ferran Palau que sigue explorando, con matices, los caminos visitados ya en L’Aigua del Rierol (Amniòtic Records, 2013). El integrante de Anímic se deja acompañar por su primo Jordi Matas (Seward) para dar forma a un disco atemporal, trufado de canciones tan emocionantes (‘Clavell’) como densas (‘La daga’) de enorme equilibrio en su presentación final, algo que a su vez logra transmitir en su directo, una experiencia en sí misma.
Trabajo de poso y de densidad ascendente –el disco se eleva a partir de la vibrante ‘Redempció”-, la Santa Ferida de Ferran Palau y compañía se nos hace corto, introduciendo en los matices señalados una composición menos folk que su precedesor, sin que se pierda por ello cierto toque solemne, agudizado cuando lo religioso gana peso. Todo ello mimado desde la producción (Matas y Palau se volcaron en la producción) y cultivado desde el mismo proceso creativo, con un Palau sembrado en lo lírico dibujando su mejor obra hasta la fecha con permiso, claro, de algunas canciones de Anímic. Seguramente el gran clásico atemporal de 2015.
Lo mejor: Las letras, el tono solemne de la brutal ‘Redempció’) y la excelente entente entre Matas y Palau en toda la grabación.
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03- +++ – Octagrammaton (Boston Pizza Records / Flexidiscos)
Octagrammaton parecía un disco maldito. Incorporados a la familia Boston en 2014, el suyo fue uno de los muchos vinilos perdidos el año pasado, retrasándose su salida física hasta este curso, en el que se han valido para escenificar el culto a la sombra impulsado por bandas afines como Mental Signals o los mismos Wind Atlas, formaciones con las que comparten cierto estado de ánimo además de una evidente afinidad estilística que les ha llevado a compartir escenario en Barcelona o Valencia.
Trabajo con una enorme carga simbólica a cuestas, su inicio presume de ser uno de los más potentes del año, arrancándose con dos bofetadas con ‘Avanza carro avanzo’ y la (muy) emocionante ‘Estás contemplando tu propio funeral’, seguramente la canción en la que mejor explotan su esencia. De directo arrebatador –tuvimos la suerte de disfrutarlos en nuestro concierto de aniversario- el merecido sold out del álbum elevará a buen seguro su condición de trabajo de culto, una pica autoral que ensancha el legado de Boston Pizza como sello esencial en el underground barcelonés en lo que no deja de ser un vibrante diálogo entre dos autores con una poderosa firma autoral.
Lo mejor: El sentido de la liturgia que desprende el disco, acorde con la filosofía vital de sus dos protagonistas.
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04- Mujeres – Marathon (Canadá Editorial)
Aquellos Ojos marcó la primera colaboración entre Mujeres y Canadá Editorial y el pasado marzo reincidían con Marathon. Si Aquellos Ojos se presentó como un paréntesis en su discografía –los cuatro temas del disco fueron cantados en castellano, una rareza hasta la fecha en su sonido- Marathon reconfirmaba que en su tercer disco de larga duración todo sigue donde debe. Mujeres retoman el inglés pese a realizarle un guiño al EP que les abrió las puertas a Canadá con ‘Vivir sin ti’ y se las apañan para revestir el asunto con cierta épica (‘Uncertain glory’) y el toque atemporal con el que suelen presentar sus mejores temas. ¿Qué mejor cierre, de nuevo en castellano, que esa brillante ‘Galgo diamante’ para ponerle la guinda al disco?
Nos contaban Mujeres en la entrevista que nos concedieron para el primer Underzine que su sensación al empezar como formación garage era la de sentirse pioneros en el desierto que imperaba entonces. Parte de la buena salud que disfruta el género sería achacable lo sembrado en sus directos, principal vehículo de expresión de una banda en plena forma que viene exhibiendo además el preciado bien de hacer lo que quieren a su manera. El single Lose Control presentado a rebufo de Marathon nos vale como prueba.
05- Opatov – Bacán (Famèlic Records)
Cuando Opatov se llevó la final del Bala Perduda ante The Zephyr Bones las dos formaciones se disputaban (en tono amistoso, claro) la condición honorífica de banda revelación de la temporada. Dos carreras en cierto modo paralelas que les ha llevado a compartir escenario en varias ocasiones en un 2015 estupendo para ambas, si bien en el caso de Opatov la cascada de premios (se llevaron también el Proyecto Demo y el Villa de Bilbao) le ha terminado de poner una rúbrica sensacional a su curso. Su estupenda progresión les llevó del cassette que lanzaron con Famèlic al vinilo editado por el mismo sello presentado a tiempo para la temporada de festivales.
Si 2014 asistió a la explosión de The Saurs -¿qué demonios está pasando en el Vallés- y 2016 se prepara para bandas como Heather o Redthread Opatov se han ganado el derecho de llevarse el título honorífico de nueva promesa consolidada en 2015, algo por otra parte que empezaron a masticar ya con su maqueta Cuático, rescatada con honores aquí.
Lo mejor: El impulso aprovechado que ha servido para desatar el torbellino Opatov y presentarlos como una de las bandas con más potencial de Catalunya. Su directo, a la altura de temas como ‘Look like a fool’.
06. La Bien Querida – Premeditación, Nocturnidad y Alevosía (Elefant Records)
Cuando el disco conceptual de La Bien Querida quedó resuelto en uno solo el resultado fue el esperado: un trabajo cerrado y redondo en el que los conceptos aludidos en sus respectivos títulos se desplegaban sobre sí mismos, dejando singles potentes y un hilo de continuidad que le sentó estupendamente al LP. Queda la duda de saber si esta fórmula episódica tendrá continuidad en el futuro, pero la triple representación del discurso de La Bien Querida para este trabajo ha pasado la prueba con nota.
Y es que al mérito del disco hay que sumarle los diferentes videoclips presentados, también con carácter unitario, y a su presentación conceptual en fondo y forma (el detalle de las portadas sobresale de lo anecdótico), apuntes de un gran disco en el que por encima de todo sobresalen sus canciones, con perlas como ‘Ojalá estuvieras muerto’ o ‘Poderes extraños’, sólidos singles que apuntalan el esqueleto de un disco cerrado con la excelente ‘Muero de amor’, seguramente el track que más nos recuerda a la Ana del ‘Fiesta’.
Lo mejor: Lo bien resuelto del experimento formal presentando en el disco y su empaque final.
07- Cuello – Trae Tu Cara (Bcore)
Cuello mantienen su idilio con la audiencia que ha venido disfrutándolos desde sus dos discos anteriores en un trabajo que pese a presentar pocas novedades en fondo y forma seduce de inicio a fin, algo que los que disfrutamos de sus entregas anteriores no podemos más que celebrar. Su discografía gana peso con su tercer trabajo en tres años manteniendo algunas constantes vitales intactas: ritmos acelerados, inteligencia en las letras y su capacidad para generar himnos pegadizos, breves y fugaces, presentados a modo casi torrencial con precisión periódica.
Asociados ya en sus dos discos anteriores a BCore el trío afincado en Valencia mantiene el pulso permitiéndose algunas novedades –‘Aquí tengo tu puente’- en un disco que empieza ya muy arriba con ‘Trae tu cara y decórala bien’ y ‘Puré mental tricolor’ y que mantiene el pulso a lo largo de sus once canciones. La fórmula exhibida en sus trabajos anteriores se mantiene intacta, reforzada si cabe en el directo, el mismo que les empuja a ser la banda de culto que en realidad ya son.
Lo mejor: La fuerza con la que arranca el disco, que saben retener hasta el final.
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08- Nueva Vulcano – Novelería (Bcore)
Los casi seis años de distancia entre Novelería y Los Peces de Colores convertía el asunto del regreso como algo mucho más que una mera presentación, y los buenos de Nueva Vulcano han sabido estar a la altura con ‘Novelería’, un trabajo a la altura del año de efeméride para ellos que era este 2015 y que les confirma como una de las formaciones bandera de BCore y La Castanya. Ahí es nada.
Más allá del simbolismo del regreso Novelería nos deja canciones para el recuerdo como ‘Hasta la boya y volver’ o ‘Pop y espiritualidad’, un trabajo si acaso algo despegado del momento que vivimos pero honesto con la intrahistoria misma de la banda, de nuevo fiel a sus propias constantes (los guiños a la costa, todo cuanto rodea a ‘Rabindranath’ o ‘Hemos hecho cosas’, una suerte de balance interno en modo celebración, bonita guinda para una formación que ha sabido adaptarse al dulcísimo momento de reconocimiento mediático por el que pasan sin traicionar su manera de funcionar, mérito añadido para este solidísimo trabajo con el que han vuelto a la carretera en plena forma.
Lo mejor: Constatar, ya desde los primeros instantes de ‘El mirlo’ que la espera mereció la pena.
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09- Tirana – El Divino Estado de la Descomposición (Hi Jauh-USB?; Vanishing Point – Fikasound)
Tras tocar en el Primavera Club de 2014 Tirana entró en una suerte de hibernación para nada achacable a la inactividad. En este año largo de pausa Olivia Mateu ha ido grabando el disco presentado en diciembre de 2015 con muchas de las listas con lo mejor del año ya cerradas además de presentar el espectáculo Vaira junto a Albert Espuña (Gúdar). El disco recoge algunas de las canciones más celebradas del repertorio de directo de Tirana como ‘Las estrellas’ y guarda perlas del calibre de ‘Avanzar’ o ‘Mejores momentos’, nueva prueba de la facilidad de Olivia para crear canciones enormes a partir de historias cotidianas o de estados de ánimo. Esa era la ya principal grandeza de Vas a Morir EP (‘Kurt’ fue canción del año en 2013 en esta casa) y vuelve a destacar aquí, en un trabajo presentado además en una preciosa edición de vinilo diseñado por la propia autora.
El Divino Estado… alterna esas canciones en las que Olivia parece cantarse a sí misma (‘Mejor persona’, ‘La verdad’) con temas como ‘Territorio español’ o ‘El delta del euro’, canciones reconocibles de su setlist, categoría en la que bien podríamos incluir a ‘Las estrellas’, canción con la que logra lo improbable: que ‘Kurt’ deje de ser nuestra canción favorita.
Lo mejor: Darle a Vas a Morir EP la continuación que merecía un EP como aquel, con temas a la altura de los presentados entonces, muchos de ellos claves en el recorrido musical de Tirana.
10- Za – Loloísmo (La Gandula)
En su quinto disco Za! parecen haber encontrado el equilibrio buscado a nivel de funcionamiento interno, una manera de hacer muy reconocible que tuvo seguramente su máxima expresión en la (original) presentación que realizaron del disco en la Fabra i Coats, rodeados de bandas amigas próximas a su forma de afrontar su trabajo de campo. Autoeditados desde La Gandula y rodeados de amigos también en la grabación (produce Santi García y colaboran Joan Colomo, Oriol Gandol y Daniel Alonso de Pony Bravo) los Za! mantienen su discurso creativo, centrado en una libertad compositiva de primer orden, convertida casi en un sello autoral con el que rompen fronteras y ganan audiencias, algo que explica en parte la coedición lanzada en países tan dispares como Reino Unido o Japón.
El reto en su nuevo trabajo –un trabajo que hay que vivir, como el que se zambulle en un universo a descubrir- estribaba en saber si serían capaces de alcanzar el nivel mostrado en Wanananai y vaya si lo han conseguido: con el tema que da nombre al disco se valdrían para ello, llevando de paso el concepto de sello autoral a su máxima expresión. El toque “Za!” cuenta ya con su propio himno coreable. Ahora toca celebrar.
Lo mejor: Za! vuelven a volar haciendo lo que les da la gana
11- Betunizer – Enciende Tu Lomo (BCore)
La relativa cercanía en el tiempo de salida de Trae Tu Cara (Bcore), lo nuevo de Cuello, y Enciende Tu Lomo deja claro el prolífico año que se ha llevado entre manos el bueno de José A. Guerrero. Junquera, Peiró y el propio Cuello encienden aquí un tour de force de 10 temas, con píldoras del calibre de ‘La mili del placer’, situada oportunamente al inicio del disco, justo detrás de los seis minutazos de ‘Camilo José Shellac’.
Las letras de Guerrero se bañan aquí de ritmos acelerados en un trabajo producido por el propio Pablo Peiró en su estudio Sountess sustituyendo al habitual Santi García, responsable de la grabación en los tres primeros discos de la banda. Con Peiró a los mandos Betunizer exhiben un sonido a ratos hipervitaminado –que conste que avisan, ‘Disfrutar es ir con todo’-, levantado a golpe de trallazos como ‘La caza del vacilante’ o ‘Con la pájara en los talones’ un formidable disco de vuelta, perfecto ejemplo del jugo que el trío le sabe sacar a las letras del habitualmente lúcido Guerrero. El resultado es un disco acelerado y festivo, irónico cuando debe (‘Nacho Vigas’), a la altura de la sólida carrera que van trazando disco a disco.
Lo mejor: Las letras de Guerrero, seguramente uno de los mejores letristas que podemos encontrar hoy en día, y el pulso de Peiró en la grabación.
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12- Les Sueques – Ara És Aquí (El Genio Equivocado)
Si Cremeu Les Perles fue el disco que autoafirmó como banda a Les Sueques, que pasaban de su simpática demo presentada en un cd diseñado por ellas mismas a un trabajo cerrado y concluso en sí mismo Educació Física ha sido el disco de su crecimiento definitivo, un salto que afecta tanto a las letras como su a ahora potente y sólido directo, una madurez adquirida en un 2014 de cambios –su teclista Raquel Tomás se ausentó una temporada, lo que llevó al grupo a redifinir su directo, cambios que supieron mantener tras la vuelta de Raquel para acabar encontrando su mejor versión sobre el escenario- al que han sabido acompañar de estupendas canciones.
Y es que si algo destaca en Educació Física es el tono y el buen trato a las letras, la consolidación como compositora de una Blanca Lamar en estado de gracia en eso de la escritura y de una banda en plena forma. Arrancar con ‘Ara és aquí’ es tal vez un ejercicio autoconsciente del que se sabe ante su momento decisivo, una prueba pasada con nota gracia a canciones como ‘Sua la carn’ o ‘A la ciutat’. Si además se mantiene la sana costumbre de regalarnos versiones enormes –‘I apologize’ nos introduce además a la Tuixén vocalista- y se (casi) cierra con la ¿autobiográfica? ‘Què ens passa’ mucho mejor.
Lo mejor: Disfrutar del trabajo que confirma a una banda y presentarla en su mejor momento. Pocas veces un título fue tan acertado.
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13- Guadalupe Plata – Guadalupe Plata (Everlasting)
De Texas, ciudad en la que grabaron su disco anterior (Guadalupe Plata, 2013) a Londres, el tercer disco homónimo de Guadalupe Plata repite ubicación anglosajona de grabación, grabando ahora en el Viejo Continente junto a Liam Watson (Tame Impala, The White Stripes). El resultado es un disco árido y pegadizo con el que mantienen el pulso a su trabajo anterior, seguramente el disco con el que lograron consolidar su propuesta hipnótica. Alusiones al diablo –‘Hoy como perro’-, pasajes caldeados (ahí está ‘Huele a rato’ y la sensación global de estar ante un trabajo adictivamente áspero, de nuevo en conexión espiritual con el rock de los 50. Mantienen los Guadalupe Plata sus rasgos más característicos (el disco vuelve a presentarse sin título), por más que la curva ascendente sigue trazándose en esta carrera de fondo frenética en la que repiten su principal hazaña: seguir pareciéndose a sí mismos.
Lo mejor: Mantienen la sensación de encontrarnos ante un grupo único, y el carisma vocal de Pedro de Dios se mantiene intacto.
14- Combray – Ullapool (Foehn Records)
Que el crecimiento artísitico de Combray haya ido de la mano del reconocimiento que su obra ha ido adquiriendo paulatinamente entre la crítica especializada es una de las noticias felices de este 2015, año en el que el lanzamiento de su Ullapool les ha permitido tocar en varios festivales y asumir una mayor (y merecida) presencia en la red. Buena parte de la culpa de esa hazaña recae en las seis piezas de orfebrería presentadas en disco casi mágico en su diseño de portada embriagador en su desarrollo, con especial mención a la belleza de los paisajes recogidos en ‘Eunice’. El despliegue visual presentado junto a Alba G. Corral, la guinda perfecta.
Lo mejor: El disco nos deja la sensación de que éste es tan solo el primer paso de un recorrido largo, una primera pica en ascenso al que no se le adivina la cima.
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15- Caliza – Medianoche / Mediodía (Discos Walden)
Hace justo un año Elisa Pérez, entonces aún sin revelar su identidad al frente de Caliza, publicaba el single ‘Apuesta’ coincidiendo con la llegada del nuevo año. Como sucediera con su EP anterior, el tema fue recogido por los blogs más leales a la causa Caliza y llegó un poco antes del posterior boom (a pequeña escala, claro) que ha terminado por popularizar su disco de debut. El gesto fue casi una premonición de la sentida apuesta personal que ella misma ha llevado a cabo con Caliza, aventura que arrancó de manera casi clandestina en Bandcamp y que ha acabado por disfrutar de edición física de la mano de Discos Walden.
El debut de Caliza recupera aquella ‘Apuesta’, con toda justicia abriendo el disco y le incorpora canciones con el suficiente peso como para descubrirnos ante la Elisa compositora, responsable de algunas de las mejores canciones del año como la anti-estival ‘Verano no’ o ‘Madrid’, toda una declaración de principios con la que asentarse como la Molly Nilsson estatal. No en vano abrió para ella en Madrid
Lo mejor: Lo mucho que ha crecido el proyecto desde aquel EP casi clandestino presentado el año pasado, sin que haya habido traición estilística a lo presentado entonces.
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16. Hazte Lapón – No Son Tu Marido (El Genio Equivocado)
En sus últimos trabajos –algo especialmente comprobable en Coplas de Amor del Perro de Pavlov– se adivinaba ya en la música de Hazte Lapón cierta necesidad de transcendencia, un ajuste de cuentas consigo mismos autoimpuesto por el bueno de Lolo a la hora de ponderar su capacidad como letrista, consagrándose aquí como autor mayúsculo en el disco más redondo de la formación presentado hasta la fecha. Letras rotundas y sesudas volando alto, muy alto, en tramos de ‘Odiar’ o ‘Cómo funciona un corazón’, dos de los temas en los que su vocación autoral afloran con más fuerza.
Lo mejor: El equilibrio entre la esencia pop de sus primeros trabajos y el poso de las letras exhibido a lo largo del disco.
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17- Perro – Estudias, Navajas (Miel de Moscas)
Perro reinciden en su discurso inconformista en este nuevo trabajo, el segundo de su discografía si descontamos su recopilatorio Singles Brasileñas. La producción de Hans Kruger se pone al servicio de la vertiente mordaz de la banda, presentando aquí un trabajo puntilloso, cargado de letras irónicas y de un sonido más pulido que su previo Tiene Bacalao, Tiene Melodía. Con una producción más acabada que entonces, temas como como ‘Ediciones reptiliano’ corroboran su facilidad para contar historias entretenidas, además de revelarse como una de las bandas que mejor titula sus canciones.
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18- The Saurs – Magic Shape (El Segell del Primavera)
Del auge de The Saurs en los años precedentes a este 2015 mucho se ha hablado ya. Sus primeras maquetas, la irrupción de su EP con Mama Vynila Records –de Dry Finger rescatan con acierto ‘Came to you’ y ‘Close-up’) y su triunfo en el Bala Perduda como paso previo a su primera incursión en el Primavera forman parte ya de una biografía a la que toca sumar este notable disco de debut editado por El Segell del Primavera. Consagrados ya en la escena local y con el sólido directo que siempre han defendido como mejor aval The Saurs logran cumplir las expectativas con Magic Shape, una vital descarga de entusiasmo introducida con la canción homónima al título del álbum, puede que representativa de lo que nos aguarda en el disco.
Destaca en The Saurs la profesionalidad que han exhibido desde sus primeros conciertos, como si el trío integrado por Eric, Engui y Alejandro hubiesen confiado su suerte al poder de sus canciones. Carta ganadora en cualquier caso para The Saurs, en un triunfo que no por esperado habría que dejar de celebrar.
Lo mejor: Su capacidad para componer trallazos sonoros sigue intacta: Dry Finger no fue una casualidad.
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19- Aliment – Silverback (La Castanya)
Aunque entremedias publicaron Nightmire Girl vía Discos Humeantes, EP que incluía entre otras cosas su primera canción en catalán, había ganas de reencontrarse con Aliment después de la notable acogida de Holy Slap en 2012. Su vuelta llegaba este año de la mano de La Castanya con Silverback y puede decirse que ha valido la pena, sobre todo si nos centramos en temas como ‘My filthfy old Sundays’ o ‘Car crush’, dos de las canciones que mejor han funcionado del disco hasta el momento.
En pleno boom de la escena garage –Mujeres han vuelto a tiempo para ponerse al frente del puñado de bandas que reivindica la música guitarrera por estos lares- Aliment se sacan de la manga diez trallazos que poco tienen que envidiar a otras propuestas de corte similar. El disco se disfruta en un suspiro, solo la citada ‘My filthfy old Sundays’ supera los tres minutos de duración, y mantiene el pulso vibrante del álbum que les dio a conocer.
Lo mejor: La factoría de hits se mantiene intacta. Si fuesen ingleses encabezarían el line-up que se propusiesen.
20- Fifteen Years Old – Abecedario (Buh Records)
Solange Jacobs ha trazado con Abecedario una de las sorpresas amables del 2015 musical, un trabajo del que apenas sabíamos nada hasta que la propia Sol nos contactó para hacernos llegar el resultado final de este personalísimo trabajo, concebido en parte en Barcelona por más que actualmente viva en Madrid. Su nuevo trabajo, que aúna conceptos como el sexo o la religión y hace del directo un elemento necesario para poder disfrutar de su obra en toda su expansión, la aleja definitivamente del pop que cultivó en su Perú natal durante la adolesencia para presentarla como una autora que se siente cómoda en varias disciplinas y que aprovecha su formación como arquitecta para edificar, si se me permite la comparativa, un edificio sólido en el que sobresale la homónima Abecedario.
Presentado en varias fechas junto a Coàgul y Narcoléptica, Abecedario se perfila como una obra con poso, uno de esos discos que requiere de varias escuchas pero que acaba por conquistarte por méritos propios, dando como resultado una obra bien acabada, ajustada a su propio ritmo y con momentos ascendentes –‘Vamos a a quemar hasta la estrella’- en pleno contraste con los más introspectivos.
Lo mejor: La constatación de que trabajos autoeditados y autogestionados como éste no necesitan del apoyo de grandes medios para desarrollar un universo propio.
21. Blood Quartet – Dark Energy (Boston Pizza Records)
Con Dark Energy Blood Quartet culminan su primera etapa creativa, abierta con aquel concierto experimental del Heliogàbal en el que Murnau b hizo de banda de acompañamiento para Mark Cunningham. De la sinergias de aquel trepidante ejercicio de improvisación ha surgido este Dark Energy en el que el exintegrante de Mars se funde con el trío integrado por Lluís Rueda, Kike Bela y Càndid Coll para trazar una obra atemporal, a ratos más western que experimental pero siempre dejando la sensación de mostrarnos algo único, como todo lo surgido por azar.
Hay en los siete cortes de Blood Quartet lo esperado de la unión de una de las bandas que más y mejor estaban tratando la experimentación musical en el circuito musical que más o menos transitamos por aquí con un nombre de la ascendencia de Cunningham, cómodo desde el primer momento de esta inusual asociación llevada a buen puerto gracias al talento de sus cuatro integrantes. La primera etapa de este viaje se ha revelado fabulosa.
Lo mejor: Que de los ensayos previos de lo que tenía que ser un concierto puntual haya surgido uno de los proyectos más interesantes del underground barcelonés.
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22- Pablo Und Destruktion – Vigorexia Emocional (Marxophone)
Tras presentar uno de los trabajos más rotundos el año pasado junto a nuestros queridos Medievo (Funeral de Estado, Jacquard Records, 2014) Pablo Und Destruktion se transmuta aquí en un crooner oscuro, firmando su tercer largo tras el celebrado Sangrín. Poesía maldita en la que su canción romántica traza algunas de sus mejores oleadas, algo que él mismo nos contaba hace poco en una entrevista: “para mí la música es una forma de limpiar mi mundo interior”. Bendita y gloriosa purga.
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23- Papaya – No Me Quiero Enamorar (Jabalina Música)
Conocida hasta ahora por su presencia en Violeta Vil Yanara Espinoza pilota desde el año pasado su proyecto más personal, bautizado como Papaya. De él tuvimos ya noticias el año pasado a propósito de su estreno con Discos Walden, aunque ha sido este curso cuando ha terminado de hacer explotar el proyecto con 12 nuevas canciones en el que canaria de ascendencia chilena da rienda suelta a su creatividad narrativa dibujando un disco que se adivina de culto, rodeada con músicos contrastados (Soledad de Le Parody, Sebastián Litmanovich de Cineplexx) y de canciones.
Lo mejor: Se adivina en Yanara una innata capacidad para trazar hits más allá del single de presentación, regalándonos uno de esos discos en los que el listón para el segundo trabajo queda bien arriba.
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24- Las Ruinas – Fiesta Mayor (El Genio Equivocado)
La cita anual de Las Ruinas se ha convertido en un clásico del indie local. Por suerte, Chirinos y compañía se empeñan en mantener el listón, incluyendo aquí otros dos o tres hits más a su larga colección de temas para corear a pleno pulmón. Más allá de la anécdota comentada en casi reseña (su intención de publicar diez discos en diez años y luego separarse) el trío afincado en Barcelona mantiene un remarcable apetito creativo, con algún que otro guiño al imaginario colectivo barcelonés (‘Gabriel y Vencerás’ lo tiene todo para convertirse en un nuevo clásico) y con una manera de hacer muy suya, como si las historias cantadas perteneciesen a personajes de una adorable serie de losers ganadores. Mención de honor, claro, a ‘Jam Sesion Man’.
Lo mejor: La rutina del lanzamiento anual convertida en un loable ejercicio de creatividad
25- Will Spector & Los Fatus – Arriba de bien (Autoeditado)
Asocio a los Fatus a un concierto muy loco que dieron en Ultra-Local aprovechando una de sus visitas a Barcelona. Por eso me emocionan cuando se ponen serios en ‘Vas a volver’ y me siguen divirtiendo en sus tramos más gamberros, repartiendo aquí ironía y mala baba (‘Bill Murray’) sin olvidarse por ello de introducir nuevos matices synth. El resultado es seguramente su mejor trabajo hasta el momento, en el que se marcan el lujo de contar con la colaboración de Lorena Álvarez en plan Javiera Mena (¡qué buena es ‘Espejo’!). Con Paquete de Tabaco ya habían avisado de que la cosa iba en serio y no han fallado. Que siga la fiesta
Lo mejor: Los nuevos matices que se marcan en ‘Vas a volver’ y el tono festivo, marca de la casa, que arropa el resto del disco.
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26- Arponera – Als Boscos (Producciones Doradas)
Tras un largo silencio de casi tres años Arponera volvían con sorpresa el pasado otoño de la mano de Producciones Doradas, sello responsable de Dinamita, aquel disco descomunal de Lorena Álvarez con el que se anotaron uno de los grandes logros del curso pasado. Als Boscos podría trazar algún paralelismo con el segundo disco de Lorena Álvarez aunque presume de personalidad propia en este decidido paso adelante para el trío afincado en Barcelona. Los bosques aludidos en el título se insinúan entre una suerte de realismo mágico musicalizado a través de siete pequeñas perlas, algo que potencian además en su solvente directo.
Lo mejor: El equilibrio de un disco sin fisuras, disfrutable como un libro leído de una tacada.
27- Nuria Graham – Bird Eyes (El Segell del Primavera)
¡Qué lejos quedan los tiempos en los que Núria Graham defendía los temas de su primera maqueta con un puñado de vídeos en Youtube como única referencia! La solidez de su directo, y el excelente tutelaje realizado desde Halley Records a la hora de dar a conocer los primeros temas de esta estupenda compositora y vocalista sentaron las bases para lo que vendría después, un Bird Eyes editado por el Segell del Primavera presentado en buena parte de los festivales de la geografía catalana, donde siempre ha rendido a la altura de lo esperado. Enorme salto adelante en un año para enmarcar que nos deja canciones como ‘Bird eyes’ o ‘Christopher’… además de la portada diseñada por Adam Green. Poca broma
Lo mejor: La profesionalización de la intérprete que ya sorprendiese con First Tracks, protagonista de una sólida evolución en el directo armada además con un disco de debut a la altura de las expectativas.
28- Sexy Bicycle – Sexy Bicycle (Fanátic)
Tras defender durante todo 2014 el proyecto hoy de culto Bartleby –en el recuerdo dejó un EP digital grabado tras quedar segundo en el Bala Perduda, a un solo voto de The Saurs y un LP aún inédito de altísima calidad- Nika Elia recuperó el proyecto con el que se dio a conocer, Sexy Bicycle. El resultado son 14 canciones que funcionan como un punto de encuentro medio entre The River, su EP de debut, y el sonido más expansivo desarrollado en Bartleby. Todo ello en un trabajo ambicioso que recoge temas muy potentes (‘Sally’, ‘Drag me’) y un inusual tono luminoso (‘Mesmerising gun’) que le sienta notablemente bien.
Lo mejor: Reencontrarse con el Nika Elia de sus mejores canciones en un disco ambicioso, con perlas a reinvidicar como ‘Soko’ o ‘Sheyla’.
29- Le Parody – Hondo (Warner)
Tras un disco tan personal como Cásala estaba claro que Le Parody no podía presentar un trabajo de transición sin más para darle continuidad y se ha descolgado con Hondo, personalísimo trabajo en el que fusiona estilos y en el que mantiene un notable tono compositivo, un pequeño tour de force de investigación musical que deja canciones para el recuerdo como ‘Saeta en el aire’ y la sensación de estar ante una autora en plena madurez. Once temas repletos de matices, siempre con la electrónica planeando la escena, en uno de los discos más originales y personales de la temporada.
Lo mejor: La personalidad creativa de Le Parody volcada en un disco de profunda marca personal, del que quiso (y pudo) mantener todo su control creativo.
30- El Pardo – 2015 (Autoeditado)
En 2013 El Pardo lanzó una poderosa carta de presentación, un grito de rabia que se hizo por méritos propios con un merecido hueco en la escena musical y que dejó bonitos momentos para el recuerdo, como aquella presentación catárquica en Barcelona junto a Medievo o algunas de sus incursiones a Hi Jauh. A esa rabia misma invocan en 2015, disco financiado y editado por la propia banda en colaboración de amigos y seguidores en un ejercicio de libertad creativa del que surgen canciones de nuevo reinvidicativas (‘Vergüenza’, ‘Ejecución’) y que alude ya en su misma portada al año de elecciones y cambios por asumir al que hemos sido abocados. Mención especial para esa carta abierta que es ‘Somas todas’, tan autoreflexiva como irónica.
Lo mejor: Que El Pardo mantenga su tono de queja y denuncia –Raúl de nuevo sembrado en algunas letras- en un disco personal y necesario.
31- The Suicide Of Western Culture – Long Live Death! Down With Intelligence!
Mientras hay grupos que optan por la evocación y la búsqueda de sensaciones sensoriales los hay como TSOWC que prefieren entrar en faena desde el primer momento, regalando de paso unos sets de directo muy intensos gracias a una luche de contrastes en la que sus dos integrantes –Miquel Martínez y Juanjo Fernández- han sabido jugar sus propias cartas en beneficio de su sonido, como si la suma de ambos hubiese ido buscando su acomodo hasta el punto culminante de su primera trilogía. Lo que presentan ahora es una nueva epopeya electrónica trufada de temas largos y elaborados –¡qué grato sabor de boca nos dejaron en la fiesta de presentación del Underzine 3 junto a Tiger Menja Zebra hace unos meses!- en la que la Barcelona de periferia aflora con notable emoción (‘Amor de madre’), ahondando en nuevos matices (‘Beware of the fight column’, en donde cuentan con la colaboración de Louise Samsom de Anímic) sin renunciar a las sólidas bases que su discurso electrónico ha sabido construirse en apenas tres discos. Su legado en movimiento no apunta, ni por asomo, curva descendente alguna.
Lo mejor: TSOWC se autoimponen el reto de presentar su disco más ambicioso y salen airosos sin dejar de ser emocionantes
32- Boreals – Boreals (Foehn Records)
En un año de debuts para Foehn el sello barcelonés ha tenido tiempo de acoger el primer largo de Boreals, formación que lleva ya tres años largos vertebrando un discurso sólido y que ha encontrado acomodo en Foehn tras una primera etapa prolífica en Irregular.
El manto electrónico marca de la casa en el trío afincado en Barcelona se sirve para dibujar pasajes etéreos a medio camino entre el ambient y el post-rock orgánico, discurso exhibido en trabajos como Rome o Grecia y desarrollados en este disco de título homónimo en su plenitud. La sensación que deja el disco, envolvente (‘Colibrí) y expansivo (‘Nautla’) es la de dejarnos en los primeros pasos de un camino al que se le adivinan alforjas. ‘La fin du monde’ como principio de todo.
Escúchalo en Bandcamp:
33- Grushenka – La Insportable Levedad del Ser (El Genio Equivocado)
En plena fase expansiva (los proyectos se amontonan en la mesa de Xavi Friedrich) Grushenka dibujan su trabajo más cristalino, un álbum grabado y producido en casa (Binary Emotions Records es el sello y estudio gestionado por el vocalista del grupo) que tuvo en las iniciáticas ‘Maltratarse y asustarse’ y ‘La insportable levedad del ser’ sus declaraciones de intenciones más evidentes.
Con su nuevo trabajo Grushenka siguen aproximándose a la banda que quieren ser, presentando una formación que apunta a definitiva con un sonido cada méz más reconocible y, porque no decirlo, maduro.
34- Joe Crepúsculo – Nuevos Misterios (Bajo El Volcán)
Dos años después de Fábrica de Magos Joe Crepúsculo reaparece en escena con un nuevo puñado de hits y el (nada fácil) reto de igualar lo conseguido con Baile de Magos. El disco nos regala perlas como ‘La verdad’, a la altura de su icónico hitazo y recoge el guiño a Punsetes con ‘Maricas’, otra de las más celebradas en directo, situada oportunamente en el cierre del disco. Que el disco incluya temas como ‘Fuego’ sería motivo más que suficiente para guardar en el recuerdo esta nueva entrega del trovador-tecno por excelencia de estos lares.
Lo mejor: Mantiene el promedio de hits marca de la casa, que no es poco y sigue construyéndose el repertorio perfecto para hacer de su directo una fiesta.
35- Alberto Montero – Arco Mediterráneo (BCore)
El cuarto disco de Alberto Montero es uno de los álbumes más agradecidos de escuchar del año, un trabajo en el que todo parece fluir como debe, con aromas tan clásicos como mediterráneos, seguramente atemporal (parece fijado en un verano infinito) y alejado de las modas. Es probable que en un mundo más perfecto discos como éste lograsen un reconocimiento mayor, aunque Montero no parece obsesionado ni pendiente de lograr otra cosa que no sea la asentar una carrera que salta aquí hacia adelante, cayendo de pie respecto al más accesible Puerto Príncipe. Arco Mediterráneo se presenta como un disco más compacto, como si el autor se descubriera en plena madurez, tejiendo entre los arcos mediterráneos que pueblan el disco temas que son pura emoción, guiño a Chile incluido.
36- Jessica & The Fletchers – Connecting People (Discos de Kirlian)
En un año de interesantes lanzamientos en clave pop (Hazte Lapón, Tirana, etc) Jessica & The Fletchers se han tomado el gusto de presentar su particular homenaje al género con un disco que esconde varios guiños, explicados convenientemente por la formación en la entrevista que nos concedieron para Shook Down Underzine.
El disco, una recopilación de canciones gestadas durante la primera fase creativa del grupo se cierra no por casualidad con ‘Amelia (te queremos igual) y dibuja pinceladas pop que deberían servir para acabar de consolidar su aplaudible propuesta en el circuito pop.
37- Rombo – Rombo (The Indian Runners)
El primer disco de Rombo es una terapia al desánimo, y en cierto modo un canto a la amistad si partimos de la base de que el grupo arrancó casi como un divertimento entre sus cuatro componentes. En su primer largo (editado por The Indian Runners, casa de vàlius entre otros) el cuarteto afincado en Barcelona se desmarca con un puñado de canciones producidas por David Rodríguez en las Clara Molins da rienda suelta a su faceta como compositora haciéndonos pasar por diferentes estados de ánimo: de la emoción reivindicativa de ‘Dones estoiques’ a la euforia desbocada de ‘Kickboxing. Su paso por varios festivales el pasado verano afina además su cada vez mejor asentado directo.
38- Panty Pantera – Monos Que Se Ríen (Discos Humeantes)
Ahora que Discos Humeantes nos ha dejado puede que el primer (y seguramente último disco de Panty Pantera si atendemos a sus últimas comunicaciones en Facebook) conviene volver a Monos Que Se Ríen, trabajo que el cuarteto presentó justo antes de verano y que apenas ha contado con actuaciones en directo. ‘Chico raro’ abría un disco que apenas recogía temas de su maqueta de presentación y que adquiere una nueva lectura ahora que el cuarteto navarro ha anunciado su adiós provisional. El disco, lágrimas al margen por la despedida, se sostiene por sí mismo gracias a canciones como ‘Prozac’ o ‘Naranjas’.
39- Selvática – Un Mundo Extraño (Mama Vynila / Discos de Kirlian)
El tradicional buen ojo de Mama Vynila a la hora de presentar ediciones discográficas –y su curioso idilio con Galicia- prosigue aquí con una de las sorpresas más agradables de la temporada. El debut de este proyecto concebido entre Galicia y Brasil se salda, en coedición con Discos de Kirlian, con temas como ‘Venusiana’ o ‘Nadie como tú’, en la que es la tercera bocanada del grupo tras la salida previa de Canciones Cariocas o Demo, su carta de presentación de 2014. El disco ha sido acogido de manera cálida por el público y tras su presentación en el último BIS Festival nos deja con ganas de más.
40- Murnau b – J’Habite Un Riant Pays (Shook Down Records)
Nuestro recuento a lo major del año se cierra con una de las referencias que hemos editado este curso. Hablamos del cassette de Murnau b grabado para esta caso a finales de 2014 y presentado de manera oficial en el último CAROUSEL BCN. Notable ejercicio experimental para el trío liderado por Lluís Rueda, centrado este curso en la consolidación de Blood Quartet por más que entremedio llegaría uno de sus trabajos más personales hasta el momento. La aureola de culto del grupo sigue creciendo aquí.