Paramount Comedy estrenará el próximo mes de febrero la nueva producción de la factoría Gervais. Un nuevo ejemplo de la capacidad del popular humorista anglosajón para reirse de Hollywood y sus caducas entrañas, al tiempo que recupera, en su versión más sarcástica, al bueno de Warwick Davis, el olvidado actor de Willow y secundario (o terciario) habitual en algunas de las películas fantásticas más sonadas de los últimos años. Una reseña de R. IZQUIERDO.
Rick Gervais y Stephen Merchan lo han vuelto a hacer. No tenían fácil volver a dar en la diana y superarse, de nuevo, tras las aclamadas The Office y Extras, aunque el tándem cómico que reformuló la comedia británica (y mundial) ha demostrado que su estado de gracia va más allá de sus dos series de culto y han perpetrado un disparate genial cargado de mala uva con Life’s Too Short.
La serie recoge con la manida estructura del falso documental las peripecias diarias de Warwick Davis, mítico protagonista de la no menos mítica Willow, abocado después a papeles secundarios en producciones millonarias como Harry Potter o a films de serie B como Leprechaun. Las características físicas de Warnick –con quien Gervais ya trabajó en Extras- le sirve a los creadores de The Office para afinar su habitual sentido de la incorrección política, centrándose en el día a día de este actor enano de origen británico que vivió su época dorada en el Hollywood fantástico de los 80.
El mostrar el día a día de una estrella de Hollywood alejada de sus días de gloria no es algo novedoso ni rompedor. Larry David lleva varias temporadas riéndose de sí mismo narrando su vida después de Seinfeld, lo que llevado a Gervais a definir su nueva serie como un cruce de la de Larry con Extras, “aunque protagonizada por un enano”, en seis capítulos de entrada cargados de ironía y para los que Gervais ha contado con carta blanca absoluta por parte de la BBC. Gervais y Merchant, que figuran a su vez como productores, se reservan un papel secundario en la trama. Y hablando de la trama. ¿De qué va?
Life’s Too Short empieza con una declaración de principios a modo de carta de presentación. “Me llamo Warwick Davis”, explica el protagonista. “Soy el enano preferido del Reino Unido. Soy actor. Me habréis visto en las películas de Harry Potter, El Retorno del Jedi…”. Entrados en materia, explicado quien es el enano protagonista de la trama, Gervais y Merchant nos llevan de la mano al averno del protagonista, protagonista de una caída en desgracia que le enfrenta al divorcio, el acoso de Hacienda, la ruina de su negocio personal o el olvido al que su gremio cae en relación al resto del show business.
Como en otras series marca de la casa Gervais, la serie cuenta con un impresionante número de cameos de postín, entre lo que destacan Liam Neeson y Johnny Deep. El primero trata en balde de labrarse un nombre como ácido monologuista, mientras que Deep realiza una pequeña exhibición sobre aquello de reirse de uno mismo, humillando por el camino al cascarrabias de Warwick y lanzando varias puyas a un Gervais que la cogió con el protagonista de –ejem- The Turist, foco de sus críticas durante los comentadísimos Globos de Oro del curso pasado.
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