Aunque las canciones de Vol i Dol (Bankrobber, 2010) llevan sonando desde antes de su presentación oficial, Joan Pons presentó en sociedad su segundo disco el pasado mes de abril, dentro del ciclo anual integrado por el Festival de la Guitarra que se celebra en varias salas de Barcelona cada temporada. La presentación en la Sala Bikini llegaba poco después de su triunfo absoluto en el Primavera Club, y supuso un nuevo éxito con la sala llena y el público coreando las nuevas canciones. El Petit de Cal Eril, banda a través de la cual canaliza su música. empezó a hacerse mayor como proyecto hace once meses, y desde entonces no ha dejado de crecer bajo el amparo del disco, cuya gira gira clausuró la semana pasada en Heliogàbal.

Entre los diez meses que van del inicio de gira a su final ha habido tiempo para actuar en todo tipo de salas y festivales. Del Faraday al Pròxims, recorriendo buena parte de la geografía catalana en una temporada intensa con la que Pons terminado de consolidar su propuesta, madurando lo ofrecido en el disco anterior y alcanzo nuevas cotas con las que ha encontrado su definitivo espacio dentro de la escena catalana. Quizá por ello la doble cita en el icónico bar de Gracia tenía un carácter esencial. Un cierre en familia en el que las canciones de Vol i Dol sonaron en pequeño formato -a Pons le acompañaban tres de sus músicos- y en el que Petit tiró de repertorio para ofrecer una última muestra de su segundo, y hasta la fecha mejor, trabajo de los dos que tiene en el mercado.

Joan Pons, el pasado jueves en Heliogàbal // R. Izquierdo

La cita del Heliogàbal llegaba días después de su paso por Madrid -actuó en el Teatro Lara junto a Espaldamaceta- y reafirmó el estado pletórico con el que Pons culmina la gira en su penúltima estación, ya que Vol i Dol se despide de manera oficial el próximo viernes en el Cafè Teatre de Lleida.

Junto los hits habituales –Cau la Neu sigue siendo su mejor canción para quien esto firma con el permiso de Cendres, uno de los temas del disco que mejor funcionan en directo-, brillaron las dos partes del díptico Decapitació -musicación de sendos poemas de Pere IV, con Decapitació I El Petit de Cal Eril fue finalista de los Premios Miquel Martí i Pol- i Poca Pena, «la història d’un home que s’enfonsa«, además de la brillante versión que realizaron de La Caterineta de la Mercè, cantada a capela por los cuatro miembros de la banda. El bis desde la barra del bar o el tramo del concierto dedicado «a la mort» fueron otros de los momentos culminantes de un concierto que permitió despedir a Vol i Dol de la manera que el disco, uno de los mejores del curso pasado, merece: con el aplauso del público.

Con la gira finiquitada, el descanso no llega para Joan Pons, al frente del recién restaurado Teatre de Cal Eril en Guissona y metido también en tareas de producción para bandas como Mates Mates o La Sentina.

Hablábamos al principio de la presentación en la Sala Bikini en abril. Concluido el viaje, realizado el último bolo centrado en Vol i Dol, podemos catalagar ya a Vol i Dol como uno de los trabajos esenciales a través de los cuales explicaremos en el futuro la edad de oro de una forma de entender y producir la música que ha arraigado con fuerza en los últimos años en Catalunya. La edad de oro que vivimos no la entenderíamos sin temas como Cendres. R. IZQUIERDO

Ficha Técnica:
Concierto: El Petit de Cal Eril.
Fecha: 15/12/2012. Escenario: Heliogàbal
Espectadores: Sold out.