La próxima edición del Sónar nos permitirá disfrutar del directo de Samaris, una de las formaciones islandesas con mayor proyección de la actualidad, con un prestigio acumulado ya importante y unas expectativas para el futuro de lo más sugerentes. Sus dos EP’s publicados son, en fin, su mejor aval. Por RUBEN IZQUIERDO
- Jovencísimo proyecto islandés, consolidado con apenas dos EP’s y presencia regular en los principales festivales de su país
- La próxima edición del Sónar nos premiará con su primera visita a Barcelona
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Retomamos Músicas Nórdicas de vuelta al, probablemente, país más recurrido de la Sección. Y es que la actividad musical de Islandia estos últimos años ha dado un decisivo paso adelante que le ha permitido situarse como una de las escenas más reconocidas y consolidadas del momento, algo que en parte ayuda a entender la llegada del Sónar a tan lejanos lares este mismo año o la visita, cada vez más recurrente, de grupos y artistas islandeses a nuestros escenarios, dejando atrás la época en la Björk o Sigur Rós constaban como únicas etiquetas de su música y cultura.
Y precisamente de Islandia será uno de los visitantes que más ha gustado, de entre las confirmaciones ya sabidas, en esta casa al próximo Sónar 2013. Hablamos de la jovencísima formación Samaris, definidas desde la web del Festival como “algo intangible, con aires de brujería y elementos del más allá; un sonido lleno de contradicciones, imprevisible a la vez que inevitable, terrenal a la vez que etéreo, juvenil pero ya plenamente conseguido”, una definición que habla bien de la esencia musical de estos tres jóvenes, poseedores de una madurez musical fuera de toda duda, que les está permitiendo hacerse con una carrera simplemente apabullante, pese a contar sólo con dos EP’s en el mercado, circunstancia que no les ha impedido acumular parabienes en su país y de hacerse recurrente su presencia en los festivales locales y en los de mayor difusión, como el Iceland Airwaves, del que dejamos el vídeo que grabó en su momento KEPX, una delicia.
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La formación está liderada por Jófríður Ákadóttir (voces) y cuenta además con la presencia de Áslaug Rún Magnúsdóttir (clarinete) y Kári Steinþórsson (electrónica), habiendo publicado hasta la fecha dos EP’s, con los que han empezado a sentar las bases de su éxito, anunciando casi a la par la salida inminente de su primer largo de estudio, con el que buscan una consolidación que apunta ya a definitiva, tal y como prueba su paso mismo por el Sónar de este año.
La primera publicación de la joven formación islandesa llegó como decíamos en 2011, momento en el que editaron Hljóma Þú, trabajo que gozó de una fabulosa acogida en su país de origen, llevándose a casa el Kraumur Award, con el que se premia al Mejor Lanzamiento Discográfico del año, distinción que ha recaído en propuestas tan consolidadas como Oláfur Arnalds, Solley o FM Belfast, y que les permitió empezar a hacerse un nombre de la mano de tres temas ensoñadores que sentó la base de su sonido, reforzado un año después con la publicación de Stofnar Falla, su segunda referencia discográfica editada también en su país de origen.
Proyecto joven -en el momento de arrancar ninguno de ellos alcanzaba la veintena- su acertada mezcla de minimalismo y su cercanía con la electrónica escandinava ha hecho de Samaris una de las grandes esperanzas en lo referente a la nueva ola islandesa, mostrando alguna referencia no del todo lejana a bandas como Mum, conocidas ya de esta publicación, o The Knife.
Los reconocimientos de Hljóma Þú fueron un poco más allá al llevarse también el principal galardón de los Iceland Music Experiments, lo que les abrió las puertas a participar en los principales festivales de su país, como el prestigioso Iceland Air waves, comentado (y visto) unas líneas más arriba.
Ahora, a punto de desembarcar en Barcelona por primera vez, siguen presentando los temas de sus dos prestigiosos EP’s mientras aguardan el momento de lanzar su primer LP, el trabajo que debería consagrarles de manera definitiva en el Top de su ciudad de origen. Y eso es decir mucho cuando hablamos de Reykjavík.
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