Gabrielle Smith es una de aquellas almas inquietas que, si no existiesen, habría que reivindicar sin reservas. Su asociación musical con Benjamin Schurr ha dado cmo fruto trabajos excelsos hasta el momento, brillando sobre todo en sus pasajes más minimalistas. Palabra de eskimeaux. Por RUBEN IZQUIERDO

  • El proyecto arrancó como la aventura musical de Gabrielle Smith a título personal, aunque incorporó pronto a Benjamin Schurr, su principal socio musical
  • Este verano han presentado una colección inédita de demos en formato digital

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¿Qué es Eskimeaux? Ante todo, el proyecto arrancado originalmente por Gabrielle Smith, su principal impulsora, quien arrancó el proyecto como una suerte de diario en formato audio, destinado a recoger sus peripecias y emociones en Nueva Jersey, donde vivía cuando arrancó -«It was a compulsive audio diary, used as a way to document physical stasis and emotional transience that one experiences while living in New Jersey«, explican en las notas promocionales, resumiendo así la enjundia de un proyecto personal, con mucho fondo personal y la intención, evidente, de darle al asunto un aire trascendente.

Tiempo después se uniría al proyecto Benjamin Schurr, a quien conoció en 2007 y con quien ha venido colaborando de manera regular a lo largo de estos últimos años. Su primera colaboración conjunta sería la producción lo-fi I’am a Spiral, un trabajo al que dedicaron grandes energías… y que terminó por producir evidente fricciones entre ambos, hasta el punto de retirarse la palabra durante un largo período de tiempo.

Ese silencio se extendería durante años, hasta que limaron sus diferencias y volvieron a trabajar juntos, esta vez para producir Two Mountains, un trabajo realizado entre Nueva York y Carolina del Norte.

El traslado, poco después, de Benjamin a Philladelphia serviría para tejer una colaboración ya definitiva entre ambas partes, manteniendo una política DIY estupendamente aplicada, marcada sobre todo por la calidez narrativa de Gabrielle y su sintonía artística con Benjamin, que les ha permitido trazar un recorrido propio, al que recientemente han dado un pequeño nuevo empujoncito, con la edición en formato digital de Igluenza, con el que han reunido varios demos, algunas de ellas inéditas, para presentarlas en este formato, al que ellos mismos no consideran un álbum como tal. «This is not a real album«, explican resumiendo su esencia en Bandcamp.

El recopilatorio funciona como una reconfortante aproximación a su sonido minimalista, un folk de cámara que alterna pequeñas rarezas –You’ll live apenas dura un minuto y está lleno de imperfecciones- con temas de peso, como la envolvente y lejana Glory o la más animada You cannot kiss it and it’s gone. El mimo a las letras –Kiss me, I’m irish– se mantiene intacto, en un trabajo a reivindicar desde aquí, que ha vivido otros episodios este curso. Antes, pero, recuperamos el recopilatorio:

Lo penúltimo, un trabajo colaborativo
Menos minimalista resultó su colaboración con Bellows y Small Wonder, un trabajo colaborativo presentado el pasado mes de Abril, que dio como resultado dos nuevos temas, oscuros y densos, como lo era Arms Apart, aparecido el pasado mes de Enero, single que se iba a los 7 minutos, explorando de nuevo su vertiente más experimental.

Estas dos pequeñas ediciones sucedían en el tiempo a su último LP entendido como tal, un trabajo homónimo editado por Blight Records en formato cassette, de edición limitada (100 unidades) y agotadísima desde hace unos meses, con art-work de la propia Gabrielle, reforzando así su querencia para participar en todo el proceso creativo.  El disco estuvo integrado por 8 temas, con producción más trabajada y una entente creativa llevada más lejos que en sus primeras colaboraciones, cuando trabajaban aún sin el nombre de Eskimeaux.

El grueso de su obra, desde el lejano y experimental Iglu Songs, puede consultarse en Bandcamp. Obra a seguir, propicia para varias relecturas. Su enjundia así lo permite.