Slutever son de Philadelphia aunque viven en Los Angeles. Y lo hacen en Los Angeles de ahora aunque podrían hacerlo en los de los 90, década que abrazan en su tema más conocido, 1994, y de donde provienen algunos de sus referentes más inmediatos. Por RUBÉN IZQUIERDO

  • Ayer mismo eran noticia por compartir escenario con la superbanda Childbirth, referente innegociable de esta casa
  • A su 7» hay que sumar el disco de Demos que presentaron el año pasado, con el que dieron otro paso adelante en su periplo vital

Hace ya algunos meses nos referimos por primera vez a Childbirth, definida por entonces como la nueva superbanda de Seattle, con la que quedamos gratamente sorprendidos. Desde entonces que nos convertimos, poco menos, en fieles seguidores de la causa Childbirth, compañeras de cartel ayer en Nueva York de nuestras protagonistas del día, Slutever.

Las integrantes de Slutever, seguidoras acérrimas de Beavvis & Butthead y Seinfeld, están afincadas en la Costa Oeste, aunque provienen de Philadelphia y se definen como el cruce imposible entre Clueless y Beavhis and Butthead. Lo último que tienen publicado es el 7» integrado por 1994 -era Nirvana, algo seguramente no casual- y Spit, publicado el año pasado e incomprensiblemente ignorado entonces por esta casa, dentro de un año bastante intenso en el que publicaron en formato físico sus Demos, 8 temas en los que mantenían la mezcla lo-fi de punk y garage presentada en su 7».

Friends first, band second
Nicole Snyder y Rachel Gagliardi integran juntas este proyecto, en el que de hecho no están en exclusiva, ya que ambas han colaborado este curso con bandas muy apreciadas por aquí. En el caso de Nicole su colaboración se daba con Peach Kelly Pop, mientras que Gagliardi acompañó algunos directos de Upset, otra de esas nuevas formaciones con varias caras conocidas, que ilustra el buen momento por el que ambas pasan más allá de su colaboración conjunta con Slutever.

Nuestra recomendación para acceder a ellas es dejarse atrapar por la fuerza vital del 7», un trabajo notable, sostenido por lo compacto de 1994, además de por los pasajes más crudos de Spit, donde ofrecen su cara más vital.

Escucha lo último de Slutever aquí:

Fotografía de portada: Peter Murray