Marjane Satrapi, iraní residente en París desde hace largas décadas, la misma que saltó a la fama con su novela gráfica Persépolis (2000-3), vuelve a la escena artística y cultural con una exposición de pinturas, y una nueva película bajo el brazo. Por LARA A. MIRANDA
Desde el 30 de Enero hasta el 23 de Marzo en la Galerie Jérôme de Noirmont, en París, tendrá lugar la exposición que abarca veintiun obras inéditas, en su mayoría, retratos.
La conocimos con su primera obra, Persépolis, donde de manera autobiográfica establecía un repaso a toda su historia, marcada por la familia, los clichés de la sociedad iraní, y su viaje a Europa, donde pasaría el resto de sus años. Toda ella teñida con una visión crítica hacia el régimen islámico y la percepción que Occidente tiene de éste. Marjane se preocupaba primero de Dios y de Jackie Chan, luego de sus cejas, de los hombres, y más tarde de comenzar a trabajar en lo que verdaderamente le gustaba.
A partir de esta obra, Satrapi concluyó otras dos: Bordados (2003) y Pollo con ciruelas (Poulet aux prunes, 2006), de las cuales, al igual que Persépolis, la segunda, se trasladó al cine. Sin embargo, existe una faceta de Marjane Satrapi practicamente desconocida para el público, y es la de pintora.
Al igual que sus historias, las pinturas de Satrapi hablan de su vida cotidiana, y de personajes que tienen alguna importancia dentro de ésta, incluyéndose también a ella misma entre las personas retratadas. Anónimas en principio, pero cuya inspiración se encuentra en sus familiares y amigos, sobre todo aquellos procedente de su infancia. Escenas cercanas, que abarcan desde representaciones individuales hasta otras grupales.
En sus retratos, las mujeres son especialmente recurrentes, ya no sólo desde el punto de vista feminista que la autora, es bien sabido, maneja en todas sus obras, sino porque, además, confiesa, que es más fácil para ella abstraer y representar los rasgos femeninos que los masculinos. Mujeres con rostros expresivos, que se dan cita en interiores, dentro de los cuadros de Marjane Satrapi, atrapadas mediante el empleo de colores planos, básicos, donde reinan el azul, el rojo y el blanco. (Si esto tiene que ver con su segundo país, Francia, ya se escapa a mi conocimiento). Cromáticamente, recuerda inevitablemente a alguna de las obras de Ellsworth Kelly, influídas por el llamado “minimalismo-concreto”, ya procedente de Martin. Mientras que la fisonomía de sus protagonistas pictóricas reúne las características de las que aparecen en sus novelas gráficas: mujeres de pelo negro y largo, con unas cejas pronunciadas, al igual que su nariz, con labios rojos, siempre cerrados.
Desde la nota de prensa que la galería ha proporcionado a los medios de comunicación a través de su web, se relaciona la obra de Satrapi con las pinturas fauvistas de Matisse y las de Mondrian. Vínculo muy bien traído por parte del autor/a del texto, dado que si observamos con detenimiento alguno de las piezas de la artista podemos apreciar que la delimitación de las formas se establece especialmente a través del color y sus degradados. Del mismo modo, los fondos, se configuran a partir de composiciones geométricas que si pueden encontrar una referencia en Mondrian: sus formas y colores, fundamentadas en el uso de líneas rectas por medio de colores primarios y secundarios. Aunque también se podría introducir una consideración más, que es la de ligar su representación de los objetos con la del artista pop, Patrick Cauldfield.
Según la artista, no interesa tanto captar el aspecto físico del personaje, sino su psicología, y expresar a través de cada uno de estos retratos un sentimiento, o un proceso aprehensivo de la realidad de cada individuo. De esta forma, explica que lo que la llevo a realizar sus pinturas fue mirar hacia su interior y plantear pictóricamente todas aquellas emociones que habían condicionado su naturaleza hasta llegar donde está ahora.
Esta primera colección de Marjane Satrapi conecta sobre todo con su segunda obra, Bordados, que se centra mucho más en las relaciones íntimas de las mujeres, y su espacio privado para conversar y sacar a la luz sus vivencias, y cómo su posición afecta a su papel dentro de la sociedad iraní.
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Por otro lado, nos propone una segunda nueva obra, su tercera película, La Bande des Jotas. Un film distanciado de todos los anteriores que ha realizado. Primeramente porque no toma como argumento ninguna de sus novelas gráficas, y segundo, porque su línea narrativa es distante al resto. La experiencia que nos traslada no es autobiográfica, sino ficticia. Satrapi propone en esta película desmarcarse de las anteriores a partir de una historia algo surrealista, utilizando imágenes siempre con un sustrato cómico, y que pretende sobre todo entretener.
Por el momento tan sólo podemos ver el trailer, donde nos deja claros una serie de conceptos clave: No es una película que tenga nada que ver con Persépolis o Pollo con ciruelas, y que nos encontramos como espectadores ante una historia sobre maletas, badminton, que plantea su conflicto con la aparición de la mafia… La verdad, no queda muy claro el por qué, simplemente su directora quiere convencernos con esos rótulos (al más puro estilo Godard) de que estamos ante una historia hipnótica, poética, con glamour e incluso, tierna. Sin embargo habrá que verla para poder establecer una crítica realmente válida- obviamente-.
Lo cierto es que la Bande des Jotas, como deja claro en dos ocasiones de trailer, no se parece a una película de Marjane Satrapi. Busca dar un giro, y para ello ha optado por la comedia, que apuesta por el suspense como punto de partida, y que por supuesto, tiene un marcado acento francés. No obstante, es ciertamente inevitable pensar en los modelos cómicos establecidos por Woody Allen en piezas como Scoop, o otras muchas anteriores, como la Maldición del escorpión de Jade, que podrían relacionarse con la impresión que manifiesta esta tercera película de la iraní. Y es que Woody Allen parece ser un referente, no sólo en cuanto a este tipo de obras, sino también para otros de temática amorosa, como vienen siendo las películas dirigidas por Julie Delpy (aire fresco para el nuevo cine europeo), en estos últimos años, (2 days in Paris, 2 days in N.Y), que recuerdan a los primeros films de Allen.
Aún así, lo mejor, es ir dispuestos a disfrutar de la película de Satrapi, que al igual que sus pinturas, y obras literarias, no dudo, primeramente entretengan, y segundo, intenten enseñarnos algo… Aunque tan sólo sea una manera de reafirmar las múltiples facetas de la artista.
Referencias:
- http://blogs.artinfo.com/artintheair/2013/01/23/graphic-novelist-marjane-satrapi-will-debut-her-paintings-in-paris-this-month/
- http://denoirmont.com/exposition-marjane-satrapi-peintures.html
- http://www.lapresse.ca/arts/arts-visuels/201301/21/01-4613497-marjane-satrapi-devoile-ses-peintures-a-paris.php