A mediados de Octubre James Ferraro publicaba el que será seguramente uno de sus trabajos más personales escuchados hasta entonces. Hablamos de NYC Hell 3:00 AM, un trabajo recibido con cierta tibieza por Pitchfork que sin embargo ofrece fragmentos de indudable belleza. Y sólo por eso el disco ya vale la pena. Por ART VANDELAY

  • NYC Hell 3:00 AM funciona como uno de sus trabajos más personales producidos hasta el momento, y subralla su enorme capacidad productiva
  • El disco ha sido presentado de nuevo por Hippos In Tanks, el sello discográfico con el que ha venido trabajando hasta el momento

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No decimos nada nuevo si apuntamos que James Ferraro es un tipo especial, enormemente creativo y con un discurso propio cimentado tanto por su alto nivel creativo como por el elevado ritmo de publicación con el que suele premiarnos. Artista de ritmo prolífico y evidente poso en su obra, disfruta su discurso de una enjundia para nada farragosa (por más que la densidad con la que presenta sus trabajos sean marca de la casa), marcada por un envidiable sentido común y por una facilidad innata para ir produciendo discos a una velocidad por encima de la media.

Ese frenético ritmo de producción podía haber jugado en contra de su último trabajo, un NYC Hell. 3 AM que corría el riesgo de sufrir cierto olvido mediático al ser considerado, erronéamente, como una gota más en la copiosa lluvia productiva que nuestro protagonista ha mantenido a lo largo de todos estos años. Y sería un error, ya que lo último presentado por Ferraro (editado de nuevo por Hippos In Tanks) es uno de sus trabajos más personales hasta el momento -aunque ello no implique sea el mejor-, y uno en los que más parece haber disfrutado durante su realización.

Ya en su mismo título lo nuevo de Ferraro nos da pistas de lo que se cuece aquí, una suerte de fresco (muy personal) de la sociedad en la que vive y desarrolla su obra, seguramente la única posible en la que su discurso podría encajar con relativa facilidad. Centrado ya en su carrera personal tras su paso por The Skaters, y después de la edición de un buen puñado de cassettes, Ferraro empezó a consolidar su recorrido en solitario en 2011, cuando presentó Far Side Visual, seguramente el mejor considerado por la crítica, y uno de los más redondos concebidos hasta el momento.

Sushi llegaría en Diciembre de 2012 y ahora llega el turno de este oscuro collage, donde se mantiene fiel al mismo sello que ha publicado sus últimos trabajos, lo que nos encontramos aquí es seguramente una de sus obras más maduras y meditadas, donde el ruido y la (sobre)exposición tecnológica juegan un papel predominante en el fondo y la forma del álbum, hasta el punto de que no cuesta en absoluto evocar lo sugerido en el título según nos adentramos en su metraje, dando como resultado un trabajo que termina por evocar una Nueva York decadente y oscurista, como un sueño alucinógeno de ambiguos resultados.

El de Rochester, lejos de domesticar su discurso a medida que ha ido ganando adeptos a su causa –Far Side Virtual logró el distintivo de Mejor Disco del Año en su momento por la revista Wire- se reafirma aquí como autor de vanguardia en plena madurez creativa y profesional. Su última joya puede disfrutarse aquí. Y tras el disco en Spotify dejamos su última novedad en formato Youtube, Swarovski:

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