Identidad.
(Del b. Lat. Identitas, -atis)
1.- f. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
2.- f. Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
3. f. Hecho de ser alguien o algo mismo que se supone o busca.
Aunque este sea el mes por antonomasia de la primavera, de las flores, de las hormonas alteradas, del polen, de los grandes festivales… En cambio, podríamos renombrarlo como el mes del Invierno Sound. No sé vosotros, pero yo aún no he soltado el abrigo, y estoy a punto de salir a la calle con un para-rayos portátil. Aunque suene extraño, esto me ha hecho pensar el en cambio constante al que estamos sometidos, queramos o no. No es fácil encontrar una identidad propia, sobre todo, si no somos conscientes de que, ésta no está compuesta solamente de una definición personal; sino también de una social, una política, una cultural y otra de género entre otras, que compone un todo. Yo soy de las que cree que nada es para siempre, así que por extensión, la identidad tampoco. Ese concepto que a la mayoría nos trae de cabeza, es algo que está (o debería estar) sujeto a una evolución constante aunque en algunos casos sea una involución.
En las redes sociales, sellamos nuestra identidad con las imágenes de quiénes somos, con quién lo somos y que hacemos con lo que somos.
Curiosamente, está en auge fotografiarnos la coronilla, los pies, o el tronco. Nada de rostros. Algo que me llama la atención y me hace pensar que estamos más faltos que nunca de una identidad real. Llamadme antigua, pero soy de esas a las que le sigue valiendo lo de “la ojos son el reflejo del alma”, y la imagen de unos zapatos al sol no va más allá de plantearme la duda de si me gustan o no.
Lee Jeffries ( Manchester, 1971), del que dejamos una minigalería sobre estas líneas, desarrollaba su identidad cultural realizando retratos deportivos. Un día, vio a una niña dormir en un saco de dormir en plena calle, y le sacó una foto. Cuando se dio cuenta de que ésta le había visto, su primera intención fue salir corriendo, pero algo le llevó a acercarse y a charlar con ella. Esa charla, cambió su forma de ver a las personas sin hogar y el enfoque de su trabajo. A partir de esa primera foto, se dedicó a fotografiar la vida en la calle y a sus protagonistas en Reino Unido y Estados Unidos.
Sus fotografías son casi siempre en blanco y negro y sin iluminación artificial. Evidentemente, llevan un gran trabajo de edición detrás. Y aunque yo no sea muy fan del retoque digital, en este caso, me parece que es un trabajo con mucha clase y estilo. Bajo mi punto de vista, Lee Jeffries utiliza la edición de una forma muy inteligente, llevando la atención hacia donde él quiere: los ojos. Destaca lo que según él, va a dotar de identidad a cada persona y por extensión, la fotografía.
No voy a destacar lo evidente de los rasgos y duras expresiones, de los modelos pero sí la actitud. Como curiosidad, os diré que este fotógrafo trabaja como contable, y la fotografía es sólo un hobby.
Anders Petersen (1944, Solna, Suecia), como en el caso anterior, tres imágenes modo de introducción, es el autor del libro Café Lehmitz ( 1978, reeditado en 2004) que está considerado como uno de los libros más influyentes y relevantes de la historia de la fotografía europea. Anders, estuvo durante tres años en este café, fotografiando a todo aquél que pasaba por allí. El resultado, es un diario plagado de retratos intimistas y dotados de una visión muy personal sobre quienes eran sus modelos. Trabaja con una fotografía en blanco y negro muy intimista. Dos de los muchos trabajos de este artista aún en activo que más me llaman la atención, es su serie Mental hospital y Retrospective.
Me atrapa la calidez y suavidad de sus imágenes, el juego de sombras y luces que utiliza, y todo la historia que deja entrever detrás de cada toma.
Cuenta con numerosos premios internacionales, exposiciones por medio mundo y una gran colección de libros de autor publicados. Entre los que destacar además de Café Lehmitz, está SOHO que fue nominado en 2012 al mejor libro de fotografía sueco.
Como siempre aquí os dejo los links de Lee Jeffries y Anders para que examinéis sus trabajos: