Figure o no en lo más alto del line-up no hay dudas sobre la enorme (y merecida) expectación levantada por Chromatics en este Sónar 2013. Su Kill For Love fue uno de los discos más celebrados el curso pasado, seguía la estela de la OST de Drive -seguramente uno de los discos más influyentes de estos últimos años- y abría nuevas perspectivas para una banda en continuo proceso de experimentación. Por RUBÉN IZQUIERDO
Dónde y cuándo: Sábado 15/06. SonarVillage, 17:30
Los americanos Chromatics presentarán las cautivadoras canciones de “Kill For Love” (disco alabado y amado por todo el mundo) con un directo que amplifica y aporta músculo a lo que escuchamos en sus discos. Desde Portland (Oregón), con la voz de Ruth Radelet al frente y el genio compositivo de su líder, Johnny Jewel, Chromatics se han ido ganando poco a poco los corazones de un público ya totalmente rendido a un pop electrónico que en realidad tiene mucho de italodisco con un halo romántico y sintetizadores de neón ochentero. Oscuros, sensuales, etéreos, siempre elegantes, Chromatics han creado un mundo propio en el que es fácil entrar pero imposible de salir. Sin duda, uno de los platos fuertes de Sónar de Día
Sónar 2013
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No deja de ser curiosa la capacidad del Sónar para confeccionar carteles heterogéneos partiendo de propuestas ciertamente variadas. Si ayer hablábamos de Bat For Lashes hoy hacemos lo propio de Chromatics, banda que colocó por méritos propios su Kill For Love entre lo mejor del año el curso pasado.
Synths nostálgicos y cierta sintonía vital con la OST de Drive, film en la que de hecho coló algún tema, el espléndido disco de 17 canciones (!17¡) con el que retomaban su camino el año pasado demostró que están en plena forma, manteniendo un discurso coherente a golpe de synths y de melodías atmosféricas.
Trabajo eminentemente nostálgico, Kill For Love llegaba casi cinco años después de su última publicación, el no menos espléndido Night Drive. Temas como The Streets Will Never Look the Same refuerzan su espléndida entente con los sintetizadores, pedales y demás recursos aplicados con tino a la hora de crear uno de los mejores tratados sobre synth pop concebidos en bastante tiempo.
Con todo, lo que presentaron Chromatics fue un disco al que se le pueden hacer pocos reproches -tal vez su duración, sus 90 minutos superan por mucho la media habitual- tomándose hasta cinco años de trabajo para confeccionar el álbum, siguiendo así la estela de cambios arrancada con el disco anterior -Adam Miller, de hecho, es el único que sobrevive respecto a la formación original-.
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Definitivamente enmarcado dentro de un sonido que va a caballo entre el synthpop y el new wave, el disco se benefició de temas como el inaugural Into the black o Tick of the clock, escuchado en la citada Drive, pasando por la homónima Kill for love, donde Ruth Radelet nos llevaba de cabeza a los 80. Lady, así mismo, brillaba también en un disco que apostó más por el equilibrio que por los golpes de efecto.
La instrumental Broken mirrors o la espléndida Back from the grave destacaron a su vez en este sentido ejercicio de estilo, disco de autor que confirmaba los cambios intuidos en el último viraje de la formación, vertebrando un trabajo equilibrado en el que ni tan sólo los inevitables bajones sentidos en algún tema -de ahí lo comentado de los 90 minutos- evitó hacer de este Kill For Love un trabajo (casi) redondo, convertido en uno de los grandes reclamos del Sónar 2013 gracias a su talante hipnótico, el mismo con el que la banda logró lo imposible: que en un disco de 17 temas impere cierta noción de equilibrio.
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