Tras el bombazo que supuso el pistoletazo de salida de Make Noise, la Sala [2] de Apolo recogió la segunda cita de esta nueva iniciativa musical, donde tuvimos el placer de ver a tres espectaculares bandas aunadas por el sonido punk, en una noche en que las baquetas se pusieron en la primera línea. Movimientos de cuello descontrolados, pogos y crowdsurfing sirvieron de marco para una noche no exenta de polémica. Crónica y fotos de ANITA MARTÍNEZ

  • Sold out en  La 2 de Apolo para recibir la segunda cita de Make Noise, en esta ocasión con los emergentes Please Wait, L’Hereu Escampa y No Age
  • L’Hereu Escampa demostraron estar en un gran momento de forma, exhibiendo una notable intensidad a lo largo de todo el concierto
  • El dúo de Los Ángeles puso la nota polémica de la jornada al proyectar un vídeo contra Nike y Converse, uno de los patrocinadores de la cita

El pasado 24 de Noviembre tuvo lugar en la calle Ferlandina el primer evento Make Noise, una iniciativa promovida por This Is Underground y con el patrocinio de Converse, que pretende promover a bandas del circuito independiente,  proporcionando un espacio de conexión entre bandas y público en un momento delicado para la música y la cultura en general, donde este tipo de iniciativas se reciben con entusiasmo tanto por las propias bandas como por el público. Un entusiasmo que se demostró en el rotundo éxito de su estreno en Discos Paradiso y Luchador Records (tiendas de discos vecinas y quasi hermanas ubicadas una junto a la otra en la calle Ferlandina).

Un momento de la actuación de Please Wait

Un momento de la actuación de Please Wait // A. Martínez

Make Noise pretende además catapultar bandas emergentes por medio de concurso, cuyos ganadores reciben el premio de compartir cartel con otros grupos  emblemáticos de la escena nacional e internacional. Los primeros ganadores de esta iniciativa fueron los jovencísimos, o más bien jovencérrimos que diría el Sr. Crudo, Please Wait. Esta banda de Sant Feliu de Guixols sorprendió por su potente directo y la bajísima media de edad de sus integrantes que no supera los 17 años, con un Gerard a la batería  que acaparaba miradas por ser visiblemente el más joven, tan solo 15 años. Pero la juventud  va unida a la urgencia y la frescura, y así lo demostraron en un directo que fue al grano, sin concesiones,  con un sonido compacto y despreocupado.  Las raíces de las que sus sonidos emanan, vienen del post-punk y  del post-hardcore, con especial interés en el emocore de los 90, como ellos mismos subrayan. Ojo con los Please Wait que pueden traer cosas muy buenas en el futuro.

L'Hereu Escampa, paso notable por La 2

L’Hereu Escampa, paso notable por La 2 // A. Martínez

Tras Please Wait, llenaron el escenario L’Hereu  Escampa, que defendieron en un concierto breve pero de una intensidad arrebatadora los temas de su álbum. El público, que ya había calentado cuellos con Please Wait, estaba de su lado, demostrando que L’Hereu Escampa tiene una legión de seguidores fieles, ganados a pulso. Los silencios en los que dejaban sin articular sus letras, eran llenadas por los gritos del público que coreaban las canciones con esa voz rabiosa característica de L’Hereu. El dúo irradiaba una fuerza exagerada, en el buen término de la palabra, con las baquetas atronadoras y bestiales de Guillem Colomer y las voces desgarradoras de ambos. Ante tal despliegue, después de Consol, Condol ya no hubo quien parase aquello y la apoteosis final llegó con Les Vaques que provocaron que el público se hiciera una masa en primera fila apelotonados brazos en alto y voces en grito. Desde luego no era para menos y es que el directo de L’Hereu Escampa absolutamente tremebundo, y hace que a pesar de la fuerza de su LP, sea difícil trasladar toda esa energía a una grabación.

Conviene recordar que el punk y el hardcore son movimientos sociales y musicales, eminentemente reaccionarios contra el stablishment, activamente reivindicativos y socialmente conscientes

Un momento de la polémica proyección de No Age

Un momento de la polémica proyección de No Age // A. Martínez

Para culminar la noche llegaron los cabezas de cartel: No Age, que traían desde Los Ángeles toda esta esencia post-punk y hardcore, que hermanaba el sonido de las tres bandas de la noche. Perfilados por un sonido más lo-fi y con una querencia por los tintes noise, No Age se asentaron en el escenario envueltos, cada uno,  por un arsenal abrumador de amplificadores. El acento del concierto se ha puesto efectivamente en la polémica a partir del vídeo proyección de No Age durante su actuación.

Tras unos cuantos temas, los de Los Ángeles se enfrascaron en un espectáculo de distorsiones, mientras tras ellos se proyectaban imágenes y sobre estas unos rótulos, en los que se podía leer toda una serie de información en relación a las deplorables condiciones de trabajo en las fábricas de Nike y Converse (que pertenece precisamente a esta primera) en Sukabumi, Indonesia. Se sucedían testimonios de los trabajadores hablando del abuso verbal y físico al que se ven sometidos, las condiciones deplorables, la explotación infantil etcétera. La denuncia en el propio corazón de la cara más amable y moderna de Converse ha levantado ampollas. Desde nuestra posición nos pareció ver que hubo algún tipo de enfrentamiento entre el dúo sobre el escenario y la cabina desde la que se proyectaban las imágenes, desde donde se negaron -algo confirmado en parte por la propia banda en un comunicado- a proyectar el siguiente el vídeo que con insistencia Dean Allen Spunt pedía. Cada vez más cabreado finalmente desistieron y pasaron al siguiente tema, pero Dean Allen proyectaba ya una de una rabia que hacía atronar su batería y energizar aún más sus canciones.

No Age, en pleno concierto

No Age, en pleno concierto // A. Martínez

Se habla ahora del dinero que han cobrado No Age, y de la contradicción de estos por aceptar una suma de dinero por parte del sponsor para luego boicotear el evento. En el seno del punk, cuando este nació y en su posterior desarrollo y transformación hasta el hardcore de la costa oeste californiana, primaba y movía a esta música un espíritu de rebeldía que se valía no solo clichés reabsorbidos por el sistema. Conviene recordar que el punk y el hardcore son movimientos sociales y musicales, eminentemente reaccionarios contra el stablishment, activamente reivindicativos y socialmente conscientes. La evolución posterior ha acabado por transformar una vertiente de ambos en una estética, y en un cierto sonido, desvinculados del contenido más reivindicativo. La coherencia y equilibrio en este sentido es difícil de encontrar, especialmente en una industria como la musical. Cuando en una situación como la que se vivió el pasado martes las críticas se centran en la banda que denuncia los abusos de un gigante como Converse, y en qué van a hacer con el dinero que han cobrado, y no en el asunto sobre los derechos humanos, creo que es evidente que No Age ha atacado no solo a la famosa marca de zapatillas sino a cada uno de nosotros/as. Y si realmente no nos han atacado, entonces porqué nos sentimos con la necesidad de contestar airadamente sobre este tema. Habría que reflexionar y seguramente esto sí es lo que No Age pretendía