A finales del pasado mes de enero Lorena Álvarez llevó a cabo su puesta de largo en Barcelona para presentar La Cinta, debut oficial de esta asturiana que parte de la canción popular en su sentido más tradicional para ofrecer uno de los debuts más rompedores ofrecido por el indie español de un tiempo a esta parte. Por RUBÉN IZQUIERDO.
Cuenta Sones en la nota oficial de presentación de Álvarez que la procedencia de la asturiana -es natural de San Antolín de Ibias– es la base de su música, y es cierto en su sentido más positivo. Letras clásicas para reivindicar la tradición cultural y la canción popular que dan como resultado piezas cortas y certeras, con una base instrumental concisa y efectiva en el que la musicalidad de su obra enlaza a la perfección con una lírica jotera, de gran impacto en su puesta en escena final .
El resultado es sorprendente y cautivador, un remedo indie en el que la jota se mezcla con la música sefardí o el romance, todo ello acompañado del inseparable sonido de su guitarra, con la que ha grabado una maqueta de gran impacto en Internet, grabada por ella misma de forma casera y en la que temas como Mejor acompañado brillan con fuerza junto a los muchos más joteros Ya no me acuerdo de ti o Muchos gracias, breve colofón a un disco que cautiva por su frescura y espontaneidad, potenciadas con un directo igualmente efectivo que hacen alzar el vuelo a temas como Novias, una de sus canciones más vitalistas, tracks todos ellos clave a la hora de postular a la asturiana como uno de los nombres revelación del curso recién inaugurado.
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Lorena Álvarez, Novias
Consolidada su propuesta -en Barcelona debutó en Heliogàbal y en Madrid lo hizo el PASADO 10 DE FEBRERO actuando en Centro Asturiano de Madrid- la cantante asturiana sacó una edición de su primer trabajo con mucho mimo: una edición muy limitada de apenas 150 unidades -agotada hace ya un par de meses- de La Cinta, debut que viene integrado por un Cassette con un libreto diseñado por ella misma -con un grabado por canción como elemento adicional-, un walkman para escucharlo y un estuche de tela diseñado por la propia Lorena, así como un calendario de 2012.
Esta edición adorablemente retro nos hace tener una idea del mimo del trabajo de Lorena Álvarez y su apreciación por el detalle, una pequeña joya candidata a convertirse en pieza de culto dada lo limitada de su edición y el detallismo con el que ha sido confeccionada.
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La foto de cabecera ha sido extraída de la web oficial de Lorena Álvarez.