Parecía que no iba a llegar nunca pero finalmente ya tenemos aquí una nueva edición del Primavera Club. Gabi Ruiz, codirector del mimo, alertaba a finales de la semana pasada que no debía descartarse la (desangelada) opción de que ésta sea la última edición del Primavera Club en Barcelona, respondiendo así a las múltiples dificultades a las que la organización ha tenido que plantar cara en los últimos mes. Por RUBÉN IZQUIERDO
- Swans, cabeza de cartel de una edición marcada por los problemas ajenos a la organización, que ha logrado llevar a buen puerto la que podría ser última edición del Primavera Club en Barcelona
- Gira se ha convertido en un habitual del Festival: en el pasado Primavera Sound actuó en solitario, y en la edición de 2011 vino ya acompañado por Swans, con los que ahora regresa a lo grande
- Con más de dos horas de duración, The Seer es una propuesta para degustar, un ejercicio de épica bien entendido, el pasaporte a la eternidad para Swans
La quemazón de la organización es del todo comprensible, sobre todo si se tiene en consideración que ninguno de los problemas he venido por problemas internos. Cierre de salas, retirada de licencias a última hora, caídas del cartel y la deleznable subida del IVA han configurado un cóctail que pondría en jaque a cualquiera con ánimo de organizar un evento de estas características, así que vaya por delante el mérito de reponerse a las dificultades y acabar configurando el cartel (competente) que ha terminado por protagonizar la edición de Barcelona y la más reducida de Madrid. Y es que, y a pesar de todos los pesares, la presente edición se trae consigo dos de los mejores álbumes de la temporada: la rotunda sobriedad de Mark Lanegan y la monumental obra de Swans, doble apuesta ganadora para reafirmar un discurso que se sabe resistente.
En Shook Down arrancábamos ayer nuestro especial Primavera Club con la entrevista a Bremen, un especial que incluirá el repaso de cada jornada -con su pertinente lista Spotify, tal y como hicimos con el Primavera Sound y con el grueso de Festivales del pasado verano-, así como un pequeño aparte con dos de los cabezas de cartel del Festival. Como quiera que del excelente disco de Mark Lanegan hablamos el pasado mes de Febrero, cuando se confirmaba el lanzamiento de su nuevo disco en solitario después de una larga y sólida relación discográfica con Isobel Campbell -ya por entonces hablábamos de él como una de las grandes bazas de 2012, algo que el tiempo ha confirmado-, nuestros escogidos son Swans (Jueves en Barcelona, Viernes en Madrid) y Toy, que actuarán el próximo Sábado en Barcelona y el Viernes en Madrid. El resto del cartel lo repasaremos los próximos Jueves, Viernes y Sábado, recordando horarios y localizaciones.
Hasta la caída del cartel de Cat Power, Swans seguramente compartía con aquella el cetro del título honorifico de Cabeza de Cartel del Festival, pero los imprevistos dejaban a Michael Gira y los suyos al frente del cartel como gran cabeza visible, y lo hacía con la etiqueta de leyenda revivida, un acto de (auto)afirmación bien aplicada que le da a The Seer una pátina aún más especial de la que llevaba consigo el álbum.
Esto no es una reunión. No es un estúpido acto de nostalgia, ni una repetición del asado
Considerada históricamente como una banda de directo agresivo y poderoso, la mitología de Gira se levantó a golpe de lesiones sobre el escenario. Viejo conocido de la casa –Michael Gira pasó por el último Primavera Sound, y en 2011 hizo lo propio con Swans– todo parece dispuesto para que la verdadera explosión se lleve a cabo ahora, con el disco lanzado entre la crítica y abrazado por un público ávido de emociones fuertes… justo las que ofrecen temas como el homónimo The seer, una imposible explosión de sensaciones, pieza abrumadora, genial y expansiva, a la altura de la leyenda misma de los primeros Swans.
Disueltos por decisión personal del propio Gira, el regreso de la banda en 2010 se presentó como una espléndida segunda oportunidad para los mitómanos que se (nos) engancharon (enganchamos) tarde a su esencia. Es cierto que la vuelta era relativa -Gira ha declarado en varias entrevistas que no estamos ante un regreso al uso, y no le falta razón si atendemos al hecho de que sólo Norman Westerberg repetirá presencia a la guitarra respecto a la primera formación… y en realidad es algo que importa poco si atendemos al notable resultado final de los dos discos presentados desde entonces.
Y es que My Father Will Guide Me Up a Rope To The Sky (Young God, 2010) hubiese sido un argumento lo suficientemente sólido como para justificar por si mismo el regreso de la formación, un disco con el que volvía a su proyecto original después de publicar varios discos con Angels Of Light, sentando las bases para el trabajo capital presentado este 2012, la obra cumbre de un creador mayúsculo, disco inabarcable de dos horas de duración que valdría para cualquier redención en caso de que Gira tuviese reproches en su debe.
Las más de dos horas del álbum –The seer, el tema, se va a los 32 minutos de duración- encierran un amplio y sesudo trabajo de investigación, en el que Gira hace las veces de director de orquesta al mando de un dream team integrado por el citado Norman Westberg (guitarra), Thor Harris (percusión), Phil Puleo (percusión), Christopher Hahn (guitarra) y Chris Pravdica (bajo) elenco con el que ha grabado uno de los trabajos más rotundos del año -pasar de The Seer a The Seer return supone una experiencia casi mística, que tendremos la suerte de disfrutar el 6 de Diciembre en Barcelona y un día después en Madrid.
Respira el disco cierta esencia autoral -en mi caso le di al play por primera vez después de ver en DVD Land of Plenty de Wim Wenders, y la sensación áspera de estar ante un tesoro tan complicado como hermoso era similar-, que se refuerza con el tinte casi experimental de 93 Ave. Blue. Si tiene el arte el don de generarnos una inquietante estimulación, Swans lo logra a golpe de genio en joyas como dicho corte. La dichosa perfección, aunque duela, es posible.
Swans actúa el Jueves en Barcelona (21:15, Sant Jordi Club) y el Viernes en Madrid (22:00, Matadero, Nave de Música)