Hablar de Shana Cleveland es hacerlo de una alma creativa mayúscula. Ilustradora, escritora pero sobre todo cantante, a Cleveland la hemos visto ya en varios proyectos musicales, destacando por encima de todos el de La Luz, seguramente el más destacado hasta el momento. Repasamos algunas de las claves de su obra. Por RUBÉN IZQUIERDO

  • Ilustradora de largo recorrido, ha publicado en medios del prestigio de Vice o con la vitola de culto de Yeti Magazine, seguramente la mejor publicación del mercado
  • Musicalmente su aventura de mayor recorrido hasta la fecha es La Luz, de la que dejamos varias muestras

[youtube id=»0SE94HWE3ks» width=»600″ height=»350″]

Las cuatro integrantes de La Luz

Las cuatro integrantes de La Luz

No explicamos nada nuevo si decimos que el azar es asombroso, y que en sus caprichos se cimenta parte de nuestro aprendizaje y nuestra experiencia vital. Algo de eso hay en el asombroso mundo creativo de Shana Cleveland, a la que llegamos casi de casualidad hace unas semanas, preparando un reportaje par otra publicación, sin saber mucho de su notable mundo creativo.

Llegamos a Shana Cleveland por su faceta de ilustradora, un rol que en cierto modo puede seguirse en su excelente página web, especializándose sobre todo en la realización de retratos y pósters, desarrollando un estilo muy personal y reconocible del que dejamos algunas muestras a continuación, y esta semana era noticia en Estados Unidos por la gran acogida que está teniendo su tour al frente de La Luz, uno de los dos proyectos musicales que tiene en activo este momento, seguramente aquel con el que ha logrado un mayor prestigio hasta la fecha. Shana, a través de la web oficial del grupo, describe  los secretos de la gira, aportando relatos y fotografías de lo más recomendable para conocer de cerca los pequeños detalles que envuelven las giras de grupos de perfil medio en Estados Unidos. Recomendabilísimo.

La obra de Shana Cleveland, en imágenes

La obra de Shana Cleveland, en imágenes

Pero resulta que Cleveland, además de destacar por ser una magnífica ilustradora es también cantante, defendiendo dos proyectos singulares y sobrios, tocados por la varita mágica de la elegancia y escritora, una suerte de artista total con su campamento base en Seattle, desmintiendo así que todo el meollo, absolutamente todo, esté en nuestra amada Brooklyn. Shana Cleveland se define sobre todo como «músico, artista y escritora«, y en su faceta musical destaca sobre todo con sus dos bandas actuales, La Luz (surf rock) y Shana Cleveland & The Sandcastles, además de formar parte también de Curious Mystery, proyecto compartido con Nic Gonzalez, del que hablaremos más tarde.

Más allá de su faceta como cantante, Cleveland ha visto publicada su obra escrita (pequeños relatos y poemas) y gráfica en medios como Black Clok, Cout Green, Vice o esa pequeña gran biblia de referencia que es Yeti Magazine, seguramente, y aquí nos ponemos estupendos, la mejor revista del momento a nivel mundial.

[vimeo id=»51415474″ width=»600″ height=»350″]

De sus dos proyectos musicales, el que más brilla es el comentado de La Luz. La banda arrancó su periplo en 2012, cuando Cleveland se asoció con Marian Li Pino (batería), Abbey Blackwell (bajo) y Alice Sandahl (teclado), debutando de manera oficial en septiembre de 2012, cuando publicaron Damp Face, un trabajo grabado por Johnny Goss en Bothel Studios, integrado por 5 temas, siendo seguramente el más destacado el notable Call me in the day, del que dejamos su videoclip al principio del texto.

Los cinco temas del EP reivindican la pericia de Cleveland como compositora y a la banda como una de esas joyas cuyo trato mediático queda, tal vez, por de bajo de sus definitivas prestaciones, dibujando un legado que supera en mucho la de propuestas con mayor tirada mediática y que la consagran como una autora mayúscula, a tener en consideración en cualquiera de sus vertientes artísticas.

Hablábamos antes de The Curious Mystery, y es con ese proyecto musical el último con el que se la he visto editar nuevo material. Su proyecto compartido con Nic Gonzalez ha contado también con la participación de Marian Li Pino y Johnny Goss, partícipes también del proceso creativo en La Luz, editando en 2013 un 7» que llevó por nombre Be Still, donde mantuvieron su apuesta por el garage más experimental y cierta psicodelia, de la que dejamos una muestra aquí: